Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2023061200)
Resolución de 31 de marzo de 2023, de la Consejera, por la que se incoa expediente de declaración de bien de interés cultural a favor del "Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida" de la localidad de Mérida (Badajoz), con carácter de Patrimonio Cultural Inmaterial.
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NÚMERO 68
Martes 11 de abril de 2023

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da, ni por deseo manifiesto de su lecho, ni por ningún otro motivo, y de que ha permanecido
intacta en mi tienda“.
Agamenón litiga con Aquiles por el amor y el poder. Estos son dos de los elementos reflexivos
que más impactan en el espectador y en el hombre.
El director Daniel Benoin deja claro que Troya es trasladable a todo conflicto bélico en “Las
troyanas”, de Séneca, en versión de Jorge Semprún, y éste incluye también, a través del texto, un homenaje a escritores como Cervantes, Azaña, Gil de Biedma y Federico García Lorca.
“Paz, piedad y perdón” dirá Agamenón con palabras prestadas de Manuel Azaña.
Con “Ifigenia en Áulide” (Eurípides) y “A Electra le sienta bien el luto” de Eugene O’Neil y
dirección de Mario Gass se asiste a la “preocupación por el interior”, “por los fantasmas del
individuo”, investiga zonas no resueltas, oscuras, fantasmales de los individuos actuales y de
la sociedad actual y cómo inciden en los comportamientos colectivos”.
En la “Orestíada” se contempla las cenizas de Troya y la destrucción de la familia de los Atridas. Son solamente unos ejemplos.
Estos mismos crímenes en el seno familiar (lo que Tácito eufemísticamente llamó “domesticas
discordias” para referirse a los asesinatos dentro de la dinastía julio-claudia- domicia) están
presentes en otras tragedias.
Así, en “Las Suplicantes” de Esquilo las mujeres masacran a sus jóvenes maridos por horror
a los lazos del matrimonio. Eurípides retoma el mito y le añade el derecho a una tumba digna
de los caídos en combate, como ha sabido ver Silvia Zarco en la versión representada. La “Devartirci” de Sófocles mata sin querer a su muy amado marido, Heracles. Mientras, “Heracles”
de Eurípides mata a sus hijos, presa de la locura (“Hercules furens” de Séneca).
Así era el mito. Y la doctrina poética aconsejaba por boca de Aristóteles que “las acciones
catastróficas sucedieran entre amigos, entre hermanos, un hijo que mata a un padre o una
madre que mata a un hijo, o un hijo a una madre”. La catarsis de esta manera era mucho
mayor en el espectador al evocar tales desgracias y tales emociones; el psicoanálisis terminó
por hablar del “Complejo de Edipo” y del “Complejo de Fedra”.
Cocteau reconoce también esta función catártica y purificadora de la tragedia clásica, incluso en los tiempos mordemos, cuando inventa un Edipo totalmente diferente insistiendo en
el incesto, que sólo se intuye en Sófocles, pero nunca tiene lugar “coram populo”. También
Clitemnestra, que en Esquilo, Sófocles y Eurípides sólo actúa por razones del sacrificio de
Ifigenia, en Giraudoux muestra su hostilidad y odio al marido desde el primer momento de
contraer matrimonio.