C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20240506-39)
Bien de interés cultural –  Decreto 49/2024, de 30 de abril, del Consejo de Gobierno, por el que se declara bien de interés cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de sitio científico, la estación de comunicaciones por satélite en Buitrago del Lozoya (Madrid)
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BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
LUNES 6 DE MAYO DE 2024

B.O.C.M. Núm. 107

carácter educativo que realizó en asociación con antiguos discípulos, reclutados durante su
etapa docente en la Escuela. Por ejemplo, los centros de formación profesional en Salamanca, Vitoria y Pamplona (1972-1974; con Alberto Campo Baeza), o las universidades laborales de Logroño y Albacete (ambas de 1975, con Ramón Campomanes). Destacan en la serie dos obras opuestas y sin molde, hábiles lecturas del contexto local: la Universidad
Laboral de Almería (1974; con Campo, Más Guindal y Martín Escanciano), y la de Orense
(1975; con Sanz y Ortiz Carvajal).
Juan Daniel Fullaondo al revisar la trayectoria de Cano Lasso lo situó dentro de una
corriente común que se aventura a denominar como primer neorracionalismo español, en la
que identifica dos perfiles vitales y profesionales: uno más proclive a la exposición —encabezado por Sáenz de Oíza— y otro más propenso a la discreción –configurado por Asís
Cabrero, Rafael Aburto y Cano Lasso. Fullaondo señala la actitud silenciosa de este último
grupo como la causa de la menor difusión y resonancia pública de sus integrantes.
Antonio González-Capitel considera a Cano un arquitecto de “talante ecléctico” dentro de una generación —la de los titulados en los años cuarenta– cuyos integrantes tuvieron
derivas diversas. Cano mantuvo siempre un equilibrio ponderado entre la actitud racionalista y la orgánica.
Juan Antonio Ridruejo se tituló en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura
en 1959 y, tras obtener el reconocimiento como Doctor Arquitecto, realizó estudios de posgrado durante la década de los 1960 en la Universidad de Harvard, en el Master in City
Planning. Regresó a España, en 1963, y se incorporó a la Escuela de Arquitectura de Madrid
para impartir Diseño urbano.
En 1974, Ridruejo fue nombrado director técnico de Planeamiento metropolitano de
Coplaco, la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana de Madrid,
cargo que le condujo a liderar toda una serie de planes especiales. Asimismo, su interés en
el territorio y su capacidad de análisis y organización le llevó a trabajar como urbanista
en el diseño del planeamiento general de diversas ciudades españolas, como Madrid, Pamplona y Granada, y a proyectar algunas de las urbanizaciones más reseñables de la Comunidad de Madrid, como Somosaguas II, La Moraleja, Pradolargo, Montepríncipe, Monte
Alina o Parquelagos.
Su especialización en diseño urbanístico también abarcó el desarrollo de sistemas
complejos de transporte, ferroviario y aeroportuario, como el planeamiento de comunicaciones para las estaciones de Chamartín y el Plan Atocha, o el del aeropuerto de MadridBarajas donde redactó el plan de la Ciudad Aeroportuaria y el Plan director.
Más allá de estas contribuciones al campo del urbanismo, acordes con su formación
académica, también abordó encargos en el campo de la edificación. Fue autor de una extensa producción de edificios singulares en la provincia de Madrid, entre los que destaca el del
Banco Santander en Azca, los clubes EEE Somosaguas y Parquelagos o la Embajada del
Congo en El Viso.
3. Descripción del bien inmueble.
Proyectado y construido en muy pocos meses entre 1966 y 1967, el programa original de la estación, según consta en la planimetría de época, contenía los siguientes usos:
entrada, vestíbulo, sala de control, sala de planos, laboratorio, curas de urgencia, despachos, archivo, almacén, aseos, cocina, restaurante, guardarropas, sala de conferencias, seminario, biblioteca, despacho de biblioteca, claustro, dormitorios, patio, transformadores,
grupos de fuerza, almacén y garaje.
El edificio y las antenas se concibieron como un todo único. En las primeras imágenes
del proyecto únicamente aparece una sola antena, Buitrago I, situación que cambiaría en
poco tiempo, ya que en el año 1970 se inauguró la segunda antena, Buitrago II, situada en el
extremo este del edificio, inauguración que fue recogida por los medios. Más adelante se levantarían las antenas del sur de la estación. La escala de las cuatro antenas es notable: se
acercan los 30 metros de diámetro y cuentan con sala de instalaciones.
La obra se compone de una serie de cuerpos amalgamados, realizados en ladrillo cara
vista, a lo largo de un eje este-oeste que discurre en paralelo a la carretera M-137.
Según se recoge en la memoria de los propios arquitectos, el conjunto de edificios se
construyó según las técnicas usuales con albañiles de la región. La brevedad del plazo en
que debía realizarse la obra, las bajas temperaturas del invierno y la mayor facilidad para
encontrar albañiles que trabajaran el ladrillo, hizo que se decidieran a utilizar ese material.
La residencia y centro de estudios, lejos de la ciudad, en un ambiente de serenidad y
retiro, les sugirió a sus autores cierta analogía con un monasterio. Por otra parte, la necesidad de una torre para depósito de agua, la gran rotonda de la sala de control, el edificio de

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