Consejería De Cultura, Turismo, Jóvenes Y Deportes. Patrimonio Histórico Y Cultural. (2025050030)
Orden de 13 de febrero de 2025 por la que se inscriben en el Inventario de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura la "Ermita de la Portera" y la "Presa del Arroyo de la Reyerta o de la Portera III".
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NÚMERO 36
Viernes 21 de febrero de 2025
10008
de la fase que denomina postvisigoda, relacionándola con una posible población residual
hispanovisigoda aislada. También Arbeiter lo sitúa en el siglo VII, en época visigoda, si
bien puntualiza que, dado que no se ha encontrado una piscina bautismal en las proximidades, y esta entró en desuso a comienzos del siglo VII, el edificio visigodo original debe
datarse en una fase avanzada de dicho siglo. Así, la iglesia de Portera se considera uno de
los primeros ejemplos de la nueva forma de construir con bóvedas y grandes sillares. Sin
embargo, Caballero sostiene lo contrario, afirmando que la construcción de baptisterios en
Extremadura data de 600 o incluso más tarde.
La principal diferencia entre Caballero y Arbeiter radica en que el primero opina que la tradición hispanorromana de sillería reutilizada y retallada se mantiene hasta el tercer cuarto
del siglo VI, pero se interrumpe en el VII, renovándose por influencias externas andalusíes
en el siglo VIII. En contraste, Arbeiter sostiene que la presencia de obispos bizantinos en
Mérida en el siglo VI permitió que esta tradición se mantuviera sin llegar a desaparecer,
renovándose en ese siglo gracias a esa influencia bizantina. Se trata de un debate abierto.
Tras el periodo de uso de la construcción original, se produjo una etapa de abandono en
una fecha y con una duración indeterminadas. Según Arbeiter, durante la plena o tardía
Edad Media, el edificio fue reconstruido utilizando materiales existentes. En esta etapa se
levantarían dos altares, hoy desaparecidos, a ambos lados del ábside. Posteriormente, el
edificio volvió a ser abandonado.
A partir de los siglos XV y XVI, la ermita fue restaurada y utilizada para el culto, adquiriendo la advocación de Santa María de Portera, en relación con otra ermita existente en
Herguijuela. A este periodo corresponde la portada gótica de medio punto de cantería en la
fachada de los pies. Los esgrafiados que cubren los paramentos interiores norte y sur del
presbiterio datan, probablemente, del siglo XVI o tal vez del siglo XVII.
Más tarde, en los siglos XVII y XVIII, se construyeron los anejos norte (en forma de pasillo)
y oeste (con dos naves paralelas a la fachada y transversales a la nave principal). Todas
estas reformas indican que la ermita estuvo activa durante estos siglos. Ramos y San Macario documentan la existencia de noticias sobre Portera en un pleito entre el monasterio
de Guadalupe y el obispado de Plasencia, con menciones a Portera en los años 1557, 1561
y 1608. Según parece, la ermita dependía de la parroquia de Herguijuela y fue, en algún
momento, parroquia de un despoblado con este nombre. Durante este periodo, el lugar
tuvo un auge, ya que, entre 1620 y 1630, el artista Benito Rojo realizó una imagen para
la ermita, y en 1613 el escultor Sebastián de Paz esculpió otra imagen, de una Virgen con
Niño, que actualmente preside la iglesia parroquial de Conquista.
Viernes 21 de febrero de 2025
10008
de la fase que denomina postvisigoda, relacionándola con una posible población residual
hispanovisigoda aislada. También Arbeiter lo sitúa en el siglo VII, en época visigoda, si
bien puntualiza que, dado que no se ha encontrado una piscina bautismal en las proximidades, y esta entró en desuso a comienzos del siglo VII, el edificio visigodo original debe
datarse en una fase avanzada de dicho siglo. Así, la iglesia de Portera se considera uno de
los primeros ejemplos de la nueva forma de construir con bóvedas y grandes sillares. Sin
embargo, Caballero sostiene lo contrario, afirmando que la construcción de baptisterios en
Extremadura data de 600 o incluso más tarde.
La principal diferencia entre Caballero y Arbeiter radica en que el primero opina que la tradición hispanorromana de sillería reutilizada y retallada se mantiene hasta el tercer cuarto
del siglo VI, pero se interrumpe en el VII, renovándose por influencias externas andalusíes
en el siglo VIII. En contraste, Arbeiter sostiene que la presencia de obispos bizantinos en
Mérida en el siglo VI permitió que esta tradición se mantuviera sin llegar a desaparecer,
renovándose en ese siglo gracias a esa influencia bizantina. Se trata de un debate abierto.
Tras el periodo de uso de la construcción original, se produjo una etapa de abandono en
una fecha y con una duración indeterminadas. Según Arbeiter, durante la plena o tardía
Edad Media, el edificio fue reconstruido utilizando materiales existentes. En esta etapa se
levantarían dos altares, hoy desaparecidos, a ambos lados del ábside. Posteriormente, el
edificio volvió a ser abandonado.
A partir de los siglos XV y XVI, la ermita fue restaurada y utilizada para el culto, adquiriendo la advocación de Santa María de Portera, en relación con otra ermita existente en
Herguijuela. A este periodo corresponde la portada gótica de medio punto de cantería en la
fachada de los pies. Los esgrafiados que cubren los paramentos interiores norte y sur del
presbiterio datan, probablemente, del siglo XVI o tal vez del siglo XVII.
Más tarde, en los siglos XVII y XVIII, se construyeron los anejos norte (en forma de pasillo)
y oeste (con dos naves paralelas a la fachada y transversales a la nave principal). Todas
estas reformas indican que la ermita estuvo activa durante estos siglos. Ramos y San Macario documentan la existencia de noticias sobre Portera en un pleito entre el monasterio
de Guadalupe y el obispado de Plasencia, con menciones a Portera en los años 1557, 1561
y 1608. Según parece, la ermita dependía de la parroquia de Herguijuela y fue, en algún
momento, parroquia de un despoblado con este nombre. Durante este periodo, el lugar
tuvo un auge, ya que, entre 1620 y 1630, el artista Benito Rojo realizó una imagen para
la ermita, y en 1613 el escultor Sebastián de Paz esculpió otra imagen, de una Virgen con
Niño, que actualmente preside la iglesia parroquial de Conquista.