D) Anuncios - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20230602-65)
Bien de interés cultural – Resolución de 19 de mayo de 2023, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la que se incoa el expediente de declaración como Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de Sitio Científico, de la Estación de Comunicaciones por Satélite, en Buitrago del Lozoya (Madrid)
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BOCM
VIERNES 2 DE JUNIO DE 2023
B.O.C.M. Núm. 130
tural, tratando de restaurar los inevitables estragos de la obra, conservando las rocas y las
encinas. Ese respeto se aprecia en el trazado de vías muy escuetas, apenas pavimentadas, y
la realización de escasísimas actuaciones en un entorno que se pretendió dejar en un estado semisalvaje. Apenas se efectuó una acequia, aún visible en la actualidad y en un ladrillo
muy similar al del edificio, que conducía las aguas hacia un arroyo situado en el lado sur de
la parcela.
Dos cuestiones fueron prioritarias para los arquitectos en la central de Buitrago: el material constructivo y la relación del edificio con el entorno, su integración en el paisaje. El
ladrillo, utilizado de manera masiva, da unidad a la diversidad de formas y volúmenes que
configuran la estación y cumple la intención expresada por los autores: extremar la tensión
entre una arquitectura intemporal, arraigada en la tierra, con su función espacial, casi de
“ciencia ficción”.
El profesor de la Escuela de Arquitectura de Sevilla Ángel Martínez García-Posada resaltaba que resulta elogiable que la que fue una de las primeras centrales de comunicaciones por satélite de Europa se construyese en ladrillos de barro, que se enraizase en la tierra.
La estación de Buitrago supuso un hito en la arquitectura española de finales de la década de los sesenta y constituye una de las escasas obras no residenciales que se insertan en
un paisaje agreste, proponiendo la creación de una arquitectura moderna en armonía con la
naturaleza.
También debe considerarse una obra clave en la trayectoria de sus autores. En el caso
de Cano Lasso el encargo de la Central de Comunicaciones por satélite de Buitrago del Lozoya tuvo gran importancia no sólo porque le permitiese abordar proyectos de naturaleza
distinta a los realizados hasta la fecha (mayoritariamente viviendas burguesas), sino por tratarse de un edificio de escala mediana en el que pudo poner en marcha algunas de las ideas
y el interés por la naturaleza que ya había esbozado durante sus primeras décadas de trabajo. Algo muy similar puede decirse de Juan Antonio Ridruejo, quien, 13 años más joven que
su socio, entendió en esta obra una oportunidad para asentarse en Madrid tras su paso por
Estados Unidos.
Así, en esta obra conjunta aparecen, por vez primera, elementos procedentes de la arquitectura de vivienda colectiva de Cano Lasso, caso del mirador con el que el arquitecto
ya había experimentado en las viviendas de la calle Espalter y que en Buitrago del Lozoya
aumenta de escala hasta transformarse en la sala de control.
Estilísticamente, además, el edificio sirve para realizar un preciso ejercicio de adaptación al lugar, a través de todo un juego de protuberancias y recesos que remiten a la arquitectura nórdica, tan del interés de los arquitectos de la época. Algunos rasgos de la arquitectura de Alvar Aalto, como el uso del ladrillo, un material considerado 'poco moderno'
por las vanguardias más ortodoxas, pueden observarse en Buitrago. Un segundo vector de
influencia que, al menos en el caso de Cano Lasso está ampliamente documentado, es la arquitectura de las ciudades históricas.
Así, se puede entender la trascendencia del inmueble como un reflejo patrio de las contestaciones al primer Movimiento Moderno que tuvo lugar a lo largo y ancho de Europa durante la década de 1960.
También pueden entenderse como sucesoras de esta obra toda la serie de centrales telefónicas que el Cano Lasso realizó para la compañía telefónica a lo largo de la década de
los setenta, en los que el autor aprovechó el aprendizaje con los volúmenes de ladrillo en la
sierra de Madrid para replicar en esas piezas su combinación de vanguardismo y referencias históricas.
4. Enumeración de partes integrantes y de pertenencias
El objeto de la presente declaración es el edificio de la Central de Comunicaciones por
Satélite de Buitrago del Lozoya, así como sus diversos ámbitos funcionales, sean éstos de
acceso, o de circulación. Son partes integrantes del conjunto, a efectos de la presente declaración, todos los elementos arquitectónicos que lo conforman, incluyendo la envolvente arquitectónica completa del inmueble y las cubiertas.
También es objeto de declaración el entorno inmediato, tanto si está tratado como parte indisoluble del conjunto de la central —caso del jardín del ala de residencias, al este de
la parcela— como si constituye un espacio intermedio de circulación entre estancias; la acequia; y las antenas, relacionadas directamente con la actividad original de la estación.
Son también partes integrantes del inmueble a proteger las estructuras y elementos del
interior y exterior que se corresponden con el proyecto original, como los petos y pasamanos de madera de pino; los falsos techos en rasilla vista y la cara interior de las zancas de
BOCM-20230602-65
Pág. 240
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
VIERNES 2 DE JUNIO DE 2023
B.O.C.M. Núm. 130
tural, tratando de restaurar los inevitables estragos de la obra, conservando las rocas y las
encinas. Ese respeto se aprecia en el trazado de vías muy escuetas, apenas pavimentadas, y
la realización de escasísimas actuaciones en un entorno que se pretendió dejar en un estado semisalvaje. Apenas se efectuó una acequia, aún visible en la actualidad y en un ladrillo
muy similar al del edificio, que conducía las aguas hacia un arroyo situado en el lado sur de
la parcela.
Dos cuestiones fueron prioritarias para los arquitectos en la central de Buitrago: el material constructivo y la relación del edificio con el entorno, su integración en el paisaje. El
ladrillo, utilizado de manera masiva, da unidad a la diversidad de formas y volúmenes que
configuran la estación y cumple la intención expresada por los autores: extremar la tensión
entre una arquitectura intemporal, arraigada en la tierra, con su función espacial, casi de
“ciencia ficción”.
El profesor de la Escuela de Arquitectura de Sevilla Ángel Martínez García-Posada resaltaba que resulta elogiable que la que fue una de las primeras centrales de comunicaciones por satélite de Europa se construyese en ladrillos de barro, que se enraizase en la tierra.
La estación de Buitrago supuso un hito en la arquitectura española de finales de la década de los sesenta y constituye una de las escasas obras no residenciales que se insertan en
un paisaje agreste, proponiendo la creación de una arquitectura moderna en armonía con la
naturaleza.
También debe considerarse una obra clave en la trayectoria de sus autores. En el caso
de Cano Lasso el encargo de la Central de Comunicaciones por satélite de Buitrago del Lozoya tuvo gran importancia no sólo porque le permitiese abordar proyectos de naturaleza
distinta a los realizados hasta la fecha (mayoritariamente viviendas burguesas), sino por tratarse de un edificio de escala mediana en el que pudo poner en marcha algunas de las ideas
y el interés por la naturaleza que ya había esbozado durante sus primeras décadas de trabajo. Algo muy similar puede decirse de Juan Antonio Ridruejo, quien, 13 años más joven que
su socio, entendió en esta obra una oportunidad para asentarse en Madrid tras su paso por
Estados Unidos.
Así, en esta obra conjunta aparecen, por vez primera, elementos procedentes de la arquitectura de vivienda colectiva de Cano Lasso, caso del mirador con el que el arquitecto
ya había experimentado en las viviendas de la calle Espalter y que en Buitrago del Lozoya
aumenta de escala hasta transformarse en la sala de control.
Estilísticamente, además, el edificio sirve para realizar un preciso ejercicio de adaptación al lugar, a través de todo un juego de protuberancias y recesos que remiten a la arquitectura nórdica, tan del interés de los arquitectos de la época. Algunos rasgos de la arquitectura de Alvar Aalto, como el uso del ladrillo, un material considerado 'poco moderno'
por las vanguardias más ortodoxas, pueden observarse en Buitrago. Un segundo vector de
influencia que, al menos en el caso de Cano Lasso está ampliamente documentado, es la arquitectura de las ciudades históricas.
Así, se puede entender la trascendencia del inmueble como un reflejo patrio de las contestaciones al primer Movimiento Moderno que tuvo lugar a lo largo y ancho de Europa durante la década de 1960.
También pueden entenderse como sucesoras de esta obra toda la serie de centrales telefónicas que el Cano Lasso realizó para la compañía telefónica a lo largo de la década de
los setenta, en los que el autor aprovechó el aprendizaje con los volúmenes de ladrillo en la
sierra de Madrid para replicar en esas piezas su combinación de vanguardismo y referencias históricas.
4. Enumeración de partes integrantes y de pertenencias
El objeto de la presente declaración es el edificio de la Central de Comunicaciones por
Satélite de Buitrago del Lozoya, así como sus diversos ámbitos funcionales, sean éstos de
acceso, o de circulación. Son partes integrantes del conjunto, a efectos de la presente declaración, todos los elementos arquitectónicos que lo conforman, incluyendo la envolvente arquitectónica completa del inmueble y las cubiertas.
También es objeto de declaración el entorno inmediato, tanto si está tratado como parte indisoluble del conjunto de la central —caso del jardín del ala de residencias, al este de
la parcela— como si constituye un espacio intermedio de circulación entre estancias; la acequia; y las antenas, relacionadas directamente con la actividad original de la estación.
Son también partes integrantes del inmueble a proteger las estructuras y elementos del
interior y exterior que se corresponden con el proyecto original, como los petos y pasamanos de madera de pino; los falsos techos en rasilla vista y la cara interior de las zancas de
BOCM-20230602-65
Pág. 240
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID