Consejería De Cultura, Turismo Y Deportes. Bienes De Interés Cultural. (2021063779)
Resolución de 29 de noviembre de 2021, de la Consejera, por la que se incoa expediente de declaración de Bien de Interés Cultural, a favor de la localidad de Alcántara, con la categoría de sitio histórico.
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NÚMERO 240
Jueves, 16 de diciembre de 2021
59247
primer arco. El daño fue reparado ya en el siglo XVI, en una obra dirigida por el maestro
de carpintería y cantería natural de Alcántara, Martín López y su hermano Martín de
Ordieta y que concluye en 1543.
El puente dispondrá a lo largo de su historia de dependencias defensivas que reforzarán
su carácter de aduana. En 1577, tienen lugar otras obras, al frente de las cuales estará
el maestro Diego de Castañeda. Asimismo se construyen varios aposentos y dependencias que contribuyen a acentuar su carácter de aduana.
En 1706, los portugueses ganan la plaza, y se inutiliza el segundo arco de la margen
derecha. Aunque al parecer un año después aún no había sido derruido del todo. En
estos años se atravesaba el puente por arpilleras y mampostería. La restauración del
puente se inició ya en época de Carlos III.
A principios del siglo XIX, Alcántara será nuevamente ocupada, esta vez por los franceses en su avance hacia Portugal. Durante este conflicto, los ejércitos aliados destruyeron, en 1809, uno de los arcos para impedir el avance francés. Esta circunstancia
determinó la necesidad de una restauración que se lleva a cabo a mediados del siglo
XIX por iniciativa de la Real Academia de la Historia. Se reconstruyó entonces el arco
que había sido volado, pero también se consolidó toda la fábrica y se dispuso en su sitio
el arco honorífico que había sido desmontado.
Elementos importantes que forman parte del puente son: El Arco Honorífico y el templete de San Julián.
El Arco de triunfo pudo tener en sus orígenes una significación funeraria, ritual, como
monumento de paso. Ya en época imperial, el monumento debió estar dedicado al Emperador o a miembros de sus familia. En él aparecen inscripciones de diversas épocas.
El arco arranca de dos soportes. Las dovelas del arco presentan unos sillares con almohadillado muy regular. Desde el pie del arco hasta la primera cornisa hay 19 hiladas.
Sobre esta cornisa, se elevan un primer friso, una segunda cornisa y, de nuevo, otro
friso. Las almenas, algunas de ellas con aspilleras en forma de cruz y los escudos, que
pertenecen a la reforma de Carlos V, le confieren un aspecto de defensivo. En el arco
honorífico aparecen inscripciones de diversas épocas.
El templete fue erigido en honor al emperador Trajano y a los dioses de Roma por Caius
Iulius Lacer. El pequeño templo “in antis” está levantado con piedra granítica de la comarca de Alcántara. Parte del estilóbato se eleva sobre la roca. Los sillares son almohadillados y fueron retocados por don Alejandro Millán en la reconstrucción del siglo XIX.
Sus medidas son: 4,10 m de anchura, 5,86 m de longitud y 6,61 m de altura.
Jueves, 16 de diciembre de 2021
59247
primer arco. El daño fue reparado ya en el siglo XVI, en una obra dirigida por el maestro
de carpintería y cantería natural de Alcántara, Martín López y su hermano Martín de
Ordieta y que concluye en 1543.
El puente dispondrá a lo largo de su historia de dependencias defensivas que reforzarán
su carácter de aduana. En 1577, tienen lugar otras obras, al frente de las cuales estará
el maestro Diego de Castañeda. Asimismo se construyen varios aposentos y dependencias que contribuyen a acentuar su carácter de aduana.
En 1706, los portugueses ganan la plaza, y se inutiliza el segundo arco de la margen
derecha. Aunque al parecer un año después aún no había sido derruido del todo. En
estos años se atravesaba el puente por arpilleras y mampostería. La restauración del
puente se inició ya en época de Carlos III.
A principios del siglo XIX, Alcántara será nuevamente ocupada, esta vez por los franceses en su avance hacia Portugal. Durante este conflicto, los ejércitos aliados destruyeron, en 1809, uno de los arcos para impedir el avance francés. Esta circunstancia
determinó la necesidad de una restauración que se lleva a cabo a mediados del siglo
XIX por iniciativa de la Real Academia de la Historia. Se reconstruyó entonces el arco
que había sido volado, pero también se consolidó toda la fábrica y se dispuso en su sitio
el arco honorífico que había sido desmontado.
Elementos importantes que forman parte del puente son: El Arco Honorífico y el templete de San Julián.
El Arco de triunfo pudo tener en sus orígenes una significación funeraria, ritual, como
monumento de paso. Ya en época imperial, el monumento debió estar dedicado al Emperador o a miembros de sus familia. En él aparecen inscripciones de diversas épocas.
El arco arranca de dos soportes. Las dovelas del arco presentan unos sillares con almohadillado muy regular. Desde el pie del arco hasta la primera cornisa hay 19 hiladas.
Sobre esta cornisa, se elevan un primer friso, una segunda cornisa y, de nuevo, otro
friso. Las almenas, algunas de ellas con aspilleras en forma de cruz y los escudos, que
pertenecen a la reforma de Carlos V, le confieren un aspecto de defensivo. En el arco
honorífico aparecen inscripciones de diversas épocas.
El templete fue erigido en honor al emperador Trajano y a los dioses de Roma por Caius
Iulius Lacer. El pequeño templo “in antis” está levantado con piedra granítica de la comarca de Alcántara. Parte del estilóbato se eleva sobre la roca. Los sillares son almohadillados y fueron retocados por don Alejandro Millán en la reconstrucción del siglo XIX.
Sus medidas son: 4,10 m de anchura, 5,86 m de longitud y 6,61 m de altura.