Comunidad Autónoma Del Principado de Asturias. III. Otras disposiciones. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2025-12397)
Resolución de 14 de mayo de 2025, de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Deporte, por la que se incoa expediente para la declaración de la Trashumancia en Asturias, como bien de interés cultural de carácter inmaterial.
59 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 146
Miércoles 18 de junio de 2025
Sec. III. Pág. 81205
aprovechando zonas situadas entre medias respecto a las localidades de los valles
próximos. Son las invernales –o praderías invernales (Sainz de la Mata 2009: 39)–,
término que engloba los prados cercados y las construcciones existentes en esos
enclaves, fundamentalmente cabañas, que los rebaños ocupan de forma estacional
durante los meses más fríos del ciclo anual. Estos prados son aprovechados durante el
verano para producir hierba seca, almacenada para alimentar al ganado que allí
permanecerá durante el invierno. Normalmente, estos establecimientos se ubican
próximos a las aldeas estantes, dentro de sus términos parroquiales. Aunque también
existen ejemplos de invernales situadas más allá de los límites municipales, como
también se observa en el caso de Sotres. Desde esta localidad cabraliega situada
a 1.000 msnm, se producían desplazamientos para la invernada hacia espacios agrarios
marginales por encima de los pueblos llaniscos de la vertiente septentrional de la Sierra
del Cuera (Valladares 2005: 64–65). Se trata de una estrategia ya inexistente que fue
documentada durante las décadas centrales del siglo XX a través del arriendo de prados
y cabañas a las familias locales, aunque posteriormente se consolidaría mediante
algunas adquisiciones particulares.
Los vaqueiros d’alzada: un grupo trashumante singular.
Los vaqueiros d’alzada constituyen un grupo humano singular dentro de la población
rural asturiana, evidenciando características particulares en sus bases culturales,
sociales y productivas (García Martínez 1988; Cátedra 1989). Su fuerte identidad
colectiva, y la particular genealogía histórica en contraste con el resto de la población
rural asturiana, han propiciado que un buen número de antropólogos, historiadores y
otros investigadores centrasen su interés en este colectivo a lo largo del último siglo. Las
familias vaqueiras mantenían una forma de vida basada en un modelo trashumante de
media distancia, con dos casas situadas en ámbitos complementarios separados por
varias docenas de kilómetros: la casa de invierno/de abajo, que ocupaban entre tres
y cuatro meses, en zonas bajas próximas a la costa; y la casa de verano/de arriba en
zonas de montaña, que ocupaban durante ocho o nueve meses, por encima de los
pueblos más elevados de los campesinos estantes. Su distribución incluye una amplia
zona del centro y occidente asturiano, lo que genera ciertas especificidades según las
zonas en cuanto a las particularidades de sus formas de vida y sus modelos de
trashumancia, y también en relación con la vigencia actual de esta manifestación.
El ciclo de movilidad anual de los vaqueiros implicaba el desplazamiento de toda la
familia entre una casa y la otra, con todos sus animales y enseres domésticos, por lo
cual se decía que alzaban la morada. Este viaje trashumante era así denominado
alzada, con una duración de varios días, en función de la distancia existente entre las
dos moradas de las familias vaqueiras. La relevancia de este desplazamiento dentro del
ciclo anual lo convierte en uno de los rasgos identitarios fundamentales para el colectivo,
en tanto que eran episodios clave que determinaban su singularidad en el contexto rural
asturiano. De la significación de la alzada da cuenta la centralidad de estos viajes en la
memoria de las familias vaqueiras, siendo los recorridos seguidos por cada familia uno
de los elementos centrales de sus recuerdos transmitidos de generación en generación.
Es revelador, igualmente, que algunas de las comunidades portadoras vinculadas a esta
modalidad trashumante han elegido la recreación y conmemoración de la alzada como
actividad central en eventos culturales y festivos organizados con éxito notable en los
últimos años, lo cual nos habla de la relevancia de este viaje en esta manifestación
inmaterial, y de la propia vigencia a nivel identitario de la trashumancia.
Los asentamientos ocupados durante el verano se denominan brañas-pueblo, brañas
d’arriba o pueblos de verano, localizándose a altitudes elevadas (en función de la
geografía particular de cada comarca asturiana), que en zonas como Somiedu alcanzan
los 1.200-1.400 msnm. Estos enclaves son cruciales para comprender el sistema
productivo del colectivo (Sánchez Fernández 1988). Las familias vaqueiras permanecían
unos 8 o 9 meses en ellos, durante la época estival del ciclo anual. Entonces, el ganado
de cada familia pastaba libremente en los extensos pastizales de montaña. La cabaña
cve: BOE-A-2025-12397
Verificable en https://www.boe.es
3.2
Núm. 146
Miércoles 18 de junio de 2025
Sec. III. Pág. 81205
aprovechando zonas situadas entre medias respecto a las localidades de los valles
próximos. Son las invernales –o praderías invernales (Sainz de la Mata 2009: 39)–,
término que engloba los prados cercados y las construcciones existentes en esos
enclaves, fundamentalmente cabañas, que los rebaños ocupan de forma estacional
durante los meses más fríos del ciclo anual. Estos prados son aprovechados durante el
verano para producir hierba seca, almacenada para alimentar al ganado que allí
permanecerá durante el invierno. Normalmente, estos establecimientos se ubican
próximos a las aldeas estantes, dentro de sus términos parroquiales. Aunque también
existen ejemplos de invernales situadas más allá de los límites municipales, como
también se observa en el caso de Sotres. Desde esta localidad cabraliega situada
a 1.000 msnm, se producían desplazamientos para la invernada hacia espacios agrarios
marginales por encima de los pueblos llaniscos de la vertiente septentrional de la Sierra
del Cuera (Valladares 2005: 64–65). Se trata de una estrategia ya inexistente que fue
documentada durante las décadas centrales del siglo XX a través del arriendo de prados
y cabañas a las familias locales, aunque posteriormente se consolidaría mediante
algunas adquisiciones particulares.
Los vaqueiros d’alzada: un grupo trashumante singular.
Los vaqueiros d’alzada constituyen un grupo humano singular dentro de la población
rural asturiana, evidenciando características particulares en sus bases culturales,
sociales y productivas (García Martínez 1988; Cátedra 1989). Su fuerte identidad
colectiva, y la particular genealogía histórica en contraste con el resto de la población
rural asturiana, han propiciado que un buen número de antropólogos, historiadores y
otros investigadores centrasen su interés en este colectivo a lo largo del último siglo. Las
familias vaqueiras mantenían una forma de vida basada en un modelo trashumante de
media distancia, con dos casas situadas en ámbitos complementarios separados por
varias docenas de kilómetros: la casa de invierno/de abajo, que ocupaban entre tres
y cuatro meses, en zonas bajas próximas a la costa; y la casa de verano/de arriba en
zonas de montaña, que ocupaban durante ocho o nueve meses, por encima de los
pueblos más elevados de los campesinos estantes. Su distribución incluye una amplia
zona del centro y occidente asturiano, lo que genera ciertas especificidades según las
zonas en cuanto a las particularidades de sus formas de vida y sus modelos de
trashumancia, y también en relación con la vigencia actual de esta manifestación.
El ciclo de movilidad anual de los vaqueiros implicaba el desplazamiento de toda la
familia entre una casa y la otra, con todos sus animales y enseres domésticos, por lo
cual se decía que alzaban la morada. Este viaje trashumante era así denominado
alzada, con una duración de varios días, en función de la distancia existente entre las
dos moradas de las familias vaqueiras. La relevancia de este desplazamiento dentro del
ciclo anual lo convierte en uno de los rasgos identitarios fundamentales para el colectivo,
en tanto que eran episodios clave que determinaban su singularidad en el contexto rural
asturiano. De la significación de la alzada da cuenta la centralidad de estos viajes en la
memoria de las familias vaqueiras, siendo los recorridos seguidos por cada familia uno
de los elementos centrales de sus recuerdos transmitidos de generación en generación.
Es revelador, igualmente, que algunas de las comunidades portadoras vinculadas a esta
modalidad trashumante han elegido la recreación y conmemoración de la alzada como
actividad central en eventos culturales y festivos organizados con éxito notable en los
últimos años, lo cual nos habla de la relevancia de este viaje en esta manifestación
inmaterial, y de la propia vigencia a nivel identitario de la trashumancia.
Los asentamientos ocupados durante el verano se denominan brañas-pueblo, brañas
d’arriba o pueblos de verano, localizándose a altitudes elevadas (en función de la
geografía particular de cada comarca asturiana), que en zonas como Somiedu alcanzan
los 1.200-1.400 msnm. Estos enclaves son cruciales para comprender el sistema
productivo del colectivo (Sánchez Fernández 1988). Las familias vaqueiras permanecían
unos 8 o 9 meses en ellos, durante la época estival del ciclo anual. Entonces, el ganado
de cada familia pastaba libremente en los extensos pastizales de montaña. La cabaña
cve: BOE-A-2025-12397
Verificable en https://www.boe.es
3.2