Comunidad Autónoma Del Principado de Asturias. III. Otras disposiciones. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2025-12397)
Resolución de 14 de mayo de 2025, de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Deporte, por la que se incoa expediente para la declaración de la Trashumancia en Asturias, como bien de interés cultural de carácter inmaterial.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 146
Miércoles 18 de junio de 2025
Sec. III. Pág. 81199
realidades locales que cabría considerar a escala micro. Así, se identifica (i) un modelo
que aglutina prácticas trasterminantes o de trashumancia de valle, generalizado en todo
el territorio asturiano, con grupos que realizan un manejo pastoril móvil basado en una
aldea estante; (ii) el singular modelo de trashumancia de media distancia de los
vaqueiros d’alzada (vaqueros en el área central), en el Occidente y Centro de Asturias,
con familias que trashuman anualmente entre sus dos casas emplazadas en pueblos
distantes que ocupan alternativamente en invierno y verano; y (iii) un modelo
trashumante de larga distancia protagonizado por pastores especializados en ganado
ovino (últimos herederos del formato histórico amparado durante la Edad Media por el
Honrado Concejo de La Mesta) que realizan desplazamientos desde las dehesas
extremeñas hacia la cordillera Cantábrica, para aprovechar unos pocos pastizales
situados en los pisos alpino y subalpino sobre el límite meridional de Asturias con León,
ya que en su mayor parte conducen sus rebaños hacia los «puertos pirenaicos» de la
vertiente leonesa de esta cadena montañosa.
La trashumancia de valle o trasterminancia.
La trasterminancia o trashumancia de valle es una práctica ganadera con movilidad
de corto recorrido. La practican comunidades rurales sedentarias que desplazan sus
rebaños entre diferentes localizaciones a altitudes variables, siguiendo esquemas
prefijados que se relacionan con la disponibilidad estacional de los pastos naturales. Se
trata de una fórmula común en Asturias, en clara adaptación a la compleja orografía de
la región, que ofrece diferentes ecotopos en otros tantos pisos altitudinales muy
próximos en distancia. Podemos afirmar, de hecho, que se trata de la fórmula de
movilidad pastoril más extendida en el territorio asturiano: se reconoce en las zonas más
elevadas de la cordillera Cantábrica, los valles y sierras interiores, así como en las
sierras prelitorales. En todo este territorio es posible identificar especificidades y
variaciones en función de diferentes variables, como las especies animales implicadas y
su orientación productiva, el tiempo de permanencia del ganado en las zonas elevadas
más alejadas de los pueblos, la distancia que recorren los pastores entre sus aldeas de
origen y las zonas donde se alimenta el ganado, o los patrones de movilidad que
configuran los movimientos de los rebaños entre la casa familiar y los diferentes
establecimientos pastoriles temporales en el marco del ciclo productivo anual.
Dentro de este amplio rango de variantes trasterminantes, se dan casos en los que
las comunidades que protagonizan actualmente esta actividad basada en la movilidad
pastoril no reconocen su actividad bajo el concepto «trashumancia», como constatan
testimonios recogidos en las entrevistas realizadas para este trabajo. Hoy en día, los
pastores que practican esta fórmula trasterminante no pernoctan en los lugares alejados
de sus aldeas y pueblos, salvo en casos contados. Por ello, se sienten más conformes
con descripciones de su actividad como ganadería extensiva, o simplemente se refieren
a manejos que consisten en «echar/subir el ganado al monte» (muda, estivar, subir a
puerto, embrañar, emberengar o vaqueirar). Esto se debe a que suelen identificar la
trashumancia con los modelos ganaderos herederos de La Mesta (Klein 1920), en los
cuales los rebaños de ovejas merinas trashuman entre las planicies interiores de la
península ibérica y cadenas montañosas como la cordillera Cantábrica (Rodríguez
Pascual 2004). Sin embargo, las prácticas trasterminantes a las que nos referimos aquí
son claras herederas de modelos de trashumancia de valle o «de tipo alpino» que aún
hoy reproducen buena parte de las dicotomías arriba/abajo, verano/invierno en los
fundamentos culturales y socioambientales propias de sus percepciones (García
Martínez 2008), que originarían un dualismo ecológico, económico, social y metal
consustancial a la trashumancia (Concepción et al. 2008: 180-84). Por ello, estas formas
ganaderas reflejan a la perfección las características centrales de un manejo pastoril
móvil que aprovecha estacionalmente la complementariedad de distintos sectores del
territorio agrario circundante, lo cual puede ser encapsulado bajo el paraguas de la
trashumancia como manifestación característica del PCI asturiano.
cve: BOE-A-2025-12397
Verificable en https://www.boe.es
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Núm. 146
Miércoles 18 de junio de 2025
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realidades locales que cabría considerar a escala micro. Así, se identifica (i) un modelo
que aglutina prácticas trasterminantes o de trashumancia de valle, generalizado en todo
el territorio asturiano, con grupos que realizan un manejo pastoril móvil basado en una
aldea estante; (ii) el singular modelo de trashumancia de media distancia de los
vaqueiros d’alzada (vaqueros en el área central), en el Occidente y Centro de Asturias,
con familias que trashuman anualmente entre sus dos casas emplazadas en pueblos
distantes que ocupan alternativamente en invierno y verano; y (iii) un modelo
trashumante de larga distancia protagonizado por pastores especializados en ganado
ovino (últimos herederos del formato histórico amparado durante la Edad Media por el
Honrado Concejo de La Mesta) que realizan desplazamientos desde las dehesas
extremeñas hacia la cordillera Cantábrica, para aprovechar unos pocos pastizales
situados en los pisos alpino y subalpino sobre el límite meridional de Asturias con León,
ya que en su mayor parte conducen sus rebaños hacia los «puertos pirenaicos» de la
vertiente leonesa de esta cadena montañosa.
La trashumancia de valle o trasterminancia.
La trasterminancia o trashumancia de valle es una práctica ganadera con movilidad
de corto recorrido. La practican comunidades rurales sedentarias que desplazan sus
rebaños entre diferentes localizaciones a altitudes variables, siguiendo esquemas
prefijados que se relacionan con la disponibilidad estacional de los pastos naturales. Se
trata de una fórmula común en Asturias, en clara adaptación a la compleja orografía de
la región, que ofrece diferentes ecotopos en otros tantos pisos altitudinales muy
próximos en distancia. Podemos afirmar, de hecho, que se trata de la fórmula de
movilidad pastoril más extendida en el territorio asturiano: se reconoce en las zonas más
elevadas de la cordillera Cantábrica, los valles y sierras interiores, así como en las
sierras prelitorales. En todo este territorio es posible identificar especificidades y
variaciones en función de diferentes variables, como las especies animales implicadas y
su orientación productiva, el tiempo de permanencia del ganado en las zonas elevadas
más alejadas de los pueblos, la distancia que recorren los pastores entre sus aldeas de
origen y las zonas donde se alimenta el ganado, o los patrones de movilidad que
configuran los movimientos de los rebaños entre la casa familiar y los diferentes
establecimientos pastoriles temporales en el marco del ciclo productivo anual.
Dentro de este amplio rango de variantes trasterminantes, se dan casos en los que
las comunidades que protagonizan actualmente esta actividad basada en la movilidad
pastoril no reconocen su actividad bajo el concepto «trashumancia», como constatan
testimonios recogidos en las entrevistas realizadas para este trabajo. Hoy en día, los
pastores que practican esta fórmula trasterminante no pernoctan en los lugares alejados
de sus aldeas y pueblos, salvo en casos contados. Por ello, se sienten más conformes
con descripciones de su actividad como ganadería extensiva, o simplemente se refieren
a manejos que consisten en «echar/subir el ganado al monte» (muda, estivar, subir a
puerto, embrañar, emberengar o vaqueirar). Esto se debe a que suelen identificar la
trashumancia con los modelos ganaderos herederos de La Mesta (Klein 1920), en los
cuales los rebaños de ovejas merinas trashuman entre las planicies interiores de la
península ibérica y cadenas montañosas como la cordillera Cantábrica (Rodríguez
Pascual 2004). Sin embargo, las prácticas trasterminantes a las que nos referimos aquí
son claras herederas de modelos de trashumancia de valle o «de tipo alpino» que aún
hoy reproducen buena parte de las dicotomías arriba/abajo, verano/invierno en los
fundamentos culturales y socioambientales propias de sus percepciones (García
Martínez 2008), que originarían un dualismo ecológico, económico, social y metal
consustancial a la trashumancia (Concepción et al. 2008: 180-84). Por ello, estas formas
ganaderas reflejan a la perfección las características centrales de un manejo pastoril
móvil que aprovecha estacionalmente la complementariedad de distintos sectores del
territorio agrario circundante, lo cual puede ser encapsulado bajo el paraguas de la
trashumancia como manifestación característica del PCI asturiano.
cve: BOE-A-2025-12397
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