Consejería De Presidencia, Interior Y Diálogo Social. Convenios. (2025062506)
Resolución de 17 de junio de 2025, de la Secretaría General, por la que se da publicidad al Convenio de Colaboración entre la Consejería de Economía, Empleo y Transformación Digital, a través del Servicio Extremeño Público de Empleo (SEXPE), y la Fundación Maimona para la realización del proyecto "Escuela de Micronegocios de Extremadura".
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NÚMERO 120
Martes 24 de junio de 2025
36310
II. Andragogía.
Escuela de Micronegocios no cuenta con profesores; es el equipo facilitador del programa
quién hace de “guía” que acompaña a las personas participantes en el proceso emprendedor. Estos guías son “facilitadores”, y su participación en el programa se basa en adaptar
los contenidos programados en base a las necesidades de aprendizaje de las personas
participantes y a cada grupo, organizando y guiando el proceso completo. Su misión es escuchar y acompañar al ritmo adecuado a cada persona participante y al grupo en la medida
de lo necesario, orientando sus procesos emprendedores hacía la realidad del entorno.
En su libro Andragogía: El aprendizaje en adultos, Knowles detalla el modelo definiendo
cuales son los principios fundamentales que todo proceso de instrucción debe seguir para
lograr un aprendizaje efectivo en este público. Los 6 principios son los siguientes:
La necesidad de saber. Según Tough (citado por Knowles) los estudiantes adultos que se
disponen a aprender ponen mucha energía en comprender los beneficios que obtendrán,
por lo tanto, los facilitadores de ese aprendizaje deben entregar herramientas que le
permitan a estos estudiantes darse cuenta de su necesidad de aprender para mejorar su
desempeño y/o calidad de vida.
El concepto personal. Un principio básico es que como adultos somos responsables de
nuestras acciones, por lo que en la medida de quienes lideren los procesos de entrenamiento estén conscientes de esto, podrán desarrollar estrategias no evidentes para lograr
el tránsito de estudiantes dependientes a estudiantes autodirigidos.
La experiencia previa. Es fundamental que en el diseño de ambientes instruccionales se
tome en cuenta el background de los participantes, y se construyan recursos o materiales
que se hagan cargo de ello. En ese sentido, se debe tener cuidado en el uso del lenguaje,
ejemplo y formatos que se ajusten a las realidades individuales y colectivas de los mismos.
Disposición para aprender. Este punto hace mención a que los adultos sí estan dispuestos
a aprender, pero la disposición estará principalmente orientada hacia aquellas materias o
herramientas que nos permitan enfrentar de mejor manera las situaciones de la vida real.
Inclinación al aprendizaje. De la mano del punto anterior, al centrarnos en aprendizajes
para la vida diaria, hay que generar capacitaciones que fortalezcan el desempeño profesional y la resolución de problemáticas de la vida cotidiana. En concreto, es clave entonces
que tanto las temáticas sean específicas y concretas, y los formatos de entrega (vídeos,
por ejemplo) permitan demostrar de forma práctica el valor de la capacitación.
Martes 24 de junio de 2025
36310
II. Andragogía.
Escuela de Micronegocios no cuenta con profesores; es el equipo facilitador del programa
quién hace de “guía” que acompaña a las personas participantes en el proceso emprendedor. Estos guías son “facilitadores”, y su participación en el programa se basa en adaptar
los contenidos programados en base a las necesidades de aprendizaje de las personas
participantes y a cada grupo, organizando y guiando el proceso completo. Su misión es escuchar y acompañar al ritmo adecuado a cada persona participante y al grupo en la medida
de lo necesario, orientando sus procesos emprendedores hacía la realidad del entorno.
En su libro Andragogía: El aprendizaje en adultos, Knowles detalla el modelo definiendo
cuales son los principios fundamentales que todo proceso de instrucción debe seguir para
lograr un aprendizaje efectivo en este público. Los 6 principios son los siguientes:
La necesidad de saber. Según Tough (citado por Knowles) los estudiantes adultos que se
disponen a aprender ponen mucha energía en comprender los beneficios que obtendrán,
por lo tanto, los facilitadores de ese aprendizaje deben entregar herramientas que le
permitan a estos estudiantes darse cuenta de su necesidad de aprender para mejorar su
desempeño y/o calidad de vida.
El concepto personal. Un principio básico es que como adultos somos responsables de
nuestras acciones, por lo que en la medida de quienes lideren los procesos de entrenamiento estén conscientes de esto, podrán desarrollar estrategias no evidentes para lograr
el tránsito de estudiantes dependientes a estudiantes autodirigidos.
La experiencia previa. Es fundamental que en el diseño de ambientes instruccionales se
tome en cuenta el background de los participantes, y se construyan recursos o materiales
que se hagan cargo de ello. En ese sentido, se debe tener cuidado en el uso del lenguaje,
ejemplo y formatos que se ajusten a las realidades individuales y colectivas de los mismos.
Disposición para aprender. Este punto hace mención a que los adultos sí estan dispuestos
a aprender, pero la disposición estará principalmente orientada hacia aquellas materias o
herramientas que nos permitan enfrentar de mejor manera las situaciones de la vida real.
Inclinación al aprendizaje. De la mano del punto anterior, al centrarnos en aprendizajes
para la vida diaria, hay que generar capacitaciones que fortalezcan el desempeño profesional y la resolución de problemáticas de la vida cotidiana. En concreto, es clave entonces
que tanto las temáticas sean específicas y concretas, y los formatos de entrega (vídeos,
por ejemplo) permitan demostrar de forma práctica el valor de la capacitación.