Consejería De Cultura, Turismo, Jóvenes Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2024040040)
Decreto 26/2024, de 26 de marzo, por el que se declara Bien de Interés Cultural el "Poblado de Zamarrillas", en el término municipal de Cáceres, con la categoría de Sitio Histórico.
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Martes 2 de abril de 2024

ANEXOS
(Se publica, como anexo, un extracto del informe de los servicios técnicos de la Dirección General de Bibliotecas,
Archivos y Patrimonio Cultural. El Informe al que hace referencia el acuerdo de incoación, consta en el expediente
administrativo correspondiente. Este expediente se podrá consultar en las dependencias de la Dirección General de
Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural (Avenida Valhondo, s/n. Módulo 4, Planta 2ª, 06800 Mérida, Badajoz) por
las personas interesadas en el procedimiento, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 12 y siguientes de la Ley
19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno y el artículo 15 y
siguientes de la Ley 4/2013, de 21 de mayo, de Gobierno Abierto de Extremadura).

ANEXO I
CARACTERIZACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LA DECLARACIÓN COMO BIEN DE INTERÉS CULTURAL
Ubicación.
Al sudeste del término municipal de Cáceres, en la vega del río Salor y situado entre las dehesas de la
Lagartera y la Zafra, se encuentra el poblado de Zamarrillas.
El terreno que ocupa es una prominencia rocosa, al filo de la llanura, que deja al sur la estribación
meridional de la sierra de los Alcoces y el Arropé, por parte del Trasquilón, para ir a morir al ribero del
Salor, por esta zona embalsado por la presa de Valdesalor, que riega así estas tierras, propicias por
tanto para el ganado lanar y bovino que pasta en pradera. Hacia Levante, y a una distancia de unos dos
Kilómetros, comienza el término de Torreorgaz.
El “Poblado de Zamarrillas” es un caserío de edificaciones robustas, varias de ellas con empaque
nobiliario, que están construidas a base de mampostería y piedra granítica en sillarejos, y no muy mal
conservadas, si exceptuamos algunas techumbres y el castillo que domina el punto más alto, cuya traza
se ha perdido en gran parte. También se han perdido o están en completa ruina las edificaciones
humildes, realizadas con material más deleznable que, en su día, existirían y que no soportaron el
abandono humano y los avatares de los tiempos históricos, ejecutadas incluyendo algunos episodios
bélicos relativamente recientes.
Aspectos históricos.
Este núcleo de población, aunque pequeño, está documentado, siempre adscrito a la villa de Cáceres,
ya desde el siglo XIV. Sin embargo, el origen de este caserío, como de algunos otros también
desaparecidos, tal vez habría que adscribirlo en una época anterior, en las décadas siguientes a la
conquista leonesa (1229), cuando comenzaron a formarse los adehesamientos reales, que tenían por
finalidad la defensa de las cabañas ganaderas pertenecientes al Concejo y sus pastos para
salvaguardarlas de las incursiones de los rebaños mesteños que bajaban del reino de León. Esta facultad
de acotamiento, recogida en los Fueros, fue posibilitando la creación de cortijos o incipientes caseríos
cuando el aprovechamiento agro-ganadero creciente por las repoblaciones permitió el asentamiento en
estos pequeños núcleos que corrieron suerte diversa, muchas veces efímera. El término de Cáceres era
muy extenso, y se hacía necesaria la creación de estos poblados, seguramente aprovechando, en
ocasiones, antiguos asentamientos romanos o árabes.
A la crisis demográfica del siglo XIV, por las epidemias de peste y la regresión en las repoblaciones
podría achacarse la desaparición de algunos poblados dispersos situados en la tierra de Cáceres, pero
también al aislamiento y a factores económicos adversos, como podría ser la organización de la
ganadería como aprovechamiento primordial en detrimento de las tareas agrarias.
Para algunos autores Zamarrillas se desarrollaría más tardíamente, a finales del siglo XV o principios
del XVI, coincidiendo esta apreciación con la datación aproximada de los restos más antiguos del
poblado, que se encuentran en las ruinas de su casa fuerte o castillo.
A finales de la Edad Media, el prototipo de las más importantes casas de campo en la tierra de Cáceres
se caracteriza por su condición de casa fuerte, defendida por una o varias torres, más muralla perimetral
a veces. En ella se asocian las funciones defensivas y las residenciales, así como las de tipo agropecuario