Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2022063911)
Resolución de 2 de diciembre de 2022, de la Consejera, por la que se incoa expediente de declaración de Bien de Interés Cultural a favor de la "Iglesia Parroquial de San Pedro", en la localidad de Gata (Cáceres), con la categoría de Monumento.
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NÚMERO 243
Miércoles 21 de diciembre de 2022
63675
fortuna, durante toda la segunda mitad del siglo XVI. El de Gata hay que fijarlo en estos
momentos y atribuir la parte escultórica (sin duda, la más atractiva) al escultor Pedro de
Paz, tal vez el más aventajado seguidor de Balduque en estas tierras extremeñas. Todo el
conjunto ha sido objeto de un minucioso estudio por parte del profesor Torres Pérez.
Se alza desde un sotabanco berroqueño decorado con cartelas manieristas de cueros recortados, en las que alternan las cruces de la Orden de Alcántara con las llaves de san
Pedro, patrono de la parroquia. También se disponen en dicho sotabanco, intercaladas,
bellas ménsulas curvilíneas adornadas con acantos y testas de querubines.
Consta el retablo de: banco, tres cuerpos de clasicista arquitectura renacentista (separados por frisos, en donde se distinguen querubines, cartelas y otros motivos de estirpe
manierista) y ático o remate. Las columnas, acanaladas, son jónicas en el cuerpo inferior,
y compuestas en los dos restantes: los fustes van abrazados a un tercio de su altura por
carátulas y querubines de los que penden frutas y telas.
En el banco se aprecian en mediorrelieve las efigies de los cuatro evangelistas, muy similares en su disposición tendida a los berruguetescos del cacereño retablo de la parroquia
de Santiago. Entre estas figuras se insertan dos apaisados tableros de pincel con los cuatro
padres de la iglesia occidental: san Ambrosio y san Agustín, por el Evangelio, y san Jerónimo y san Gregorio por el lado de la Epístola. En el libro abierto que sostiene san Gregorio
se lee una inscripción muy curiosa que alude a la devoción que se le profesaba en Gata en
siglos pasados: Prometió la villa de Gata guardar su día por voto de este Santo.
Los tres cuerpos del retablo exhiben siete calles en las que se suceden hornacinas de medio punto (cuatro en cada piso) que guardan las efigies de los doce apóstoles, y grandes
tableros rectangulares de pincel, seis en total y dos en cada orden del retablo. Los apóstoles son los siguientes, de abajo a arriba y de izquierda a derecha: Santiago el Mayor,
san Pedro, san Pablo, san Juan (en el primer nivel); san Bartolomé, san Andrés, santo
Tomás, san Judas Tadeo (en el segundo piso), san Mateo, Santiago el Menor, san Simón y
san Felipe (en el último cuerpo). Los tableros de pincel, ejecutados por Pedro de Córdoba,
contienen las siguientes escenas: en el primer cuerpo La Santa Cena (en la que, como dato
curioso, se presenta al fondo El Lavatorio) y la Oración en el Huerto (con El Prendimiento
figurado a la derecha de la composición); en el cuerpo central del retablo vemos dos cuadros relacionados con el santo patrón del templo, no exentos de ciertos toques picarescos:
a la izquierda San Pedro liberado de su prisión por el ángel y a la derecha La Crucifixión
del primer pontífice de la iglesia. Los tableros de La Anunciación y de La Coronación de la
Virgen culminan el retablo.
La calle central del retablo se reserva para las composiciones de mayor importancia desde
un punto de vista simbólico. La hornacina principal la ocupa una pesada escultura de san
Miércoles 21 de diciembre de 2022
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fortuna, durante toda la segunda mitad del siglo XVI. El de Gata hay que fijarlo en estos
momentos y atribuir la parte escultórica (sin duda, la más atractiva) al escultor Pedro de
Paz, tal vez el más aventajado seguidor de Balduque en estas tierras extremeñas. Todo el
conjunto ha sido objeto de un minucioso estudio por parte del profesor Torres Pérez.
Se alza desde un sotabanco berroqueño decorado con cartelas manieristas de cueros recortados, en las que alternan las cruces de la Orden de Alcántara con las llaves de san
Pedro, patrono de la parroquia. También se disponen en dicho sotabanco, intercaladas,
bellas ménsulas curvilíneas adornadas con acantos y testas de querubines.
Consta el retablo de: banco, tres cuerpos de clasicista arquitectura renacentista (separados por frisos, en donde se distinguen querubines, cartelas y otros motivos de estirpe
manierista) y ático o remate. Las columnas, acanaladas, son jónicas en el cuerpo inferior,
y compuestas en los dos restantes: los fustes van abrazados a un tercio de su altura por
carátulas y querubines de los que penden frutas y telas.
En el banco se aprecian en mediorrelieve las efigies de los cuatro evangelistas, muy similares en su disposición tendida a los berruguetescos del cacereño retablo de la parroquia
de Santiago. Entre estas figuras se insertan dos apaisados tableros de pincel con los cuatro
padres de la iglesia occidental: san Ambrosio y san Agustín, por el Evangelio, y san Jerónimo y san Gregorio por el lado de la Epístola. En el libro abierto que sostiene san Gregorio
se lee una inscripción muy curiosa que alude a la devoción que se le profesaba en Gata en
siglos pasados: Prometió la villa de Gata guardar su día por voto de este Santo.
Los tres cuerpos del retablo exhiben siete calles en las que se suceden hornacinas de medio punto (cuatro en cada piso) que guardan las efigies de los doce apóstoles, y grandes
tableros rectangulares de pincel, seis en total y dos en cada orden del retablo. Los apóstoles son los siguientes, de abajo a arriba y de izquierda a derecha: Santiago el Mayor,
san Pedro, san Pablo, san Juan (en el primer nivel); san Bartolomé, san Andrés, santo
Tomás, san Judas Tadeo (en el segundo piso), san Mateo, Santiago el Menor, san Simón y
san Felipe (en el último cuerpo). Los tableros de pincel, ejecutados por Pedro de Córdoba,
contienen las siguientes escenas: en el primer cuerpo La Santa Cena (en la que, como dato
curioso, se presenta al fondo El Lavatorio) y la Oración en el Huerto (con El Prendimiento
figurado a la derecha de la composición); en el cuerpo central del retablo vemos dos cuadros relacionados con el santo patrón del templo, no exentos de ciertos toques picarescos:
a la izquierda San Pedro liberado de su prisión por el ángel y a la derecha La Crucifixión
del primer pontífice de la iglesia. Los tableros de La Anunciación y de La Coronación de la
Virgen culminan el retablo.
La calle central del retablo se reserva para las composiciones de mayor importancia desde
un punto de vista simbólico. La hornacina principal la ocupa una pesada escultura de san