Comunidad Autónoma de Galicia. III. Otras disposiciones. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2025-2975)
Resolución de 18 de junio de 2024, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consellería de Cultura, Lengua y Juventud, por la que se incoa procedimiento para declarar bien de interés cultural del patrimonio inmaterial A Rapa das Bestas de Sabucedo (A Estrada).
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 40
Sábado 15 de febrero de 2025
Sec. III. Pág. 21409
Después de misa, la gente se va juntando en el lugar conocido como «O Celeiro»,
el punto de partida tradicional para realizar la subida hasta las zonas altas del monte
de Montouto, que abarca las diversas zonas del monte en las que se encuentran las
recuas de bestias de la yeguada, hacia el oeste de Sabucedo, como los de A Conla,
de O Cabeiro, de Corvos, Quintas, Cuíña, de A Pranzadoira, de San Isidro, de As
Lamas, de O Cádavo, etc., pertenecientes a diversos ayuntamientos.
Existe un «atavío» para la subida al monte y la posterior bajada. Además de un
calzado y pantalón resistentes, la gente del lugar porta el bocadillo colgando del cinto y,
sobre todo, el «pau de moca», que únicamente se usa el día de la subida al monte. Este
palo, de carácter ritual y festivo, se caracteriza por su forma abultada en un extremo, que
se utiliza además como apoyo para apartar los tojos. Para su elaboración se usa
normalmente un brote de melojo (Querqus pyrenaica), y el bulto de la base es el
engrosamiento de la raíz.
Ya en el monte, se van formando diversos grupos que, dirigidos por el vecindario de
Sabucedo, se encaminan hasta los lugares arriba citados, en los que se localizan los
diversos rebaños. Para recoger las diferentes manadas existen unas rutas definidas
hasta sus lugares de pastoreo. La distancia a recorrer puede variar dada la movilidad de
las bestias. Todas estas rutas de «recollida» confluyen en una serie de lugares como As
Lamas, O Marco y, finalmente, O Peón. Desde aquí, partirán todos los rebaños juntos
hacia Sabucedo.
La dificultad radica en que las bestias no se van a dejar capturar de buen grado y su
velocidad y aptitudes para desplazarse por el monte superan en mucho a las
capacidades de las personas, por lo que estas operaciones deben ejecutarse con el
máximo sigilo, de la siguiente manera: lo primero es localizarlas, para ello es preciso
conocer las zonas en las que se mueve cada una, ya que cada grupo de animales tiene
un territorio definido. Normalmente, tienden a situarse en lugares elevados, desde donde
mantener un buen control visual. Así, se trata de ir estableciendo un cerco con la
finalidad de rodearlas desde lejos procurando no inquietarlas para que no salgan en
desbandada.
Una vez reunidas las bestias se conducen hasta O Peón, un lugar previamente
acondicionado en lo alto del monte en el que se juntan todas las recuas. Esta operación,
la de conducir las bestias a O Peón, precisa de efectivos, conocimiento y organización.
Establecido el cerco, el denominado «cordón», habrá que moverse de manera
coordinada para que los animales también se vayan desplazando en la dirección
apropiada.
Asimismo, es precisa la comunicación entre la parte de delante y la trasera del
cordón, pues los que van detrás son los responsables de que las bestias anden (para lo
cual hay que «falarlles») y los primeros de que lo hagan al ritmo conveniente, sin que se
aceleren demasiado ni decidan dar media vuelta. Para realizar esta operación la
comunidad portadora emplea un código propio de expresiones: «facede cordón», «non
as apertedes», «faládelles ás bestas», «xente ao monte», «xente adiante», «tapade esa
boqueira», «agachádevos», «abrídelles ás bestas», «abrídevos para fóra», «parade as
bestas»… Para «falarlles ás bestas» se emite un grito característico con la finalidad de
hacerlas andar: «ghou, ghou» o «ghou, goupa ghou» y también «ghagha, ghagha, ghá».
Desde el año 2011 la jornada en el monte se realiza el viernes y la bajada de las
bestias reunidas en O Peón hasta Sabucedo se divide en dos fases. Una primera, en la
que las bestias se conducen desde O Peón hasta un lugar próximo a Sabucedo conocido
como Peche do Castelo, que se realiza el viernes, y una segunda fase, en la que se
finaliza la bajada de las bestias desde dicho Peche do Castelo hasta la aldea de
Sabucedo, que se ejecuta el sábado hacia el mediodía.
En la jornada del sábado, hacia las dos de la tarde, nuevamente los cohetes se
encargan de anunciar la llegada de las bestias, uno de los momentos importantes de la
fiesta, en la que todo el vecindario se encuentra un año más con los diferentes rebaños,
símbolo de su propia identidad. En este preciso momento se reúne la juventud con los
cve: BOE-A-2025-2975
Verificable en https://www.boe.es
– La bajada.
Núm. 40
Sábado 15 de febrero de 2025
Sec. III. Pág. 21409
Después de misa, la gente se va juntando en el lugar conocido como «O Celeiro»,
el punto de partida tradicional para realizar la subida hasta las zonas altas del monte
de Montouto, que abarca las diversas zonas del monte en las que se encuentran las
recuas de bestias de la yeguada, hacia el oeste de Sabucedo, como los de A Conla,
de O Cabeiro, de Corvos, Quintas, Cuíña, de A Pranzadoira, de San Isidro, de As
Lamas, de O Cádavo, etc., pertenecientes a diversos ayuntamientos.
Existe un «atavío» para la subida al monte y la posterior bajada. Además de un
calzado y pantalón resistentes, la gente del lugar porta el bocadillo colgando del cinto y,
sobre todo, el «pau de moca», que únicamente se usa el día de la subida al monte. Este
palo, de carácter ritual y festivo, se caracteriza por su forma abultada en un extremo, que
se utiliza además como apoyo para apartar los tojos. Para su elaboración se usa
normalmente un brote de melojo (Querqus pyrenaica), y el bulto de la base es el
engrosamiento de la raíz.
Ya en el monte, se van formando diversos grupos que, dirigidos por el vecindario de
Sabucedo, se encaminan hasta los lugares arriba citados, en los que se localizan los
diversos rebaños. Para recoger las diferentes manadas existen unas rutas definidas
hasta sus lugares de pastoreo. La distancia a recorrer puede variar dada la movilidad de
las bestias. Todas estas rutas de «recollida» confluyen en una serie de lugares como As
Lamas, O Marco y, finalmente, O Peón. Desde aquí, partirán todos los rebaños juntos
hacia Sabucedo.
La dificultad radica en que las bestias no se van a dejar capturar de buen grado y su
velocidad y aptitudes para desplazarse por el monte superan en mucho a las
capacidades de las personas, por lo que estas operaciones deben ejecutarse con el
máximo sigilo, de la siguiente manera: lo primero es localizarlas, para ello es preciso
conocer las zonas en las que se mueve cada una, ya que cada grupo de animales tiene
un territorio definido. Normalmente, tienden a situarse en lugares elevados, desde donde
mantener un buen control visual. Así, se trata de ir estableciendo un cerco con la
finalidad de rodearlas desde lejos procurando no inquietarlas para que no salgan en
desbandada.
Una vez reunidas las bestias se conducen hasta O Peón, un lugar previamente
acondicionado en lo alto del monte en el que se juntan todas las recuas. Esta operación,
la de conducir las bestias a O Peón, precisa de efectivos, conocimiento y organización.
Establecido el cerco, el denominado «cordón», habrá que moverse de manera
coordinada para que los animales también se vayan desplazando en la dirección
apropiada.
Asimismo, es precisa la comunicación entre la parte de delante y la trasera del
cordón, pues los que van detrás son los responsables de que las bestias anden (para lo
cual hay que «falarlles») y los primeros de que lo hagan al ritmo conveniente, sin que se
aceleren demasiado ni decidan dar media vuelta. Para realizar esta operación la
comunidad portadora emplea un código propio de expresiones: «facede cordón», «non
as apertedes», «faládelles ás bestas», «xente ao monte», «xente adiante», «tapade esa
boqueira», «agachádevos», «abrídelles ás bestas», «abrídevos para fóra», «parade as
bestas»… Para «falarlles ás bestas» se emite un grito característico con la finalidad de
hacerlas andar: «ghou, ghou» o «ghou, goupa ghou» y también «ghagha, ghagha, ghá».
Desde el año 2011 la jornada en el monte se realiza el viernes y la bajada de las
bestias reunidas en O Peón hasta Sabucedo se divide en dos fases. Una primera, en la
que las bestias se conducen desde O Peón hasta un lugar próximo a Sabucedo conocido
como Peche do Castelo, que se realiza el viernes, y una segunda fase, en la que se
finaliza la bajada de las bestias desde dicho Peche do Castelo hasta la aldea de
Sabucedo, que se ejecuta el sábado hacia el mediodía.
En la jornada del sábado, hacia las dos de la tarde, nuevamente los cohetes se
encargan de anunciar la llegada de las bestias, uno de los momentos importantes de la
fiesta, en la que todo el vecindario se encuentra un año más con los diferentes rebaños,
símbolo de su propia identidad. En este preciso momento se reúne la juventud con los
cve: BOE-A-2025-2975
Verificable en https://www.boe.es
– La bajada.