C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20221229-29)
Bien de interés cultural –  Decreto 131/2022, de 21 de diciembre, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de Monumento, el Convento de la Encarnación (RR. Clarisas), en Griñón (Madrid)
11 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOCM
B.O.C.M. Núm. 310

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
JUEVES 29 DE DICIEMBRE DE 2022

Pág. 245

Los terrenos que ocupaba la antigua huerta se integran en el perímetro de la cerca que
cierra el convento. En ellos se conserva el cementerio de las religiosas y zonas ajardinadas.
Entre los conventos de la orden franciscana femenina en sus diferentes ramas (Tercera Orden Franciscana, Clarisas, Concepcionistas Franciscanas) el de la Anunciación de Griñón constituye una de las más tempranas fundaciones del siglo XVI de la región madrileña, que permanece en su lugar de origen y conserva sus estructuras primitivas, manteniendo
el ambiente espiritual con el que fue creado.
Tanto en la cédula fundacional como en el testamento de don Rodrigo, se expone que
la edificación del monasterio se realizó en sus propias casas. Por ello, puede considerarse
que el convento toma como punto de partida una edificación ya existente, que se situaría en
la zona del claustro. A la luz de las actuaciones llevadas a cabo en el propio convento, la
manera como la iglesia se adapta al claustro formando un ángulo de 45° y la ordenación
irregular de las distintas dependencias en la panda este del claustro en las dos plantas, se
puede considerar que esta crujía formaría parte del edificio original. Partiendo de esta fachada exterior, con un tipo de aparejo frecuente en la zona sur (La Sagra) y este de la región, todo el conjunto mantiene el mismo sistema constructivo, aun cuando se construyan
en momentos distintos. Por otra parte, el claustro muestra las características de una arquitectura doméstica de tradición mudéjar, que se convirtió en una tipología habitual en toda
Castilla durante el siglo XVI, formada por un patio cuadrangular, con dos plantas adinteladas soportadas por columnas de piedra y zapatas de madera.
El convento, con todas sus dependencias, se organiza en torno a un esquema de extrema
sencillez tanto estructural como decorativa, con un lenguaje arquitectónico sobrio, pero de gran
funcionalidad (estancias cubiertas por sencillos afarjes, ausencia total de decoración), que venía determinado por las características de la orden y de la regla que regía su forma de vida.
La iglesia adopta una tipología frecuente en los conventos de religiosas del siglo XVI,
formada por una capilla mayor cuadrangular, una nave sin crucero, libre de obstáculos y
que permitía una buena visibilidad y una adecuada audición, cubiertas con armaduras de
madera de tradición mudéjar, coro de dos plantas a los pies del templo y carencia de composición de fachada, accediéndose al interior por una sencilla portada lateral independiente del convento.
Otra característica destacable en estos conventos edificados en la primera mitad del siglo XVI, también en las iglesias parroquiales, es la coexistencia de diferentes estilos en sus
construcciones. La capilla mayor será generalmente cuadrada de tradición gótica; las techumbres de madera de tradición mudéjar, generalmente sin decoración, como una forma de cubrir
las naves más barata y menos compleja que una cubierta abovedada, pero también una opción
cuya selección se apoya en la evidente funcionalidad de un uso tradicional. Al mismo tiempo
se van introduciendo elementos procedentes del Renacimiento italiano, fundamentalmente en
capiteles o en elementos litúrgicos, como los retablos que decoran sus iglesias.
Los datos aportados en la documentación existente, la tipología de los elementos arquitectónicos y los escasos elementos que muestran alguna ornamentación, llevan a concluir que el convento responde a las características propias del siglo XVI en su primer tercio. Sin embargo, se pueden observar reformas y añadidos posteriores. Así, la nave de la
iglesia se cubrió con un sistema abovedado característico del periodo barroco, posiblemente por problemas en la cubierta original de madera. O los dos cuerpos adosados al claustro
formando un patio donde, a pesar de la homogénea construcción, la ubicación y el solapamiento de los volúmenes hacen pensar en un momento más tardío para su construcción, posiblemente el siglo XVII, cuando la documentación informa sobre el considerable aumento de religiosas respecto al número inicial para el que fue construido en origen.

Iglesia de una sola nave, cabecera cuadrangular, coro alto y bajo y sacristía; edificio
conventual formado por el claustro de dos plantas con sus galerías, escalera de acceso al piso
superior, sala capitular, refectorio, locutorio; ampliación formada por dos cuerpos en “L” organizados alrededor de un patio; terrenos que conformaban la antigua huerta del convento.
Elementos que constituyen pertenencias del convento: en la iglesia, el retablo mayor dedicado a la Anunciación (siglo XVI), dos retablos-hornacina dedicados a San Francisco y
San José con el Niño (finales siglo XVI), otros dos retablos dedicados a la Milagrosa y a San
Antonio de Padua (siglo XVIII y principios del XIX), púlpito y tornavoz (siglo XVII-XVIII),
cancel (siglo XVII-XVIII), lápida sepulcral del fundador (siglo XVI); en el coro, retablohornacina de estuco con pintura dedicado al Calvario (siglo XVI), retablo-hornacina de estuco dorado y policromado dedicado a San Isidro (fin siglo XVI), sillería del coro (siglo XIX),

BOCM-20221229-29

4. Enumeración de partes integrantes y pertenencias