Consejería De Cultura, Turismo, Jóvenes Y Deportes. Patrimonio Histórico Y Cultural. (2025050030)
Orden de 13 de febrero de 2025 por la que se inscriben en el Inventario de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura la "Ermita de la Portera" y la "Presa del Arroyo de la Reyerta o de la Portera III".
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NÚMERO 36
Viernes 21 de febrero de 2025

10006

A la vista de los restos conservados, gran parte del edificio primitivo debió construirse íntegramente con muros de carga elaborados con grandes sillares de piedra en torno al siglo
VII. Solo se conserva la estructura original en el presbiterio y en algunos fragmentos de los
muros; en el resto del edificio, la mampostería se convierte en el material predominante.
En el exterior del templo, destacan su ábside orientado hacia el este y una portada de
cantería con forma de arco de medio punto, con impostas, que se puede datar a finales
del siglo XV o en el siglo XVI, ubicada al oeste. Estos dos elementos son los únicos que
se reconocen como pertenecientes al templo original. El ábside posee forma rectangular,
apreciándose en el extradós el uso de sillares alargados de gran tamaño unidos sin mortero, al igual que sucede en la bóveda y los muros. Muchos de estos sillares son de origen
romano y han sido reaprovechados. De hecho, en el trasdós se encuentra un sillar estriado.
Originalmente, sobre este trasdós había una cubrición de mampostería.
En la actualidad, es visible un revestimiento de pizarra en toda la zona absidial, que es
posterior a la construcción original. También en el exterior del ábside se utiliza como material de acarreo una estela discoidea con un relieve de escasa decoración vegetal, datable
entre finales del siglo XII y comienzos del XIII, característica del periodo de repoblación
cristiana.
La ermita debió tener una planta basilical, pero su transformación en nave agropecuaria
supuso la conversión de gran parte del templo en un patio de labor, así como su destrucción parcial. Aun así, sigue siendo reconocible la presencia de una nave transversal al
presbiterio, en la zona donde debió de situarse el coro del templo original. En esta zona se
conservan, además, algunos restos de dos pilastras que, junto al presbiterio, se dirigían
hacia las naves y que habrían sostenido una serie de arcos.
Del resto de la nave se conservan vestigios de la nave lateral norte, una de las tres naves
que debió tener el templo original. Según Arbeiter, la planta de este edificio primigenio
debía medir aproximadamente 12 metros y medio de ancho por 17 metros de largo, incluyendo el coro, que se situaba frente a la zona absidial, como era habitual en este tipo de
edificaciones. Además, el edificio contaría con un pequeño vestíbulo delantero del que se
conserva algún arranque.
En varias zonas del templo se pueden observar algunos lienzos de muros, de distinta altura,
igualmente altomedievales, ejecutados con mampostería y argamasa. También en la nave
se encuentra una estructura paralela a la fachada norte (y a la nave original conservada),
que es datable en época moderna, así como otras dos naves paralelas al muro oeste, también de época moderna.