Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2023040077)
Decreto 37/2023, de 19 de abril, por el que se declara Bien de Interés Cultural "La Cetrería en Extremadura" con carácter de Patrimonio Cultural Inmaterial.
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NÚMERO 78
Martes 25 de abril de 2023

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En la actualidad la Cetrería, es practicada por culturas de más de 70 países (Straka, 2009). Su
práctica no es masiva, ya que su desarrollo regular, implica tantas exigencias que el número
de cetreros se regula por sí mismo. Sin embargo, el bajo número de practicantes, su alto nivel de exigencia y el escasísimo valor en el rendimiento económico que genera, no han sido
razones suficientes para que desaparezca de las sociedades modernas. Nos encontramos ante
un arte que se sostiene ancestralmente en valores atemporales, emociones y compensaciones
inmateriales que hacen que la cetrería sea un arte que ennoblece al hombre y la mujer.
La Cetrería en España.
El alto nivel de nuestra cetrería es reconocido en la comunidad internacional. Existen cetreros
y criadores españoles que trabajan y envían sus halcones a todos los rincones del planeta, con
especial interés de los países árabes.
Tradicionalmente se han empleado especies autóctonas como el halcón peregrino (Falco peregrinus), el azor (Accipiter gentilis) o el gavilán (Accipiter nisus). Desde el Medievo se han
venido importando aves rapaces para la práctica de este arte. En la actualidad, gracias a la
reproducción doméstica y, en estos casos concretos, al nulo impacto medioambiental, se emplean también hibridaciones, fundamentalmente de halcones.
— Su Historia.
Probablemente la modalidad cetrera de caza con halcón comenzaría en la India, en Persia y
en Mesopotamia, y desde allí pasaría al Mediterráneo islámico, a Al-Andalus y al mundo cristiano, constituyendo una de las principales actividades de los nobles en todas las épocas.
Algunas fuentes inducen a pensar que ya fue practicada por los celtíberos en el s. III
a.C. (Marín, 1994), pero parece que lo más probable es que la debieron traer los visigodos (Ceballos, 2007), aunque ni la documentación ni la legislación visigótica accesible ha
dejado rastros de esta práctica, por lo que el dato más antiguo que se conoce son unas
misteriosas palabras de San Isidoro de Sevilla (570-636) en sus Etimologías al hacer una
clasificación de las aves, y que han sido traducidas de esta manera: “unas se posan en la
mano del hombre, como el halcón” (XII, 7:105).
Esta práctica tuvo en España dos vías de entrada. La primera, se estableció con los pueblos germánicos que llegaban por el norte a principios del s. VI. La Cetrería practicada por
los visigodos, se fundamentaba en el bajo vuelo. Los frondosos terrenos de caza del norte
peninsular y el desconocimiento de la caperuza, relegaban entonces a los halcones a un
segundo plano. La cotización de los azores era superior a la de los halcones como queda
reflejado en las diferentes regulaciones y fueros hasta 1252.