C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20250221-27)
Declaración bien interés cultural – Decreto 5/2025, de 19 de febrero, del Consejo de Gobierno, por el que se declara bien de interés cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de monumento, la antigua fábrica Clesa, en Madrid
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BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
VIERNES 21 DE FEBRERO DE 2025
B.O.C.M. Núm. 44
participación de De la Sota, construyó también factorías en Villalonquéjar (Burgos), León,
Caldas de Reis (Pontevedra) y Leganés (Madrid), aún existentes, pero en desuso o con cambio de actividad, salvo Caldas que ha recuperado su producción.
En su evolución empresarial la fábrica pasó a ser propiedad del grupo Parmalat, aunque tras la quiebra de este fue adquirida en 2007 por Nueva Rumasa, propiedad de la familia Ruiz Mateos. En 2012 se determina judicialmente su cierre, conllevando el despido de
sus 361 trabajadores.
Ya convertida en un solar y una fábrica en desuso, la promotora e inmobiliaria Metrovacesa compró dichos terrenos, iniciando un intento de demolición en 2014 para levantar
un complejo residencial. Ello conllevó la reacción en contra de este proyecto de un amplio
conjunto de asociaciones e instituciones. Ese mismo año la Dirección General de Patrimonio Cultural instó al Ayuntamiento de Madrid a que catalogara el edificio de forma urgente, de manera que en 2015 se determina su protección por la Comisión Local de Patrimonio
Histórico de Madrid a través de una primera modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, incluyéndola en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos
del Ayuntamiento de Madrid. Como resultado, de la parcela total quedaban protegidos poco
más de 9000 m2 correspondientes a las partes originales de su construcción a conservar.
El edificio de Clesa cuenta con una especial importancia en términos de autenticidad,
singularidad y valor histórico y experimental en el contexto de la arquitectura adscribible
al Movimiento Moderno en España. Forma parte sin discusión de ese conjunto de obras
irrepetibles de las cada vez más apreciadas décadas del resurgir de la arquitectura española pasada la Guerra Civil y el período de autarquía. Con la inspiración en las más importantes figuras de la arquitectura internacional, la joven generación de arquitectos que inicia su
madurez en los años cincuenta y sesenta, con nombres como Sáenz de Oiza, Fisac, Laorga,
Corrales, Molezún, Aburto, Carvajal, Romany, Vázquez de Castro, Íñiguez de Onzoño, Ortiz-Echagüe, Echaide, Cano Lasso o el mismo De la Sota entre tantos otros, emprendió un
camino pleno de creatividad y renovación acorde, o incluso adelantándose, al desarrollo
económico iniciado por el país. En el caso de De la Sota, Clesa se proyecta y se construye
a la vez que sus otras dos obras emblemáticas de ese mismo período: el Gobierno Civil de
Tarragona y el colegio Maravillas.
La antigua fábrica Clesa puede ser asimilable en cuanto a su valor arquitectónico y cultural a obras como el citado colegio Maravillas, el Banco de Bilbao de Sáenz de Oiza o las
casas Lucio Muñoz de Higueras y la del propio arquitecto Carvajal. A esto se añade que es
uno de los pocos edificios industriales singulares y de gran valor de esos años que aún permanecen en pie en Madrid, tras la demolición de ejemplos como la fábrica Mahou, Standard Eléctrica, Manufacturas Metálicas Madrileñas y Arcelor, tubos Borondo, la fábrica
Nacional de Rodamientos, el edificio Kodak, la fábrica La Venecia, los laboratorios Farmabión y Jorba (la pagoda), los talleres y concesionario Seat de la Castellana o la fábrica Monky. Sus valores se pueden resumir en palabras de Kenneth Frampton: “no solo se trata de
un edificio de magnífica calidad, sino también un logro de ingeniería estructural excepcionalmente ingenioso; ambos campos se fusionan brillantemente en este momento único”.
En cuanto a la evolución reciente del inmueble objeto de este expediente de protección
como Bien de Interés Cultural, se considera necesario hacer referencia a diferentes iniciativas en los últimos años que han sido englobadas dentro de un espíritu de recuperación del
inmueble.
Se convoca un concurso de ideas promovido por el Colegio de Arquitectos de Madrid
y Metrovacesa y fallado en 2015, poco después de su catalogación por el Ayuntamiento.
En 2018, continuando con la iniciativa para su recuperación, se considera una nueva modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana, por el que la fábrica se convertiría en un equipamiento público y el resto edificable en viviendas, residencia, hotel y parte
comercial vinculados, a modo de “ciudad sanitaria”, al cercano hospital Ramón y Cajal. La
idea de “Matadero del norte” como nuevo centro cultural de carácter público se lanzó
en 2019 como referente para la nueva ordenación y uso de la fábrica.
La gran cantidad de alegaciones recibidas por la alta edificabilidad asignada genera un
cambio en la propuesta de modificación del Plan General, optando en 2020 por reducir el número de plantas de las torres proyectadas en las parcelas libres de edificabilidad de uso terciario en veinticinco frente a las treinta y dos iniciales, aunque sin perder edificabilidad, ampliando en 10.379 m2 las zonas verdes en una parcela circundante al edificio de la fábrica.
En reunión del pleno del Consistorio del mismo año se acordó por unanimidad la aprobación provisional de la Modificación del Plan General para la creación del Área de Planeamiento Específico “Clesa”, que establece la ordenación y subdivisión de la parcela original actualmente vigente. A finales de ese año se realiza la aprobación definitiva reflejada en el BOLETÍN
BOCM-20250221-27
BOCM
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
VIERNES 21 DE FEBRERO DE 2025
B.O.C.M. Núm. 44
participación de De la Sota, construyó también factorías en Villalonquéjar (Burgos), León,
Caldas de Reis (Pontevedra) y Leganés (Madrid), aún existentes, pero en desuso o con cambio de actividad, salvo Caldas que ha recuperado su producción.
En su evolución empresarial la fábrica pasó a ser propiedad del grupo Parmalat, aunque tras la quiebra de este fue adquirida en 2007 por Nueva Rumasa, propiedad de la familia Ruiz Mateos. En 2012 se determina judicialmente su cierre, conllevando el despido de
sus 361 trabajadores.
Ya convertida en un solar y una fábrica en desuso, la promotora e inmobiliaria Metrovacesa compró dichos terrenos, iniciando un intento de demolición en 2014 para levantar
un complejo residencial. Ello conllevó la reacción en contra de este proyecto de un amplio
conjunto de asociaciones e instituciones. Ese mismo año la Dirección General de Patrimonio Cultural instó al Ayuntamiento de Madrid a que catalogara el edificio de forma urgente, de manera que en 2015 se determina su protección por la Comisión Local de Patrimonio
Histórico de Madrid a través de una primera modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, incluyéndola en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos
del Ayuntamiento de Madrid. Como resultado, de la parcela total quedaban protegidos poco
más de 9000 m2 correspondientes a las partes originales de su construcción a conservar.
El edificio de Clesa cuenta con una especial importancia en términos de autenticidad,
singularidad y valor histórico y experimental en el contexto de la arquitectura adscribible
al Movimiento Moderno en España. Forma parte sin discusión de ese conjunto de obras
irrepetibles de las cada vez más apreciadas décadas del resurgir de la arquitectura española pasada la Guerra Civil y el período de autarquía. Con la inspiración en las más importantes figuras de la arquitectura internacional, la joven generación de arquitectos que inicia su
madurez en los años cincuenta y sesenta, con nombres como Sáenz de Oiza, Fisac, Laorga,
Corrales, Molezún, Aburto, Carvajal, Romany, Vázquez de Castro, Íñiguez de Onzoño, Ortiz-Echagüe, Echaide, Cano Lasso o el mismo De la Sota entre tantos otros, emprendió un
camino pleno de creatividad y renovación acorde, o incluso adelantándose, al desarrollo
económico iniciado por el país. En el caso de De la Sota, Clesa se proyecta y se construye
a la vez que sus otras dos obras emblemáticas de ese mismo período: el Gobierno Civil de
Tarragona y el colegio Maravillas.
La antigua fábrica Clesa puede ser asimilable en cuanto a su valor arquitectónico y cultural a obras como el citado colegio Maravillas, el Banco de Bilbao de Sáenz de Oiza o las
casas Lucio Muñoz de Higueras y la del propio arquitecto Carvajal. A esto se añade que es
uno de los pocos edificios industriales singulares y de gran valor de esos años que aún permanecen en pie en Madrid, tras la demolición de ejemplos como la fábrica Mahou, Standard Eléctrica, Manufacturas Metálicas Madrileñas y Arcelor, tubos Borondo, la fábrica
Nacional de Rodamientos, el edificio Kodak, la fábrica La Venecia, los laboratorios Farmabión y Jorba (la pagoda), los talleres y concesionario Seat de la Castellana o la fábrica Monky. Sus valores se pueden resumir en palabras de Kenneth Frampton: “no solo se trata de
un edificio de magnífica calidad, sino también un logro de ingeniería estructural excepcionalmente ingenioso; ambos campos se fusionan brillantemente en este momento único”.
En cuanto a la evolución reciente del inmueble objeto de este expediente de protección
como Bien de Interés Cultural, se considera necesario hacer referencia a diferentes iniciativas en los últimos años que han sido englobadas dentro de un espíritu de recuperación del
inmueble.
Se convoca un concurso de ideas promovido por el Colegio de Arquitectos de Madrid
y Metrovacesa y fallado en 2015, poco después de su catalogación por el Ayuntamiento.
En 2018, continuando con la iniciativa para su recuperación, se considera una nueva modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana, por el que la fábrica se convertiría en un equipamiento público y el resto edificable en viviendas, residencia, hotel y parte
comercial vinculados, a modo de “ciudad sanitaria”, al cercano hospital Ramón y Cajal. La
idea de “Matadero del norte” como nuevo centro cultural de carácter público se lanzó
en 2019 como referente para la nueva ordenación y uso de la fábrica.
La gran cantidad de alegaciones recibidas por la alta edificabilidad asignada genera un
cambio en la propuesta de modificación del Plan General, optando en 2020 por reducir el número de plantas de las torres proyectadas en las parcelas libres de edificabilidad de uso terciario en veinticinco frente a las treinta y dos iniciales, aunque sin perder edificabilidad, ampliando en 10.379 m2 las zonas verdes en una parcela circundante al edificio de la fábrica.
En reunión del pleno del Consistorio del mismo año se acordó por unanimidad la aprobación provisional de la Modificación del Plan General para la creación del Área de Planeamiento Específico “Clesa”, que establece la ordenación y subdivisión de la parcela original actualmente vigente. A finales de ese año se realiza la aprobación definitiva reflejada en el BOLETÍN
BOCM-20250221-27
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