Administración Local. III. Otras disposiciones. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2025-4166)
Resolución de 18 de febrero de 2025, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la modificación del expediente de declaración como bien de interés cultural de Can Vivot.
33 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 52

Sábado 1 de marzo de 2025

Sec. III. Pág. 28827

de las artes decorativas y pintura de Can Vivot, por lo tanto, presenta un doble valor: el
de conjunto, en su disposición como espacio de prestigio preservado durante siglos, con
piezas que remiten tanto en la actividad de la familia, una de las más relevantes de
Mallorca en los siglos XVII y XVIII, como la historia de Mallorca, además de documentar
la actividad comercial y artística de una época de esplendor de la nobleza mallorquina y
de la cual quedan muy pocos testigos; pero también como piezas artísticas relevantes
dentro de la historia de las artes en Mallorca. Este valor de conjunto se complementa con
el vínculo que ofrece con la casa, al haber sido los objetos mayoritariamente encargados
o adquiridos para decorarla donde forman un montaje, y al contar el archivo del casal
con la documentación que lo refleja (MOREY 1992, 99). Se trata, por lo tanto, de un
conjunto singular donde confluyen múltiples valores. Para protegerlos en consonancia,
se redactan al final unos criterios de intervención que, por una parte, permiten continuar
con los movimientos naturales que se han producido históricamente en los espacios de
prestigio del casal, pero al mismo tiempo se garantiza la preservación de los valores
patrimoniales de este conjunto tan singular.

3.2.1

Memoria histórica y descriptiva.
Consideraciones histórico-artísticas.

Según afirma Santiago Sebastián (SEBASTIAN 1974) la arquitectura civil del siglo
XVIII en Palma rompió con la tradición artística de la isla, introduciendo corrientes de
influencia francesa e italiana. De hecho, en los siglos XVII y XVIII la nobleza de Palma
vio una mejora importante en su situación económica, no sólo fruto de la actividad
agraria, sino sobre todo por la mercantil, por su actividad de comercio marítimo
(MONTANER 1988; MONTANER I LE SENNE 1980; MOREY 1992, etc. Como ejemplo,
la bibliografía cita un legajo del Archivo de Can Vivot dedicado a los Negocios del Mar,
que incluye la documentación del comercio marítimo de la familia en los siglos XVII
y XVIII). Eso hizo posible la reforma de los casales y su configuración como escenarios
de prestigio, en los cuales tenía mucho peso la sucesión de espacios que iba desde el
patio hasta los espacios de representación de la planta noble, que se diferenciaban
claramente de las zonas destinadas a usos domésticos y funcionales. Además, estas
actividades comerciales con diferentes puntos del Mediterráneo –sobre todo con Italia y
Malta–, tuvieron gran influencia en la naturaleza de las adquisiciones que hicieran.
Para el amueblamiento de estos espacios de representación, el gasto en bienes para
prepararlos se concebía como una inversión, ya que eran una «plasmación aglutinante
de los conceptos de linaje, honor, riqueza y poder» (LE SENNE 1981). De hecho, tener
una casa bien construida era una condición sine qua non para conseguir privilegios
nobiliarios o mantenerse con dignidad dentro de los estamentos privilegiados
(MONTANER 1988). Así, la sucesión de espacios que se abrían a los invitados en
momentos de celebraciones, muchas de las cuales habían supuesto también la
decoración e iluminación de las calles y alrededores del casal, se implantaba con
continuidad hacia el patio y al jardín, y hacia los interiores de la planta noble, como son
la sala de armas y los estrados –una configuración que tomó fuerza en el siglo XVII– a
los que se añadían para la organización de cenas o fiestas elementos extras a la
decoración habitual como tejidos, cojines o muebles de gran calidad (PERELLÓ 1989).
Que Can Vivot fue utilizado en este sentido en momentos de bonanza económica lo
constata la documentación de época –como ejemplo, se ha publicado que Joan Sureda i
Villalonga se llegó a gastar en una sola fiesta, 10.000 libras (MONTANER 1984,
PERELLÓ 1989).
Según Sebastián, ningún otro casal como Can Vivot representa mejor este episodio.
No en balde, la familia Sureda, Marqueses de Vivot desde 1717, figuran entre las familias
fundadoras de Ses Nou Cases (MOREY 1992, LE SENNE y MONTANER 1977), una
preponderancia que perduró en el tiempo, ya que, en 1870, de acuerdo con los datos del
Archiduque Lluís Salvador, el patrimonio del Marqués de Vivot era el cuarto de Mallorca
(MOJADO y SUAVE 1979).

cve: BOE-A-2025-4166
Verificable en https://www.boe.es

3.2