C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20241120-23)
Bien de interés cultural –  Decreto 104/2024, de 13 de noviembre, del Consejo de Gobierno, por el que se declara bien de interés cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de conjunto de bienes muebles, el relicario del Monasterio del Santísimo Sacramento de Religiosas Bernardas, en Boadilla del Monte (Madrid)
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B.O.C.M. Núm. 277

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MIÉRCOLES 20 DE NOVIEMBRE DE 2024

tiempos de su fundación; en ella se exponen las 259 piezas de diversa tipología y materiales, algunas de notable calidad artística, que han ido conformando la lipsanoteca desde su
origen en el siglo XVI hasta el siglo XX (por la inclusión de nuevas piezas, y sobre todo
por las modificaciones de algunas obras).
Aunque el culto cristiano a las reliquias se remonta a los primeros siglos de la Iglesia,
con el fin de honrar la memoria de los mártires, será después del Concilio de Trento cuando las reliquias despierten Mayor interés. En este clima de renovación católica y exaltación
de los sentimientos religiosos, tuvo lugar un aumento del tráfico de reliquias y un auge de
la devoción hacia ellas, como manifestación de la presencia divina en un objeto material y
como afirmación de lo que el mundo protestante negaba, el poder de intercesión de los Santos. En el decreto sobre imágenes y reliquias (Sesión XXV, de 3 de diciembre de 1563) se
exhortaba a los obispos a instruir a los fieles a la veneración de los cuerpos Santos. Así, a
partir de este momento quedó definida la forma de ubicar, exponer y venerar las reliquias,
que luego desarrolló el cardenal Borromeo en su tratado de 1577.
Para las comunidades religiosas, el culto y la piedad a las reliquias de los Santos era
una de las prácticas religiosas a las que se otorgaba Mayor importancia. Es por ello que en
todos los conventos de clausura existe un gran número de reliquias, dispuestas en distintas
estancias. Sin embargo, no es tan frecuente la existencia de habitaciones o capillas dedicadas a la exposición de relicarios, ya que suelen encontrarse en conventos o monasterios de
fundación real, como La Encarnación o Las Salesas Reales, o fundados por personajes de
la alta nobleza, para quienes constituían un signo de prestigio, tal es el caso del Relicario
del Santísimo Sacramento o el de religiosas Jerónimas del Corpus Christi.
A.3. Descripción del Relicario.
El Relicario del Monasterio del Santísimo Sacramento es una estancia de 11,75 m de
largo, 6,15 de ancho y 4,30 de alto, cuyas cuatro paredes están cubiertas por paneles de madera dorada, y cuya techumbre está decorada con pintura sobre lienzo. Dichos paneles y
lienzos, creados específicamente para dar forma a la estancia, junto con los diferentes bienes culturales procedentes de la evolución histórica del Relicario que en ella se guardan,
conforman el conjunto de bienes muebles objeto de protección. Para la elaboración del expediente de protección como Bien de Interés Cultural se ha llevado a cabo un inventario
exhaustivo de los elementos reseñados.
El diseño de la estancia distribuye los paneles que forran las paredes en diversas calles
entre pilastras; en ellas se abren vanos y puertas, decorados con placas talladas reproduciendo formas geométricas y motivos vegetales estofados en rojo y verde, y se distribuyen ménsulas y estantes en los que se disponen los relicarios y el resto de los elementos. Es un importante conjunto mobiliario de principios del siglo XVII, pero con aspectos que hacen que
se encuadre en corrientes manieristas.
Las paredes norte y sur se estructuran en tres calles y dos cuerpos, el superior donde
se ubican las reliquias y el inferior a modo de basamento. En las calles laterales, flanqueadas por cuatro pares de pilastras estriadas, se abren sendas puertas adinteladas de dos batientes, decoradas con formas geométricas grAbadas y sobre ellas dos ventanas con celosías de formas geométricas. En el espacio entre las pilastras se sitúan tres ménsulas para
colocar los relicarios. La calle central, que sobresale ligeramente, está flanqueada por dos
pares de pilastras que soportan un entablamento rematado en un frontón triangular. El basamento está estructurado en espacios rectangulares enmarcados por molduras y decorados
con motivos geométricos tallados y policromados. En la calle central de la pared sur se encuadra un mueble relicario y en la pared norte un mueble retablo situado sobre el Altar.
Las paredes este y oeste se estructuran en dos calles laterales y dos centrales, y entre
ellas otros dos espacios de mayor anchura donde, en origen, se abrían dos puertas de madera en cada pared. En algún momento posterior al de creación del Relicario se cegaron todos
los vanos, excepto uno, añadiéndose ménsulas en esos espacios y sobre las puertas, para
ubicar nuevos relicarios. En la pared este se conserva la única puerta que no ha sido cegada, constituida por dos batientes formados por un basamento y un cuerpo de barrotes torneados. En las calles laterales, se abren sendas ventanas con celosías de motivos geométricos, rematadas en un frontón triangular decorado con bolas en sus vértices; y en las calles
centrales sendas parejas de vanos en faja, cerradas mediante celosías con decoración geométrica. Este cuerpo, que remata en un entablamento, descansa sobre un basamento como
el descrito anteriormente.
El techo del Relicario está decorado con pinturas sobre lienzo que simulan una decoración de elementos de marquetería, motivos vegetales y cueros recortados. En el centro de
la composición se reproduce el escudo de armas del Duque de Uceda: con corona ducal y

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