C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE (BOCM-20210712-19)
Bien de interés cultural –  Decreto 155/2021, de 7 de julio, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, en la categoría de Monumento, la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora de Pezuela de las Torres (Madrid)
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B.O.C.M. Núm. 164

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
LUNES 12 DE JULIO DE 2021

Se trata de una portada de sillería, constituida por un dintel formado por grandes bloques
de piedra que apoyan sobre las jambas, cuyo primer sillar presenta en su intradós un perfil de
nacela a modo de ménsula. Se encuentra flanqueada por dos pilastras de escaso resalte que rematan en un friso sobre el que descansa una cornisa moldurada donde apoyan sendas bolas
sobre pedestales. En el dintel de la puerta se encuentra un pequeño escudo donde se representan las llaves de San Pedro y el anagrama “M sobre A” emblema de la Virgen María; en el friso superior aparece la inscripción “AÑO DE 1748”. Las nuevas puertas de madera conservan
los herrajes con la inscripción “CARLOS BUSTER ME FECIT/ALCALA AÑO 1748”
Sobre esta estructura se encuentra la ventana que ilumina el coro, en la que aparece la
fecha 1780, realizada por el maestro de cantería Antonio de Heguero. Está formada por un
vano adintelado de sillería, enmarcado por dos pilastras sobre las que apoya una cornisa encima de la cual se asienta un frontón flanqueado por dos pirámides y rematado en una cruz.
La iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de Pezuela de las Torres constituye un
magnífico ejemplo de arquitectura mudéjar en la región madrileña, producto de unas determinadas circunstancias históricas, en un momento en el que se llevó a cabo la repoblación
de la zona durante los siglos XII y XIII, con unas condiciones económicas en el área rural
que no permitían elegir estilos que requiriesen una alta inversión, lo que condicionó los modelos constructivos, optando por un estilo que podía levantarse de manera rápida, económica y sin grandes problemas técnicos.
Forma parte de un grupo de construcciones con importantes restos mudéjares localizados al este de la región, en el área de la tierra de Alcalá (como son los templos de Santorcaz,
Valdilecha, Pozuelo del Rey, Villalbilla o Torres de la Alameda, datables en el siglo XIII),
caracterizados por aplicar a sus construcciones un tipo de aparejo toledano, formado por fajas de mampostería entre verdugadas de ladrillo, aunque con variantes, e interiores forrados
totalmente de ladrillo.
Sin embargo, hay que destacar que en este templo de Pezuela se funden la influencia
del foco mudéjar toledano con la influencia del foco castellano-leonés, así como la excepcional aplicación de algunos elementos puramente románicos en su ábside.
La cabecera, qué si bien en planta responde a una tipología habitual, con ábside semicircular precedido por un profundo tramo recto ambos abovedados (como Santorcaz o Valdilecha), sin embargo, presenta un elemento especial, como es la aplicación de unos vanos
de tipología y ornamentación puramente románicos, en opinión de algunos autores quizá de
influencia segoviana.
El interior, de ladrillo, presenta un sistema de compartimentación del muro que tampoco es usual en las construcciones del foco toledano, de forma que en cada uno de los muros laterales se abren dos arcos ciegos de medio punto peraltado, que descansan directamente sobre altas jambas sin ninguna ornamentación. Un sistema sencillo y sobrio que podría
estar en conexión con soluciones decorativas de carácter románico, pero que también se podría relacionar con algunos templos del foco mudéjar castellano-leonés (San Millán en Cuéllar, San Salvador en Toro).
Por todo lo anteriormente expuesto, se podría datar la cabecera de la iglesia en torno a
finales del siglo XII o primera mitad del siglo XIII.
Una vez concluida esta se procedería a levantar el cuerpo de naves. Hay que resaltar
que, a pesar de las transformaciones sufridas a lo largo de los siglos, los restos mudéjares
conservados han permitido reconstruir cómo sería el cuerpo de la iglesia original. Se trataría de una estructura de tres naves divididas mediante pilares de ladrillo acodillados, donde
apean los arcos de medio punto doblados y recercados con alfiz, sobre los que se dispone
un tramo de muro de mampostería entre verdugadas de una fila de ladrillos, con cubiertas
de madera.
Ahora bien, la planta de tres naves constituye un modelo escaso en el ámbito toledano
(se puede ver en la iglesia ya tardía de Santiago del Arrabal), sin embargo, es mucho más
frecuente en el mudéjar castellano como los templos de San Martín en Cuéllar o San Salvador en Toro, entre otras, cuyos interiores guardan importantes semejanzas con el de Pezuela. En la región madrileña, hasta el momento, solo se conoce otro ejemplo de tres naves
en el cercano municipio de Santorcaz, también fechable en el siglo XIII.
Otro elemento de interés lo constituye la torre, cuya fábrica y estructura interior deriva de las toledanas, formada por un machón central y tramos de escaleras dispuestas en torno a él, cubiertas con falsas bóvedas de ladrillo (como las cercanas torres de Pozuelo del
Rey y Torres de la Alameda, datables en el siglo XIII).
La fábrica es de mampostería con hiladas de ladrillo, pero muestra diferencias con respecto a la fábrica del ábside, lo que parece indicar que fueron construidos en momentos diferentes. En opinión de la Dra. Abad, y en base a las catas efectuadas en el ábside durante

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