Consejería De Cultura, Turismo, Jóvenes Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2024040040)
Decreto 26/2024, de 26 de marzo, por el que se declara Bien de Interés Cultural el "Poblado de Zamarrillas", en el término municipal de Cáceres, con la categoría de Sitio Histórico.
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Martes 2 de abril de 2024

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con instalaciones asociadas o incluidas en la casa principal, dedicadas al ganado y para los productos
del campo. Sin olvidar la función lúdica que desempeñan como lugar de recreo y esparcimiento.
Este caserío, que no llegó a tener término propio, gozó de cierta prosperidad, a pesar del peso cada vez
más fuerte de la nobleza que iba en detrimento de los derechos de los vecinos del poblado, los cuales
vieron como la estructura primitiva, que surgió con el asentamiento de los repobladores y los primeros
repartos de tierras, evolucionó de forma patente hacia el acaparamiento de bienes en manos de las
oligarquías con poder en la Villa.
Los repartimientos de tierras, que se hicieron en zonas más alejadas de la villa cacereña, con la misma
obligación colonizadora, recibieron el nombre de heredamientos, por existir varios partícipes o
herederos, cada uno con su asiento de labor, casa y demás dependencias como establos y pajares,
siendo la característica de las tierras agrupadas en estas suertes el contar con un pequeño núcleo
habitado que, a pesar de no llegar a tener término propiamente dicho, consiguieron a veces reunir una
cierta población como en el caso de Zamarrillas. El heredamiento suele encontrarse como contorno de
antiguos caseríos o Poblados, y existen ejemplos cercanos, como el heredamiento de la Aldehuela o el
de Corchuela. Con este nombre se conoció siempre el que nos ocupa: heredamiento de Zamarrillas.
Este término ha servido también para catalogar los núcleos de población por su tamaño. Los
heredamientos-Poblados no tendrían gobierno local, a diferencia de los Poblados.
La tendencia al adehesamiento no sólo por parte del Concejo, sino también por herederos particulares
propició, poco a poco, trasvases de propiedad, cesiones y arrendamientos lucrativos, que hicieron perder
el primitivo fin protector de la dehesa. Las oligarquías urbanas de la Villa o familias de influencia
territorial van apareciendo como dueños de estos heredamientos ya en los siglos XV y XVI (Mayorazgo,
Holguín, Porcallo, Ulloa, Paredes, Cáceres, etc.). En este sentido, pueden advertirse, a mediados del
XVI, elevadas tasas de contratos de compraventa en las tierras de pan llevar (alcaceres y hazeras) en
la tierra de Cáceres en general, registrándose también en Zamarrillas 10 transacciones entre 1540-49
y 1560-69.
Los más perjudicados, lógicamente, fueron los pecheros Pobladores que no eran dueños de nada y veían
desaparecer los antiguos privilegios de los Poblados y los derechos de labranza en la dehesa comunal
de la Zafra.
La población de Zamarrillas viviría a duras penas del jornal, que no siempre lo habría. Esta será una de
las causas de la desaparición paulatina de muchos Poblados aparte de Zamarrillas, como Poblado del
Conde don Gonzalo, Poblado de Pedro Cervero, etc.
De estos antiguos Poblados pertenecientes a Cáceres, los más afortunados consiguieron no sólo perdurar
en el tiempo y crecer demográficamente, sino emanciparse y constituirse en municipios con su término
más o menos amplio como islotes englobados por el gran territorio cacerense.
Los datos históricos y descriptivos referentes al arrabal de Zamarrillas se recogen con bastante
parquedad y de forma muy fragmentaria en la bibliografía y documentación de archivos, clara muestra
de la escasa importancia y cortedad de población del caserío. En las fuentes documentales se exponen
con gran profusión mandatos reales. Actas, privilegios, etc., referidos a las dehesas comunales de la
Zafra y la Zafrilla ya desde el siglo XIII, pero Zamarrillas, enclavada en la Zafra, no se menciona hasta
una época más tardía, constituida en heredamiento-Poblado en manos de particulares.
En este sentido, a mediados del siglo XVI, se comienzan a ver propiedades importantes de la familia
Ovando en el lugar de Zamarrillas, muy posiblemente la casa fuerte, hoy destruida en gran parte, y con
seguridad la casa-palacio ubicada en el propio poblado que ha sufrido varias transformaciones hasta la
actualidad y que conserva escudos de esta familia. Nicolás de Ovando, en testamento firmado, en el
año 1564, cita: “las casas de campo tierras y asiento y pastos que yo tengo en el heredamiento de
Zamarrillas” fundando mayorazgo a favor de su sobrino Hernando de Ovando Ulloa que pasa a ser
primer señor de Zamarrillas.
Entre los momentos históricos señalados, el casamiento en el poblado, en 1749, de doña María Juana
Ovando y Cáceres con don Gabriel Francisco Arias de Saavedra y Monroy.
En cuanto a la economía del heredamiento de Zamarrillas, los datos sobre producción agrícola de sus
tierras figuran siempre como partido de la Zafra (de 355 Ha) junto a Poblado del Cano, Labranzas,
Sierra de Fuentes, Torreorgaz y Torrequemada, si bien, la contribución a los totales de producción sería
más bien escasos, pues en 1595 los arrendamientos de Zamarrillas ascienden a 79.968 maravedíes, es
decir, un 3,5% del total de la Zafra. Siguen siendo bajos los arrendamientos en 1715, ascendiendo los
de Zamarrillas, Labranzas y Sierra de Fuentes en conjunto a 592 rs. En cuanto a los precios de