C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20221215-50)
Bien de interés cultural –  Decreto 129/2022, de 7 de diciembre, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de monumento, La Cartuja, en Talamanca de Jarama (Madrid)
10 páginas totales
Página
Pág. 458

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
JUEVES 15 DE DICIEMBRE DE 2022

B.O.C.M. Núm. 298

El inmueble objeto de declaración está comprendido por diversas edificaciones, todas
ellas en un deficiente estado de conservación; así como restos previos a que sirviera como
granja para la Comunidad de Monjes Cartujos del El Paular. Las construcciones, más los
restos (visibles o no), hacen que nos encontremos ante un conjunto de inmuebles de gran
interés, que incluye también restos defensivos de probable datación desde el siglo IX cuando sería un enclave militar musulmán, pasando por defensas medievales; y la propia instalación de los frailes cartujos dependientes del Monasterio de El Paular a partir del siglo XVII y XVIII.
Aunque era mucho mayor en origen, el complejo hoy día conserva cuatro edificios en
pie y restos de otras construcciones más que han perdido completamente sus cubiertas y de
las que solo quedan restos de sus muros perimetrales. Los cuatro edificios que aún se conservan son: El edificio principal, situado en el extremo suroeste; edificio central, de planta
cuadrangular y cubierta a cuatro aguas, que alberga en su planta sótano la bodega; la capilla y el edificio de establos. A estos se añaden 5 edificios más en la zona noreste y norte,
construcciones auxiliares con estructuras que sólo mantienen parte de su perímetro en alturas de muros variables y sin ningún tipo de cobertura.
Las características constructivas, en líneas generales, corresponden con edificios construidos en torno a un patio en forma de L, dos alturas, fábrica de ladrillo, con estructuras de
madera y cubiertas de teja. Los vanos son adintelados y las fábricas existentes son, tanto de
tapial, fundamentalmente en las zonas reparadas en fases más recientes, como de aparejo
de cajones con machones y verdugadas de ladrillo de tejar en las construcciones iniciales.
Un aspecto singular corresponde con la presencia de restos de escoria de hierro en las llagas de los cajones de las construcciones más antiguas.
La Cartuja organiza dos grandes espacios (bodega y almacenes) dentro de la construcción sobre todo en la esquina noroeste, en torno a un patio en forma de L con dos plantas y
semisótano. La mitad este se encuentra libre de edificaciones, con lo que probablemente sería una huerta, a nivel prácticamente horizontal.
Todo este espacio está limitado en sus lados norte y este por una cerca construida en
su mayor parte de tapial, aunque en algunas zonas este tapial se acompaña de machones verticales y verdugadas horizontales, ambas de ladrillo cerámico. Toda esta cerca se apoya sobre una parte recientemente descubierta del tramo norte de muralla, e incluso su lateral más
occidental presenta una torre constituida por muros de ladrillo y relleno de tierra, apoyada
sobre una más antigua y con sus mismas dimensiones, ejecutada con grandes mampuestos
de piedra rejuntada, con algunas hiladas de ladrillo dispuestas de manera irregular. La portada principal de acceso se construyó entre 1779 y 1781, y en apuntes contables se menciona que esta portada era la “segunda” de la Granja, lo que podría indicar que existía un recinto exterior antepuerta, hoy perdido.
La construcción de La Cartuja seccionó gran parte de lienzo y torreones del trazado de
la muralla en el lado Norte de La Cartuja, datados entre los siglos XIII-XIV (fecha de construcción de este recinto amurallado) y los siglos XVII y XVIII (construcción de La Cartuja).
A pesar de los análisis de documentación histórica y los obtenidos a través de metodología arqueológica y análisis constructivos, no está muy claro cómo se desarrolló todo el
proceso constructivo del complejo arquitectónico que hoy conocemos como La Cartuja: un
enorme y abigarrado conjunto de dependencias agrarias dispuestas en torno a un patio en
forma de L, que era mucho mayor en origen que en la actualidad.
En el año 2017 se llevó a cabo una prospección con georradar, que indicó una altísima
probabilidad de existencia de restos arqueológicos en el subsuelo de toda la parcela. En ella
se detectaron en el recinto de La Cartuja grandes estructuras, tanto pertenecientes a edificaciones como anomalías puntuales que podrían ser estructuras aisladas tipo depósitos o almacenes. Se detectan dos orientaciones diferentes de los edificios, una oblicua a la orientación de la muralla y otra paralela y perpendicular a esta.
Todos los edificios conservados en la actualidad presentan dos alturas, a excepción del
edificio central, que cuenta con planta baja (situada por debajo de la cota suelo), planta primera y bajocubierta. Este edificio, de planta cuadrada, terminó de construirse en el año 1703,
como reza la inscripción colocada sobre el arco de entrada a la gran bodega subterránea.
Contaba con dos cuerpos anexos en los laterales este y oeste, de los cuales sólo se conserva
íntegro el cuerpo este, compartiendo el mismo faldón de cubierta del edificio central. Por el
contrario, el cuerpo Oeste, que funcionaba como vinagrera, prácticamente ha desaparecido
en la actualidad, quedando algunos restos en la esquina Suroeste. Cuenta, además, con una
planta bajo la cubierta que constituye un verdadero bosque estructural.
El edificio principal se desarrolla en forma de L en torno a un claustro constituido
como patio porticado que da acceso a las distintas dependencias: cocina, habitaciones de

BOCM-20221215-50

BOCM