Comunidad Autónoma de Galicia. III. Otras disposiciones. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2025-2974)
Resolución de 29 de mayo de 2024, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consellería de Cultura, Lengua y Juventud, por la que se incoa procedimiento para declarar bien de interés cultural del patrimonio inmaterial la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 40
Sábado 15 de febrero de 2025
7.
Sec. III. Pág. 21402
Valoración cultural.
La ceremonia de la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento,
celebrada anualmente en la Catedral de Lugo, representa un caso singular dentro de la
cultura y el patrimonio inmaterial de la comunidad autónoma de Galicia, al exponer de
forma única la secular tradición de los gallegos y las gallegas, así como la evolución de
su unidad como pueblo a través de los siglos.
Esta ceremonia se viene celebrando de forma ininterrumpida desde el tercero cuarto
del siglo XVII hasta la actualidad, al ir adaptándose a las circunstancias políticas que se
fueron sucediendo a lo largo de los siglos, como la división de Galicia en cuatro
provincias en 1833 y, al mismo tiempo, dejar de denominarse administrativamente como
Reino de Galicia.
La Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento reúne cada
domingo posterior al Corpus Christi en la basílica luguesa a los representantes de las
siete antiguas ciudades capitales del Reino de Galicia: A Coruña, Betanzos, Lugo,
Mondoñedo, Ourense, Santiago de Compostela y Tui, siendo esta ceremonia la principal
muestra de unión de las antiguas siete ciudades capitales en la actualidad.
La Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento tiene un valor
cultural singular, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Galicia, al tratarse de una
ceremonia que se mantiene durante más de tres siglos y medio reflejando el carácter de
unión del pueblo de Galicia, lo que supone un hecho único dentro del conjunto de
ceremonias de este tipo que se conservaron en nuestro país. Además, es necesario
añadir, como complemento de lo anterior, que la ceremonia representa una de las pocas
manifestaciones inmateriales vivas que evocan la entidad política histórica de Galicia.
La comunidad portadora y las formas de transmisión.
La Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia representa una tradición viva que fue
heredada de nuestros antepasados, conservándose de generación en generación. En
este sentido, la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia se adapta a la perfección a la
definición que da la Convención de la UNESCO para la Salvaguarda del Patrimonio
Cultural Inmaterial, reflejando un uso o expresión que un grupo de individuos reconoce
como parte integrante de su patrimonio cultural, transmitiéndose de generación en
generación, siendo celebrado constantemente por una comunidad, suponiendo una
interacción con su historia e infundiendo un sentimiento de identidad y continuidad.
Un aspecto clave en la relevancia que la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia tiene
es el papel protagonista que tiene la comunidad portadora de esta manifestación
inmaterial para su conservación. La comunidad portadora es trascendental en la acción
de salvaguardar la tradición vinculada a la Ofrenda, así como los protocolos, ceremonias
o prácticas vinculadas a ella, siendo esta comunidad portadora la responsable de
preservar el proceso evolutivo de esta ceremonia, transmitiéndola intra e
intergeneracionalmente. Es importante confirmar que las manifestaciones inmateriales
tienen un «locus» espacial, mas este puede mostrar ámbitos y alcances menos claros,
ya que en ellos prima la propia comunidad portadora de las formas culturales que los
integran, así como por el carácter dinámico y su esencia de poder ser compartido.
Un aspecto crucial en cuanto a la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia es que esta
abarca históricamente a toda Galicia, no a una localidad en concreto, sino a toda una
comunidad, hecho visible en aspectos como el propio escudo de Galicia y el origen de la
Ofrenda en las Juntas del Reino de Galicia: el día 1 de marzo de 1669 se formalizó en la
ciudad de A Coruña la escritura para un donativo que el Reino de Galicia daba al Cabildo
de la Catedral de Lugo, para aumentar el culto al Santísimo Sacramento en el Altar
Mayor.
Esta solicitud a las Juntas del Reino de Galicia fue aceptada de forma unánime por
los representantes de las siete ciudades capitales del Reino de Galicia, las cuáles eran:
A Coruña, Betanzos, Lugo, Mondoñedo, Ourense, Santiago de Compostela y Tui, pero
representaban, como expone nítidamente el memorial, a toda la geografía de Galicia,
cve: BOE-A-2025-2974
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8.
Núm. 40
Sábado 15 de febrero de 2025
7.
Sec. III. Pág. 21402
Valoración cultural.
La ceremonia de la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento,
celebrada anualmente en la Catedral de Lugo, representa un caso singular dentro de la
cultura y el patrimonio inmaterial de la comunidad autónoma de Galicia, al exponer de
forma única la secular tradición de los gallegos y las gallegas, así como la evolución de
su unidad como pueblo a través de los siglos.
Esta ceremonia se viene celebrando de forma ininterrumpida desde el tercero cuarto
del siglo XVII hasta la actualidad, al ir adaptándose a las circunstancias políticas que se
fueron sucediendo a lo largo de los siglos, como la división de Galicia en cuatro
provincias en 1833 y, al mismo tiempo, dejar de denominarse administrativamente como
Reino de Galicia.
La Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento reúne cada
domingo posterior al Corpus Christi en la basílica luguesa a los representantes de las
siete antiguas ciudades capitales del Reino de Galicia: A Coruña, Betanzos, Lugo,
Mondoñedo, Ourense, Santiago de Compostela y Tui, siendo esta ceremonia la principal
muestra de unión de las antiguas siete ciudades capitales en la actualidad.
La Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento tiene un valor
cultural singular, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Galicia, al tratarse de una
ceremonia que se mantiene durante más de tres siglos y medio reflejando el carácter de
unión del pueblo de Galicia, lo que supone un hecho único dentro del conjunto de
ceremonias de este tipo que se conservaron en nuestro país. Además, es necesario
añadir, como complemento de lo anterior, que la ceremonia representa una de las pocas
manifestaciones inmateriales vivas que evocan la entidad política histórica de Galicia.
La comunidad portadora y las formas de transmisión.
La Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia representa una tradición viva que fue
heredada de nuestros antepasados, conservándose de generación en generación. En
este sentido, la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia se adapta a la perfección a la
definición que da la Convención de la UNESCO para la Salvaguarda del Patrimonio
Cultural Inmaterial, reflejando un uso o expresión que un grupo de individuos reconoce
como parte integrante de su patrimonio cultural, transmitiéndose de generación en
generación, siendo celebrado constantemente por una comunidad, suponiendo una
interacción con su historia e infundiendo un sentimiento de identidad y continuidad.
Un aspecto clave en la relevancia que la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia tiene
es el papel protagonista que tiene la comunidad portadora de esta manifestación
inmaterial para su conservación. La comunidad portadora es trascendental en la acción
de salvaguardar la tradición vinculada a la Ofrenda, así como los protocolos, ceremonias
o prácticas vinculadas a ella, siendo esta comunidad portadora la responsable de
preservar el proceso evolutivo de esta ceremonia, transmitiéndola intra e
intergeneracionalmente. Es importante confirmar que las manifestaciones inmateriales
tienen un «locus» espacial, mas este puede mostrar ámbitos y alcances menos claros,
ya que en ellos prima la propia comunidad portadora de las formas culturales que los
integran, así como por el carácter dinámico y su esencia de poder ser compartido.
Un aspecto crucial en cuanto a la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia es que esta
abarca históricamente a toda Galicia, no a una localidad en concreto, sino a toda una
comunidad, hecho visible en aspectos como el propio escudo de Galicia y el origen de la
Ofrenda en las Juntas del Reino de Galicia: el día 1 de marzo de 1669 se formalizó en la
ciudad de A Coruña la escritura para un donativo que el Reino de Galicia daba al Cabildo
de la Catedral de Lugo, para aumentar el culto al Santísimo Sacramento en el Altar
Mayor.
Esta solicitud a las Juntas del Reino de Galicia fue aceptada de forma unánime por
los representantes de las siete ciudades capitales del Reino de Galicia, las cuáles eran:
A Coruña, Betanzos, Lugo, Mondoñedo, Ourense, Santiago de Compostela y Tui, pero
representaban, como expone nítidamente el memorial, a toda la geografía de Galicia,
cve: BOE-A-2025-2974
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