Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática. III. Otras disposiciones. Lugares de memoria democrática. (BOE-A-2025-4237)
Resolución de 25 de febrero de 2025, de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, por la que se publica el Acuerdo de incoación del procedimiento de declaración de Lugar de Memoria Democrática de la «Iglesia de San Francisco de Asís de Vitoria. Los sucesos del 3 de marzo de 1976».
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 3 de marzo de 2025
Sec. III. Pág. 29243
ejecutiva de desalojar el templo sin reparar en medios. El asalto se produjo utilizando
inicialmente gases lacrimógenos que se lanzaron al aire en el interior del templo. La
gente empezó a salir precipitadamente. En las inmediaciones de la iglesia, a pocos
metros de la puerta, varios de los desalojados fueron alcanzados por pelotas de goma y
por disparos de arma de fuego con resultado de tres muertes y decenas de heridos de
los cuales dos murieron días después como consecuencia de las heridas. En concreto,
de los disparos efectuados por armas de fuego de las unidades policiales desplegadas
resultaron muertos en el mismo lugar de los hechos Pedro María Martínez Ocio (de
Forjas Alavesas, 27 años) y Francisco Aznar Clemente (panadero y estudiante, 17 años).
Romualdo Barroso Chaparro (de Agrator, 19 años), gravemente herido, fallecería poco
después. Además, se constata la existencia de al menos cuarenta y siete hospitalizados,
algunos de ellos también por heridas de bala y otras treinta personas atendidas que
precisaron de diversa asistencia sanitaria sin que fuera necesario su ingreso. Dos de los
heridos graves, José Castillo García (de Basa, grupo Arregui, 32 años) y Bienvenido
Pereda Moral (de Grupos diferenciales, 30 años) murieron en fechas posteriores a
consecuencia de las heridas recibidas por arma de fuego de las fuerzas policiales. En
conjunto hay constancia de cuarenta y dos heridos de bala, además de las cinco
víctimas mortales.
El día 5 de marzo, dos días después de los hechos, se celebró el funeral en la
catedral y una enorme comitiva formada por miles de obreros desfilaron con los ataúdes
a los hombros portados por sus compañeros.
Durante los siguientes días se siguieron produciendo hechos del mismo tenor: cargas
policiales, a consecuencia de las cuales resultó herido de diversa consideración un
número indeterminado de personas (contusiones, graves lesiones oculares, etc.). Se
celebraron, igualmente, múltiples manifestaciones en toda España de condena por las
muertes del tres de marzo en Vitoria. En el transcurso de una de ellas, en Basauri
(Vizcaya), 8 de marzo de 1976, resultó muerto igualmente por disparos de arma de fuego
efectuados por la Guardia Civil desplegada en la zona, el joven trabajador Vicente Antón
Ferrero.
[Hechos recogidos del «Dictamen histórico del Instituto Universitario de Historia
Social Valentín de Foronda UPV-EHU y del Dictamen de la Comisión Especial sobre los
hechos ocurridos en Vitoria-Gasteiz el 3 de marzo de 1976 (Parlamento Vasco, 12 de
junio de 2008)].
El 3 de marzo de 1976 constituye, por tanto, una de las fechas inolvidables para los
trabajadores de Vitoria, del País Vasco y de toda España. Los sucesos del 3 de marzo
han quedado en el recuerdo permanente del pueblo de Vitoria y simbolizan las legítimas
luchas de las capas trabajadoras por la mejora de sus condiciones de vida y de trabajo y
la durísima represión de las fuerzas policiales contra las movilizaciones obreras que aún
perduraba en España tras la muerte del dictador Francisco Franco.
La iglesia de San Francisco de Asís del barrio de Zaramaga constituye asimismo el
espacio de sociabilidad que acogía a los representantes de los trabajadores de Vitoria en
unos momentos en los que no existían libertades políticas ni sindicales y se carecía de
los más mínimos derechos de reunión y asociación. En ella y sus alrededores se
produjeron los horribles sucesos del 3 de marzo que dieron como resultado la muerte de
cinco trabajadores.
Por su valor simbólico, por su profunda trascendencia en el imaginario de las capas
trabajadoras, por su expresión de resistencia a la opresión de la dictadura, por ser
referente de aquellos horribles sucesos y asesinatos, la Iglesia de San Francisco de Asís
y los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria merecen ser declarados Lugar de
Memoria Democrática.
cve: BOE-A-2025-4237
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 53
Lunes 3 de marzo de 2025
Sec. III. Pág. 29243
ejecutiva de desalojar el templo sin reparar en medios. El asalto se produjo utilizando
inicialmente gases lacrimógenos que se lanzaron al aire en el interior del templo. La
gente empezó a salir precipitadamente. En las inmediaciones de la iglesia, a pocos
metros de la puerta, varios de los desalojados fueron alcanzados por pelotas de goma y
por disparos de arma de fuego con resultado de tres muertes y decenas de heridos de
los cuales dos murieron días después como consecuencia de las heridas. En concreto,
de los disparos efectuados por armas de fuego de las unidades policiales desplegadas
resultaron muertos en el mismo lugar de los hechos Pedro María Martínez Ocio (de
Forjas Alavesas, 27 años) y Francisco Aznar Clemente (panadero y estudiante, 17 años).
Romualdo Barroso Chaparro (de Agrator, 19 años), gravemente herido, fallecería poco
después. Además, se constata la existencia de al menos cuarenta y siete hospitalizados,
algunos de ellos también por heridas de bala y otras treinta personas atendidas que
precisaron de diversa asistencia sanitaria sin que fuera necesario su ingreso. Dos de los
heridos graves, José Castillo García (de Basa, grupo Arregui, 32 años) y Bienvenido
Pereda Moral (de Grupos diferenciales, 30 años) murieron en fechas posteriores a
consecuencia de las heridas recibidas por arma de fuego de las fuerzas policiales. En
conjunto hay constancia de cuarenta y dos heridos de bala, además de las cinco
víctimas mortales.
El día 5 de marzo, dos días después de los hechos, se celebró el funeral en la
catedral y una enorme comitiva formada por miles de obreros desfilaron con los ataúdes
a los hombros portados por sus compañeros.
Durante los siguientes días se siguieron produciendo hechos del mismo tenor: cargas
policiales, a consecuencia de las cuales resultó herido de diversa consideración un
número indeterminado de personas (contusiones, graves lesiones oculares, etc.). Se
celebraron, igualmente, múltiples manifestaciones en toda España de condena por las
muertes del tres de marzo en Vitoria. En el transcurso de una de ellas, en Basauri
(Vizcaya), 8 de marzo de 1976, resultó muerto igualmente por disparos de arma de fuego
efectuados por la Guardia Civil desplegada en la zona, el joven trabajador Vicente Antón
Ferrero.
[Hechos recogidos del «Dictamen histórico del Instituto Universitario de Historia
Social Valentín de Foronda UPV-EHU y del Dictamen de la Comisión Especial sobre los
hechos ocurridos en Vitoria-Gasteiz el 3 de marzo de 1976 (Parlamento Vasco, 12 de
junio de 2008)].
El 3 de marzo de 1976 constituye, por tanto, una de las fechas inolvidables para los
trabajadores de Vitoria, del País Vasco y de toda España. Los sucesos del 3 de marzo
han quedado en el recuerdo permanente del pueblo de Vitoria y simbolizan las legítimas
luchas de las capas trabajadoras por la mejora de sus condiciones de vida y de trabajo y
la durísima represión de las fuerzas policiales contra las movilizaciones obreras que aún
perduraba en España tras la muerte del dictador Francisco Franco.
La iglesia de San Francisco de Asís del barrio de Zaramaga constituye asimismo el
espacio de sociabilidad que acogía a los representantes de los trabajadores de Vitoria en
unos momentos en los que no existían libertades políticas ni sindicales y se carecía de
los más mínimos derechos de reunión y asociación. En ella y sus alrededores se
produjeron los horribles sucesos del 3 de marzo que dieron como resultado la muerte de
cinco trabajadores.
Por su valor simbólico, por su profunda trascendencia en el imaginario de las capas
trabajadoras, por su expresión de resistencia a la opresión de la dictadura, por ser
referente de aquellos horribles sucesos y asesinatos, la Iglesia de San Francisco de Asís
y los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria merecen ser declarados Lugar de
Memoria Democrática.
cve: BOE-A-2025-4237
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Núm. 53