C) Otras Disposiciones - CONSEJERÍA DE CULTURA Y TURISMO (BOCM-20210531-32)
Bien de interés cultural –  Decreto 70/2021, de 26 de mayo, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Patrimonial de la Comunidad de Madrid la iglesia parroquial de San Matías, en Hortaleza (Madrid)
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B.O.C.M. Núm. 128

BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID
LUNES 31 DE MAYO DE 2021

y cuarto para enseres, fuera de los cimientos construidos” (Martín Sánchez, p. 151), como
puede verse en los dibujos originales de la planta, sección longitudinal, secciones transversales y alzado de la fachada sur.
Desde esta perspectiva, en opinión del Dr. Martín Sánchez, el proyecto de Repullés
puede considerarse ejemplar, ya que consiguió armonizar todos los extremos sin renunciar
a una solución de calidad gracias al uso del ladrillo, tanto en su dimensión constructiva
como ornamental.
Durante la pasada Guerra Civil la iglesia sufrió importantes deterioros, desapareciendo todo el mobiliario litúrgico, que se componía de varios altares con sus retablos. En 1940
se llevó a cabo una restauración en la que se reconstruyó el interior y se tapiaron las ventanas y las dos puertas laterales. En 1969 se realizó una segunda reforma a la que pertenece
la actual cubierta.
Enrique María Repullés y Vargas (Ávila 1845-Madrid 1922) está considerado uno de
los arquitectos más significativos del último cuarto del siglo XIX y principios del XX, y
uno de los principales creadores de la arquitectura madrileña de su época, como máximo
exponente del eclecticismo historicista.
Por lo que respecta a su faceta como constructor, Repullés proyectó edificios de diversas categorías y funcionalidad. Construyó numerosos edificios de viviendas en Madrid, realizó edificios institucionales y representativos, los cuales constituyen algunas de sus mejores obras, construyó algunos edificios de carácter civil, pero la mayor parte de su trabajo se
compone de iglesias y edificios conventuales generalmente dedicados a labores asistenciales, que llevó a cabo durante toda su trayectoria profesional. Hay que recordar que su obra
se desarrolló en un período histórico —la Restauración Alfonsina— en el que, tras la Revolución de 1868 y la destrucción de templos y conventos en las sucesivas desamortizaciones, se llevó a cabo un proceso de regeneración católica durante el cual se proyectaron nuevos templos y conventos dedicados a la asistencia. Destaca la Basílica de Santa Teresa de
Jesús en Alba de Tornes (1898), un proyecto a modo de catedral gótica para albergar los
restos de la santa, que quedó sin concluir. así como su labor como director de las obras de
la catedral de Santa María la Real de la Almudena desde 1904 hasta su muerte, supervisando todos los trabajos y donde realizó algunas capillas como panteones familiares.
En la ciudad de Madrid construyó numerosos templos menores localizados en los ensanches, como San Matías en Hortaleza (1877), Nuestra Señora de los Ángeles en Cuatro
Caminos (1892), Santa Cristina en el Paseo de Extremadura (1904), la iglesia del colegio
de la Divina Pastora en la calle Santa Engracia (1903), el oratorio del Santo Cristo del Olivar en la calle Cañizares (1910); y el proyecto para la iglesia de la Concepción en la calle
Goya (1880), que no se llegó a ejecutar.
Sus proyectos de arquitectura religiosa se encuadran en el ámbito del historicismo medievalista, siguiendo fundamentalmente dos corrientes: la neogótica, influenciada por Viollet le Duc y el marqués de Cubas, y la neomudéjar, relacionada con la obra de E. Rodríguez Ayuso y con su propia experiencia como arquitecto restaurador del Arzobispado de
Toledo, en ocasiones combinando los dos estilos en un mismo edificio.
Por lo que respecta a la vertiente neomudéjar, hay que destacar que Repullés fue uno
de los primeros en aplicar este estilo a la arquitectura religiosa en la iglesia de San Matías
en Hortaleza y más tarde en la iglesia de Santa Cristina, donde domina el ladrillo visto con
decoración mudéjar tanto en los elementos constructivos como decorativos. En el mismo
año en que comenzaba la obra de San Matías publicaba un artículo expresando su opinión
sobre las fábricas de ladrillo: “El ladrillo, ese precioso material de tan grandes aplicaciones
en la construcción y de tan excelentes resultados… presenta también otra notable cualidad,
muy digna de tenerse en cuenta, cual es la de servir de elemento decorativo”.
En opinión de Martín Sánchez, Repullés empleó el ladrillo visto, por una parte, debido a las restricciones de gasto, pero también por un principio de austeridad en las edificaciones de carácter religioso o benéfico, razones a las que se puede añadir también el contexto arquitectónico historicista europeo y la tendencia a emplear este material en la
arquitectura española en la búsqueda de un estilo nacional. En este sentido, Adolfo González Amezquita apunta que para Repullés el neomudéjar no sólo fue una propuesta arquitectónica, sino también el resultado de esa búsqueda de un estilo nacional, que reflejara la
esencia española.
De tal forma que esta corriente artística, llegó a convertirse en una especie de seña de
identidad para los nuevos barrios que estaban apareciendo en Madrid con la creación de los
ensanches, donde se construían viviendas y numerosos edificios públicos y asistenciales,
como hospitales, colegios, asilos y conventos, construidos en ladrillo visto con elementos
decorativos de influencia mudéjar.

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