Ministerio de Cultura. III. Otras disposiciones. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2025-1122)
Resolución de 10 de enero de 2025, de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, por la que se incoa expediente de declaración de bien de interés cultural, en la categoría de monumento, a favor de la Residencia de Estudiantes.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Miércoles 22 de enero de 2025
Sec. III. Pág. 9481
arquitectónico en el notable grupo de edificios que formaban el conjunto de edificios que
acogieron dichos centros, entre los que destacaron la Residencia de Estudiantes, y su
grupo femenino de la Residencia de Señoritas y el Instituto-Escuela.
En los solares inmediatos a los pabellones de la Residencia se buscó emplearlos
como campos de tenis y de fútbol para los pasatiempos deportivos de los residentes. Por
otro lado, entorno a los pabellones, bajo la dirección de Javier de Winthuysen, se
hicieron plantaciones de árboles y arbustos, como almendros, albaricoqueros, plátanos,
acacias y, sobre todo, chopos, razón por la que el poeta y residente Juan Ramón
Jiménez, que rebautizó al lugar como la Colina de los Chopos. Experiencias como las
colonias escolares de vacaciones y gran parte de las actividades de la Residencia
buscaban llevar la escuela fuera de su recinto, situando las ideas pedagógicas de la
Institución a la par de los avanzados modelos desarrollados en Alemania y Suiza.
La inauguración de los pabellones gemelos y del pabellón de laboratorios se produjo
en 1915, coincidiendo con el fallecimiento de Giner de los Ríos. El resto de edificios y la
casa del director fueron realizados por el arquitecto Francisco Javier Luque entre 1915
y 1923.
Bajo la dirección de Alberto Jiménez Fraud, entre 1910 y 1936 la Residencia
se convirtió en uno de los focos de la cultura europea de entreguerras. Fue
fundamentalmente un espacio de reunión de científicos y de artistas de las vanguardias
del contexto. De este modo permitió la recuperación de la vida colegial en España, al
tiempo que se complementaba la enseñanza universitaria mediante el desarrollo de la
convivencia de los estudiantes un ambiente intelectual. Este diálogo entre ramas del
conocimiento y del arte era uno de los objetivos de la Institución, que buscaba la
apertura al resto de países europeos, así como al extranjero en su conjunto. Así,
acudieron estudiantes, investigadores, profesores y artistas de diferentes ramas,
mediante la financiación de las pensiones correspondientes para complementar y
completar sus estudios.
La construcción de estas redes de relaciones también permitió enviar varios profesores
que impartieron cátedra en diferentes países, especialmente en América. En el afán por
mantener evitar la fuga de conocimiento y de estos jóvenes investigadores, también se
concedieron algunas de ellas en España y desde la JAE se aumentó el sostenimiento y
financiación de los centros de investigación.
Se impartieron cursos y conferencias de extranjeros, invitados fundamentalmente
por el Comité Hispano Inglés y la Sociedad de Cursos de la Residencia. Fue sede de los
cursos de verano, recibiendo multitud de estudiantes norteamericanos, franceses, británicos,
suizos y alemanes en su mayoría, ampliándose al resto del año posteriormente.
Entre los residentes podemos encontrar grandes personalidades la cultura española
del siglo XX como Federico García Lorca, Salvador Dalí, Severo Ochoa, Luis Buñuel o
Miguel Catalán, pero también pasaron por la Residencia durante algún tiempo figuras
de la talla de José Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno, Manuel
de Falla, Santiago Ramón y Cajal, Ramón Menéndez Pidal, Blas Cabrera y Eugenio
d’Ors.
Entre las personalidades extranjeras que participaron en actividades de la Residencia,
destacan Albert Einstein, Marie Curie, G. K. Chesterton, J. M. Keynes, Igor Stravinsky,
Paul Valéry, Arthur Eddington, Walter Gropius, Henri Bergson y Le Corbusier.
Con la guerra civil española, el proyecto se vio violentamente interrumpido. Tras
producirse el golpe de 1936, la Residencia se convirtió en refugio diplomático debido a la
presencia numerosa de estudiantes extranjeros, para transformarse posteriormente en
Hospital de Carabineros en 1937. A finales de marzo de 1939 la Residencia es tomada
por militares de la aviación del ejército franquista. Un año antes, el decreto del 19 de
mayo de 1938 había disuelto la Junta para Ampliación de Estudios, asignándose sus
bienes Consejo Superior de Investigaciones Científicas creado mediante la Ley de 24 de
noviembre de 1939. Desde entonces se inicia la dispersión del patrimonio de la
Residencia. Tanto los edificios del grupo universitario como del grupo femenino fueron
cve: BOE-A-2025-1122
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 19
Miércoles 22 de enero de 2025
Sec. III. Pág. 9481
arquitectónico en el notable grupo de edificios que formaban el conjunto de edificios que
acogieron dichos centros, entre los que destacaron la Residencia de Estudiantes, y su
grupo femenino de la Residencia de Señoritas y el Instituto-Escuela.
En los solares inmediatos a los pabellones de la Residencia se buscó emplearlos
como campos de tenis y de fútbol para los pasatiempos deportivos de los residentes. Por
otro lado, entorno a los pabellones, bajo la dirección de Javier de Winthuysen, se
hicieron plantaciones de árboles y arbustos, como almendros, albaricoqueros, plátanos,
acacias y, sobre todo, chopos, razón por la que el poeta y residente Juan Ramón
Jiménez, que rebautizó al lugar como la Colina de los Chopos. Experiencias como las
colonias escolares de vacaciones y gran parte de las actividades de la Residencia
buscaban llevar la escuela fuera de su recinto, situando las ideas pedagógicas de la
Institución a la par de los avanzados modelos desarrollados en Alemania y Suiza.
La inauguración de los pabellones gemelos y del pabellón de laboratorios se produjo
en 1915, coincidiendo con el fallecimiento de Giner de los Ríos. El resto de edificios y la
casa del director fueron realizados por el arquitecto Francisco Javier Luque entre 1915
y 1923.
Bajo la dirección de Alberto Jiménez Fraud, entre 1910 y 1936 la Residencia
se convirtió en uno de los focos de la cultura europea de entreguerras. Fue
fundamentalmente un espacio de reunión de científicos y de artistas de las vanguardias
del contexto. De este modo permitió la recuperación de la vida colegial en España, al
tiempo que se complementaba la enseñanza universitaria mediante el desarrollo de la
convivencia de los estudiantes un ambiente intelectual. Este diálogo entre ramas del
conocimiento y del arte era uno de los objetivos de la Institución, que buscaba la
apertura al resto de países europeos, así como al extranjero en su conjunto. Así,
acudieron estudiantes, investigadores, profesores y artistas de diferentes ramas,
mediante la financiación de las pensiones correspondientes para complementar y
completar sus estudios.
La construcción de estas redes de relaciones también permitió enviar varios profesores
que impartieron cátedra en diferentes países, especialmente en América. En el afán por
mantener evitar la fuga de conocimiento y de estos jóvenes investigadores, también se
concedieron algunas de ellas en España y desde la JAE se aumentó el sostenimiento y
financiación de los centros de investigación.
Se impartieron cursos y conferencias de extranjeros, invitados fundamentalmente
por el Comité Hispano Inglés y la Sociedad de Cursos de la Residencia. Fue sede de los
cursos de verano, recibiendo multitud de estudiantes norteamericanos, franceses, británicos,
suizos y alemanes en su mayoría, ampliándose al resto del año posteriormente.
Entre los residentes podemos encontrar grandes personalidades la cultura española
del siglo XX como Federico García Lorca, Salvador Dalí, Severo Ochoa, Luis Buñuel o
Miguel Catalán, pero también pasaron por la Residencia durante algún tiempo figuras
de la talla de José Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno, Manuel
de Falla, Santiago Ramón y Cajal, Ramón Menéndez Pidal, Blas Cabrera y Eugenio
d’Ors.
Entre las personalidades extranjeras que participaron en actividades de la Residencia,
destacan Albert Einstein, Marie Curie, G. K. Chesterton, J. M. Keynes, Igor Stravinsky,
Paul Valéry, Arthur Eddington, Walter Gropius, Henri Bergson y Le Corbusier.
Con la guerra civil española, el proyecto se vio violentamente interrumpido. Tras
producirse el golpe de 1936, la Residencia se convirtió en refugio diplomático debido a la
presencia numerosa de estudiantes extranjeros, para transformarse posteriormente en
Hospital de Carabineros en 1937. A finales de marzo de 1939 la Residencia es tomada
por militares de la aviación del ejército franquista. Un año antes, el decreto del 19 de
mayo de 1938 había disuelto la Junta para Ampliación de Estudios, asignándose sus
bienes Consejo Superior de Investigaciones Científicas creado mediante la Ley de 24 de
noviembre de 1939. Desde entonces se inicia la dispersión del patrimonio de la
Residencia. Tanto los edificios del grupo universitario como del grupo femenino fueron
cve: BOE-A-2025-1122
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Núm. 19