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Bien de interés cultural –  Resolución de 9 de octubre de 2024, de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Oficina del Español, para la incoación del expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural del Patrimonio Inmaterial de la Comunidad de Madrid de la Jota en la Comunidad de Madrid
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BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
JUEVES 24 DE OCTUBRE DE 2024

B.O.C.M. Núm. 254

mirez, arrabel, zambomba). La música proporciona ritmo, velocidad y acentuación al baile,
al tiempo que facilita la función de la voz como soporte melódico.
Las jotas son cantadas por uno o varios de los miembros del grupo musical. Normalmente un solista canta la copla mientras en el estribillo pueden juntarse el resto de voces
(así lo hacen, por ejemplo, las peñas de jotas de San Lorenzo).
Como expresión tradicional, incardinada con la realidad social, los ciclos de la vida y
sus momentos festivos, las letras de las jotas se relacionan con las actividades productivas
propias de la zona en que se crea, con la religiosidad popular, el medioambiente en que se
desarrolla y, en general, con la sociedad que las trasmite, convirtiéndose así en un acervo común que deriva en cohesión social. La sencillez y facilidad de las estructuras musicales ha
permitido acoplar a ellas muy variadas letras, de diversas temáticas, en las que se refleja la
sociedad de cada momento. Las jotas pueden ser “picantes”, satíricas, críticas, de amor, humorísticas, etc., y su interrelación con la historia y circunstancias sociales, económicas o políticas de cada momento hacen de ella un género muy dinámico, en constante evolución.
En cuanto al baile, se considera como tal la expresión corporal, espontánea y personal
de la jota tradicional, mientras que danza es la representación coreográfica organizada, que
suele responder a una actividad religiosa, ritual o espectacular concreta.
En la Comunidad de Madrid la jota es un baile en pareja (tradicionalmente mixta), que
comparte un espacio circular. La organización de las diferentes parejas puede ser en línea
o en corro. Por su origen castellano, la Jota de la Comunidad de Madrid se caracteriza por
un impulso sonoro prácticamente carente de salto vertical intenso, resultando un baile más
sobrio y menos airoso. En la parte de copla el salto se sustituye por un acto de “suspensión”
del peso de duración media-mínima al que se añade, a veces, un paso de tacón punta y al
aire; en el estribillo, normalmente el movimiento se refleja en unidades articulares sencillas, llamadas por algunos pasos menudos, ejecutadas con poca intensidad de esfuerzo, flujo semicontinuo y facilidad para la traslación espacial. Se baila normalmente con los brazos en alto, hacia delante, a la altura de la cabeza, acompañados o no por castañuelas y pitos.
En la mayoría de los casos es baile sin mudanza, aunque a veces hay variaciones o cambios
de pareja. Debido a la confluencia de rasgos de diversas regiones, el estilo de baile varía un
poco en función de las comarcas de Madrid, pues mientras en el sur abunda el regusto por
lo acrobático y movimientos más enérgicos, en la zona de la sierra, por ejemplo, el baile
suele ser más asentado, con movimientos cortos y postura sosegada.
Con la excepción de la capital, donde su presencia es escasa, la Jota está presente en la
mayor parte de los municipios madrileños, donde es percibida como la música tradicional más
representativa, habiendo desplazado a bailes más antiguos como la seguidilla y el rondón.
Tradicionalmente estaba presente en diferentes actos sociales como bodas, actos religiosos
como las romerías, o como parte de rituales como los mayos o las rondas de mozos y quintos,
incluso como cantos de labor y oficios. Es precisamente en las localidades rurales de la comunidad autónoma donde más interés despierta la conservación y aprendizaje de la Jota.
La Jota es fundamentalmente un género musical festivo y un baile lúdico y desinhibido; tiene un indudable carácter aglutinador, pues arrastra al público de diferentes generaciones a participar en la diversión.
A.5. Marco temporal y espacial.
Como se ha dicho, la Jota es una forma de expresión tradicional. Como tal, se incardina con los ciclos de la vida de las comunidades en que se muestra y con los ritos asociados
a los mismos, así como con los lugares en los que estos se desarrollan. Este es, fundamentalmente, su marco temporal y espacial de referencia.
Si bien antes estaba presente en las labores del campo y en las actividades productivas,
actualmente se mantiene sobre todo en el marco lúdico y festivo. Dentro del ciclo anual tradicional siguen manteniéndose las rondas de quintos o mozos y las enramadas de san Juan
y san Pedro en algunos municipios de la Sierra del Rincón. También se asociaba tradicionalmente a la fiesta de la vaquilla en localidades como Navarredonda. Los festejos de carnaval son también marco para las jotas, interpretadas por las rondallas locales. Se interpretan y bailan también con motivo de romerías, procesiones y fiestas populares, es el caso,
por ejemplo, de la celebración de la hoguera de santa Lucía, en Alcalá de Henares, donde
es acompañada por rondas de dulzaineros y tamborileros; o de las jotas que se interpretan
con motivo de la Loa de Fuencarral, las que acompañan a las Mayas en Madrid o la que se
interpreta y danza como motivo de la Pastorela de Braojos.
El marco espacial de la Jota en el ámbito tradicional es, por tanto, aquel en el que se
desarrollan los festejos y ritos tradicionales: las calles y plazas de los pueblos y las iglesias,
ermitas y sus entornos.

BOCM-20241024-45

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