Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2023040077)
Decreto 37/2023, de 19 de abril, por el que se declara Bien de Interés Cultural "La Cetrería en Extremadura" con carácter de Patrimonio Cultural Inmaterial.
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NÚMERO 78
Martes 25 de abril de 2023

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Como patrimonio cultural inmaterial se integra en las comunidades como práctica social recreativa y medio de conexión con la naturaleza. En su origen era una forma de obtener alimentos, pero ha adquirido otros valores a lo largo de los siglos, y se identifica con la camaradería, el intercambio… De hecho, es practicada por personas de todas las edades, hombres y
mujeres, aficionados y profesionales, y proceden de todos los ámbitos. Esta actividad marca
además la vida de los practicantes, como individuos, en familias, pueblos y clubes.
Se trata de una tradición dinámica, que las comunidades recrean constantemente en respuesta a los cambios de su entorno, si bien, los cetreros proceden de contextos diferentes,
comparten valores, tradiciones y prácticas universales. Por ejemplo, los métodos de adiestramiento y cuidado de las aves, el equipo utilizado y el vínculo entre el cetrero y el ave son
similares en todo el mundo. Los cetreros pueden entenderse entre sí con simples gestos; son
estas tradiciones y conocimientos compartidos los que hacen que la cetrería sea universal y
se mantenga viva.
Desde sus inicios, esta práctica depende del uso sostenible de los recursos naturales, de las
aves de presa, de la cantera y del propio medio ambiente. Los cetreros se implican personalmente en el cuidado de estos recursos. La actividad, por su propia naturaleza, tiene un
impacto medioambiental muy bajo; desde el principio los cetreros han hecho suyo el concepto
de “uso sostenible” y las tradiciones y la ética de la cetrería siguen este principio. En este
sentido, a medida que los países se urbanizan cada vez más, los cetreros se comprometen con
las tierras en las que vuelan sus aves y se preocupan por mantenerlas en su estado natural
para garantizar la supervivencia de todas las especies vegetales y animales.
Asimismo, para la obtención de las propias aves, se aplican numerosas normativas a nivel
nacional e internacional. Actualmente, la práctica de la cetrería en la mayoría de los países
tiene en cuenta la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de
Fauna y Flora Silvestres (CITES) de 1973 y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB)
de 1992. Los cetreros se esfuerzan por preservar las condiciones de vida de las aves rapaces
y sus presas, y por proteger a las aves. Muchos centros de rehabilitación de aves rapaces
heridas están dirigidos por cetreros.
De igual modo, los cetreros se consideran responsables de la protección del patrimonio de la
cetrería por su propia práctica, y muchos participan también en la transmisión a través de la
tutoría o de una enseñanza más formal.
Las limitaciones para practicar la cetrería en algunos países se deben únicamente a la exigencia de acreditar los conocimientos pertinentes. Esta limitación está prescrita por la ley y tiene
en cuenta los intereses legítimos del bienestar y la conservación de los animales.