C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20241120-23)
Bien de interés cultural – Decreto 104/2024, de 13 de noviembre, del Consejo de Gobierno, por el que se declara bien de interés cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de conjunto de bienes muebles, el relicario del Monasterio del Santísimo Sacramento de Religiosas Bernardas, en Boadilla del Monte (Madrid)
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B.O.C.M. Núm. 277
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MIÉRCOLES 20 DE NOVIEMBRE DE 2024
piedras, rematada en una Cruz. El interior contiene un soporte prismático de cartón forrado
de raso al que se adhieren los restos óseos identificados con una filacteria, rodeados por
adornos de pasamanería, laminillas plateadas, cordoncillos, flores secas, realizadas por la
comunidad de religiosas. Existen otras dos parejas que presentan algunas diferencias en la
forma del cuerpo, piramidal y troncopiramidal. Todos ellos se encuentran dentro del estilo
escurialense de finales del siglo XVI y principios del XVII, en relación con los talleres del
círculo cortesano.
Al siglo XVII corresponden también dos urnas escaparate, realizadas por un taller romano hacia 1670. De madera de roble dorado, se componen de una caja de planta rectangular dispuesta sobre un pedestal moldurado. El contenedor es de forma trapezoidal acristalada con cubierta troncopiramidal también acristalada. Los restos se incorporan entre
textiles y flores de tela y papel, con filacteria indicando la identidad del Santo.
El Relicario contiene también un grupo de cuatro cajas escaparate de taller madrileño fechadas hacia 1650, de madera de pino ebonizada, de forma rectangular con vidrios, que apoya en un pedestal moldurado; remata en una tapa plana y sobre ella un pequeño templete.
Otro modelo integra seis cajas relicario, de taller español, que se fechan en el siglo XVIII. Son de hojalata y vidrio, de forma trapezoidal y cubierta troncopiramidal rematada en una flor. El interior guarda los restos óseos entre algodón rodeados de flores de tela
encolada, labor realizada por la comunidad de religiosas.
Es destacable asimismo una arqueta relicario de taller flamenco, de hacia 1600, en madera de roble y ébano, con plata y vidrio. De forma tumular y planta rectangular, está formada por cuatro bastidores ensamblados, calados y enrejados para vidrios; la tapa es troncopiramidal con ventanas para vidrios.
Imitando este modelo flamenco, se conservan dos arquetas de taller madrileño, realizadas hacia finales del siglo XVIII o principios del XIX en madera de pino policromada y
dorada. El interior, donde se encuentran los restos óseos sin identificar, está forrado con
textiles rodeados de flores de tela realizados por la comunidad de religiosas.
Se conservan también doce relicarios de tipo vaso o ampolla con pie, de taller madrileño, realizadas con posterioridad a 1850 en vidrio y madera dorada. La ampolla, de vidrio
reforzada con listones verticales, puede ser de forma hexagonal, piramidal o cilíndrica; reposa sobre una peana circular moldurada y remata en una tapa cupuliforme, con pináculo
de estilo escurialense. Estos modelos imitan relicarios de los siglos XVII y XVIII, realizados en bronce por talleres madrileños.
El conjunto también incorpora cuatro relicarios teca, pequeños contenedores de forma
ovalada con marcos de plata en su color decorados con roleos, donde se guarda los restos
óseos con papeles de colores y filacterias identificativas. En origen se colgaban del cuello,
aunque posteriormente se montaron en cajas de madera para ser colocados en oratorios y
lipsanotecas.
El Relicario contiene una serie de cuadros relicario con Agnus Dei, del siglo XIX, realizados por la comunidad de religiosas. Los relieves de cera son de talleres vaticanos del siglo XVII.
Es destacable un conjunto de doce bolas de vidrio, de escuela castellana, fechadas hacia 1700. Las esferas están realizadas en vidrio policromado en tonos rojizos, verdes y marrones, imitando mármoles de colores, que descansan sobre un vástago de madera dorada.
Incluye también una pareja de exvotos representando Santos Inocentes, de taller castellano de los siglos XVIII-XIX, en madera tallada y policromada. Reproducen cabezas de
figuras infantiles con semblante asustado; giran la cabeza hacia la derecha uno y hacia la
izquierda otro, con una señal de herida en el cuello. Esta representación de niños inocentes
en bronce o plata se remonta a la Baja Edad media en la Baja Sajonia.
Así como un báculo abacial, de taller madrileño del siglo XVIII, realizado en madera
de nogal, hueso y bronce dorado. Consta de tres partes: caña, nudo y voluta en una estructura orgánica vegetal. La caña es lisa con cuatro nudos de bronce dorado, la parte inferior
remata en una puntera de lo mismo, y la parte superior es una cazoleta semiesférica invertida con cuatro abrazaderas de bronce dorado, donde descansa un nudo prismático de solado plano, moldurado y saliente, con sus cuatro caras flanqueadas por listones de bronce dorado; la tapa es paralela al solado. En una de sus caras las siglas BRDA (Bernardas)
submontadas por corona ducal en hueso embutido, en referencia al patrono fundador, Cristóbal Gómez de Sandoval y de la Cerda, Duque de Uceda.
Destacan de manera especial tres piezas de excepcional valor artístico por su calidad:
— Armario-oratorio con retablo y reliquias, de taller italiano, fechado en el primer
tercio del siglo XVII, realizado en madera de ébano y ebonizada, bronce dorado,
Pág. 95
BOCM-20241120-23
BOCM
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MIÉRCOLES 20 DE NOVIEMBRE DE 2024
piedras, rematada en una Cruz. El interior contiene un soporte prismático de cartón forrado
de raso al que se adhieren los restos óseos identificados con una filacteria, rodeados por
adornos de pasamanería, laminillas plateadas, cordoncillos, flores secas, realizadas por la
comunidad de religiosas. Existen otras dos parejas que presentan algunas diferencias en la
forma del cuerpo, piramidal y troncopiramidal. Todos ellos se encuentran dentro del estilo
escurialense de finales del siglo XVI y principios del XVII, en relación con los talleres del
círculo cortesano.
Al siglo XVII corresponden también dos urnas escaparate, realizadas por un taller romano hacia 1670. De madera de roble dorado, se componen de una caja de planta rectangular dispuesta sobre un pedestal moldurado. El contenedor es de forma trapezoidal acristalada con cubierta troncopiramidal también acristalada. Los restos se incorporan entre
textiles y flores de tela y papel, con filacteria indicando la identidad del Santo.
El Relicario contiene también un grupo de cuatro cajas escaparate de taller madrileño fechadas hacia 1650, de madera de pino ebonizada, de forma rectangular con vidrios, que apoya en un pedestal moldurado; remata en una tapa plana y sobre ella un pequeño templete.
Otro modelo integra seis cajas relicario, de taller español, que se fechan en el siglo XVIII. Son de hojalata y vidrio, de forma trapezoidal y cubierta troncopiramidal rematada en una flor. El interior guarda los restos óseos entre algodón rodeados de flores de tela
encolada, labor realizada por la comunidad de religiosas.
Es destacable asimismo una arqueta relicario de taller flamenco, de hacia 1600, en madera de roble y ébano, con plata y vidrio. De forma tumular y planta rectangular, está formada por cuatro bastidores ensamblados, calados y enrejados para vidrios; la tapa es troncopiramidal con ventanas para vidrios.
Imitando este modelo flamenco, se conservan dos arquetas de taller madrileño, realizadas hacia finales del siglo XVIII o principios del XIX en madera de pino policromada y
dorada. El interior, donde se encuentran los restos óseos sin identificar, está forrado con
textiles rodeados de flores de tela realizados por la comunidad de religiosas.
Se conservan también doce relicarios de tipo vaso o ampolla con pie, de taller madrileño, realizadas con posterioridad a 1850 en vidrio y madera dorada. La ampolla, de vidrio
reforzada con listones verticales, puede ser de forma hexagonal, piramidal o cilíndrica; reposa sobre una peana circular moldurada y remata en una tapa cupuliforme, con pináculo
de estilo escurialense. Estos modelos imitan relicarios de los siglos XVII y XVIII, realizados en bronce por talleres madrileños.
El conjunto también incorpora cuatro relicarios teca, pequeños contenedores de forma
ovalada con marcos de plata en su color decorados con roleos, donde se guarda los restos
óseos con papeles de colores y filacterias identificativas. En origen se colgaban del cuello,
aunque posteriormente se montaron en cajas de madera para ser colocados en oratorios y
lipsanotecas.
El Relicario contiene una serie de cuadros relicario con Agnus Dei, del siglo XIX, realizados por la comunidad de religiosas. Los relieves de cera son de talleres vaticanos del siglo XVII.
Es destacable un conjunto de doce bolas de vidrio, de escuela castellana, fechadas hacia 1700. Las esferas están realizadas en vidrio policromado en tonos rojizos, verdes y marrones, imitando mármoles de colores, que descansan sobre un vástago de madera dorada.
Incluye también una pareja de exvotos representando Santos Inocentes, de taller castellano de los siglos XVIII-XIX, en madera tallada y policromada. Reproducen cabezas de
figuras infantiles con semblante asustado; giran la cabeza hacia la derecha uno y hacia la
izquierda otro, con una señal de herida en el cuello. Esta representación de niños inocentes
en bronce o plata se remonta a la Baja Edad media en la Baja Sajonia.
Así como un báculo abacial, de taller madrileño del siglo XVIII, realizado en madera
de nogal, hueso y bronce dorado. Consta de tres partes: caña, nudo y voluta en una estructura orgánica vegetal. La caña es lisa con cuatro nudos de bronce dorado, la parte inferior
remata en una puntera de lo mismo, y la parte superior es una cazoleta semiesférica invertida con cuatro abrazaderas de bronce dorado, donde descansa un nudo prismático de solado plano, moldurado y saliente, con sus cuatro caras flanqueadas por listones de bronce dorado; la tapa es paralela al solado. En una de sus caras las siglas BRDA (Bernardas)
submontadas por corona ducal en hueso embutido, en referencia al patrono fundador, Cristóbal Gómez de Sandoval y de la Cerda, Duque de Uceda.
Destacan de manera especial tres piezas de excepcional valor artístico por su calidad:
— Armario-oratorio con retablo y reliquias, de taller italiano, fechado en el primer
tercio del siglo XVII, realizado en madera de ébano y ebonizada, bronce dorado,
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BOCM-20241120-23
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