D) Anuncios - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20221115-42)
Bien de interés cutural – Resolución de 26 de octubre de 2022, de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, por la que se incoa el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural de la escultura “San José con el Niño”, obra de escuela andaluza de finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII atribuible a Luisa Roldán, la Roldana
5 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOCM
MARTES 15 DE NOVIEMBRE DE 2022
B.O.C.M. Núm. 272
Cruz de Cádiz, de 1687, solución que también vemos en ángeles mancebos como los del grupo de los Desposorios de Santa Catalina de la Hispanic Society, obra de la época madrileña
de la artista. Asimismo, un fragmento de San Juan Bautista niño, del que se conserva únicamente la cabeza, del Museo de Bellas Artes de Sevilla, tiene la misma actitud sonriente; y un
cojín similar al que sirve de asiento al Niño figura también en el grupo de la Educación de
la Virgen del Blanton Museum (Austin, EE. UU.), con similares borlas de remate.
Todas estas afinidades formales permiten atribuir este grupo de San José con el Niño
a la producción de Luisa Roldán, situándose su producción cronológicamente dentro del período final de su vida, durante su estancia final en la Corte.
El conjunto de San José y el Niño recuerda a la faceta expresiva de la Roldana, destacando el sentimiento de ternura e imagen amable de la obra. El conjunto se ha despojado de
solemnidad y se ha revestido de gracia y cotidianeidad tal como hiciera la Roldana ilustrando sus obras de una imagen amable, lo que supone un cambio a imágenes menos dramáticas y más cercanas al espectador que en períodos anteriores. Para muchos esto convierte a
Luisa Roldán en predecesora de una corriente artística, el Rococó, que surgiría años después, ya fallecida la artista.
La Roldana incorpora a su obra un particular elemento, inusual no sólo en la escuela
andaluza sino también española, que es la risa o la sonrisa; a veces muestra a sus figuras
riendo o sonriendo abiertamente, reflejando la alegría de vivir, en una forma amable de relacionarse con la sociedad —también se verá en la pintura de Murillo—, elemento ausente
en las obras de otros escultores o pintores.
Por otro lado, la singularidad que supone el uso de la madera en este conjunto, frente
a la habitual utilización del barro cocido, añade más interés a la obra, por ser una circunstancia poco habitual.
Otro aspecto especialmente destacable de este grupo corresponde al insólito y original
tema iconográfico representado, una escena especialmente íntima y candorosa ajena a los
textos evangélicos canónicos, para la cual no encontramos ningún tipo de correlato contemporáneo, tanto en pintura como en escultura.
La iconografía de San José y el Niño tuvo gran desarrollo durante el período barroco.
Dicho auge se debió especialmente al carácter protector que, tras el Concilio de Trento, se
otorgó a la figura de San José para con el Niño y a la devoción que las órdenes religiosas
fomentaron desde el siglo XVI, especialmente la Orden Carmelita.
La propia elección del singular tema representado, y la forma tan emotiva y candorosa con que se aborda son las mismas que vemos en obras inequívocas de la escultora de cámara de Carlos II y Felipe V como los Primeros pasos de Jesús o San Joaquín, Santa Ana
y la Virgen niña, ambos en el Museo de Guadalajara, o en las diversas versiones del Descanso en la huida a Egipto.
La escena representada en el bien objeto de declaración, intimista y muy humanizada,
está resuelta con expresividad y singular gracia y con un gran dominio de la técnica. La obra
tiene un estilo artístico de características singulares que trasciende su posible atribución.
La obra destaca por su singular iconografía, ya que aúna el elemento devoto con la cotidianeidad de una escena doméstica, humanizando la religión. Destaca además el sentido
dinámico de su composición, marcado por la curvatura de la espalda del santo inclinándose hacia el niño, y el tratamiento muy movido de la vestimenta, la expresión sonriente -nada
frecuente en la imaginería religiosa- y la gestualidad de ambas figuras con las miradas en
conexión. Todas estas características le otorgan un gran interés histórico y artístico, independientemente de su autoría.
B) Estado de conservación del bien y criterios básicos por los que deberán regirse las
futuras intervenciones
La evaluación del estado de conservación de la pintura se llevó a cabo mediante análisis organoléptico, sin ayuda de material técnico específico, con luz artificial suficiente
para una correcta observación.
Estructural y materialmente la obra se encuentra estable y no presenta ningún síntoma
de alteración, salvo una pérdida muy leve en el banco de la figura de san José. Se detecta,
por una notable diferencia de calidad entre el original y las reintegraciones, la pérdida de
volumen en manos y bordes del manto.
Las figuras están dispuestas sobre una peana nueva. Está rematada por una moldura
dorada al agua con oro fino que presenta un desgaste acusado, sobre todo por la manipulación de la pieza.
BOCM-20221115-42
Pág. 218
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
MARTES 15 DE NOVIEMBRE DE 2022
B.O.C.M. Núm. 272
Cruz de Cádiz, de 1687, solución que también vemos en ángeles mancebos como los del grupo de los Desposorios de Santa Catalina de la Hispanic Society, obra de la época madrileña
de la artista. Asimismo, un fragmento de San Juan Bautista niño, del que se conserva únicamente la cabeza, del Museo de Bellas Artes de Sevilla, tiene la misma actitud sonriente; y un
cojín similar al que sirve de asiento al Niño figura también en el grupo de la Educación de
la Virgen del Blanton Museum (Austin, EE. UU.), con similares borlas de remate.
Todas estas afinidades formales permiten atribuir este grupo de San José con el Niño
a la producción de Luisa Roldán, situándose su producción cronológicamente dentro del período final de su vida, durante su estancia final en la Corte.
El conjunto de San José y el Niño recuerda a la faceta expresiva de la Roldana, destacando el sentimiento de ternura e imagen amable de la obra. El conjunto se ha despojado de
solemnidad y se ha revestido de gracia y cotidianeidad tal como hiciera la Roldana ilustrando sus obras de una imagen amable, lo que supone un cambio a imágenes menos dramáticas y más cercanas al espectador que en períodos anteriores. Para muchos esto convierte a
Luisa Roldán en predecesora de una corriente artística, el Rococó, que surgiría años después, ya fallecida la artista.
La Roldana incorpora a su obra un particular elemento, inusual no sólo en la escuela
andaluza sino también española, que es la risa o la sonrisa; a veces muestra a sus figuras
riendo o sonriendo abiertamente, reflejando la alegría de vivir, en una forma amable de relacionarse con la sociedad —también se verá en la pintura de Murillo—, elemento ausente
en las obras de otros escultores o pintores.
Por otro lado, la singularidad que supone el uso de la madera en este conjunto, frente
a la habitual utilización del barro cocido, añade más interés a la obra, por ser una circunstancia poco habitual.
Otro aspecto especialmente destacable de este grupo corresponde al insólito y original
tema iconográfico representado, una escena especialmente íntima y candorosa ajena a los
textos evangélicos canónicos, para la cual no encontramos ningún tipo de correlato contemporáneo, tanto en pintura como en escultura.
La iconografía de San José y el Niño tuvo gran desarrollo durante el período barroco.
Dicho auge se debió especialmente al carácter protector que, tras el Concilio de Trento, se
otorgó a la figura de San José para con el Niño y a la devoción que las órdenes religiosas
fomentaron desde el siglo XVI, especialmente la Orden Carmelita.
La propia elección del singular tema representado, y la forma tan emotiva y candorosa con que se aborda son las mismas que vemos en obras inequívocas de la escultora de cámara de Carlos II y Felipe V como los Primeros pasos de Jesús o San Joaquín, Santa Ana
y la Virgen niña, ambos en el Museo de Guadalajara, o en las diversas versiones del Descanso en la huida a Egipto.
La escena representada en el bien objeto de declaración, intimista y muy humanizada,
está resuelta con expresividad y singular gracia y con un gran dominio de la técnica. La obra
tiene un estilo artístico de características singulares que trasciende su posible atribución.
La obra destaca por su singular iconografía, ya que aúna el elemento devoto con la cotidianeidad de una escena doméstica, humanizando la religión. Destaca además el sentido
dinámico de su composición, marcado por la curvatura de la espalda del santo inclinándose hacia el niño, y el tratamiento muy movido de la vestimenta, la expresión sonriente -nada
frecuente en la imaginería religiosa- y la gestualidad de ambas figuras con las miradas en
conexión. Todas estas características le otorgan un gran interés histórico y artístico, independientemente de su autoría.
B) Estado de conservación del bien y criterios básicos por los que deberán regirse las
futuras intervenciones
La evaluación del estado de conservación de la pintura se llevó a cabo mediante análisis organoléptico, sin ayuda de material técnico específico, con luz artificial suficiente
para una correcta observación.
Estructural y materialmente la obra se encuentra estable y no presenta ningún síntoma
de alteración, salvo una pérdida muy leve en el banco de la figura de san José. Se detecta,
por una notable diferencia de calidad entre el original y las reintegraciones, la pérdida de
volumen en manos y bordes del manto.
Las figuras están dispuestas sobre una peana nueva. Está rematada por una moldura
dorada al agua con oro fino que presenta un desgaste acusado, sobre todo por la manipulación de la pieza.
BOCM-20221115-42
Pág. 218
BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID