Administración Local. III. Otras disposiciones. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2025-796)
Resolución de 19 de diciembre de 2024, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración como bien de interés cultural, con categoría de monumento, del conjunto del colegio, el convento, el claustro y la iglesia de Monti-Sion.
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No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 15
Viernes 17 de enero de 2025
6.3.1
6.3.1.1
Sec. III. Pág. 7373
Directivos de conservación preventiva.
Criterios generales.
La aplicación de estrategias preventivas tiene que ser la línea fundamental en la
conservación del conjunto de bienes que se incluyen en la declaración de BIC de Montisión. De esta manera, se eliminará o se reducirá la necesidad de abordar futuros
tratamientos más drásticos y costosos.
En este apartado se definirán, de forma general, las medidas y acciones que se
tienen que tener en cuenta a la hora de evitar o minimizar los daños. Para conseguirlo se
tiene que actuar sobre el origen de los problemas, generalmente localizados en factores
externos en los bienes. Por lo tanto, la conservación de este conjunto de bienes muebles
se verá condicionada en gran parte por las condiciones del inmueble que los contiene y
los usos a que se destine.
En este sentido se tendrán que establecer necesidades y prioridades y tomar
decisiones que tienen que contemplar la preservación conjunta de los bienes y del
inmueble, dado que hablamos de unos elementos que en algunos casos son inalienables
de unos espacios concretos, lo cual obliga a ajustar todas las consideraciones respecto
de la conservación preventiva a las limitaciones y posibilidades de los diferentes
espacios.
La conservación preventiva involucrará a todas las personas implicadas, de manera
que ninguna de ellas trabaje de forma aislada, ajena a la planificación y definición de
prioridades.
Estos aspectos tienen que quedar perfectamente definidos en un plan de
conservación preventiva pero hay una serie de líneas generales que se tendrán que
tener en cuenta en función de los diferentes factores de alteración(2):
(2)
Obviaremos aquí las patologías estructurales, ya explicadas en otro apartado.
6.3.1.2
Recomendaciones frente a los factores de alteración.
El mal estado de las cubiertas genera filtraciones de agua en el interior. A estas
humedades se tienen que añadir la provocada por la ascensión de agua por capilaridad
en los muros y la condensación creada por la humedad ambiental.
Los bienes ubicados en la iglesia son los principales afectados por este factor que no
sólo perjudica las pinturas murales y los elementos ornamentales o escultóricos, sino
también las pinturas colgadas en los muros y los retablos. Con respecto a los cuadros,
se tienen que embalar y retirar a un lugar seguro mientras se enmiendan los problemas
de humedad. En el caso de los retablos se tendrá que considerar cada caso
individualmente.
Una vez resueltos los problemas más evidentes de filtraciones y humedades por
capilaridad, se tendrán que buscar vías para el control de los parámetros
medioambientales (humedad y temperatura) o al menos templar las fluctuaciones para
disminuir el riesgo de deterioro.
La luz es otro de los agentes de deterioro a tener en cuenta y en general hay que
evitar la incidencia directa sobre las obras, ya sea de luz natural o artificial. Sin olvidar
que también las pinturas sobre tela y la madera en general pueden verse perjudicados,
los tejidos y documentos gráficos son especialmente sensibles a la fotodegradación.
Factores biológicos:
Con respecto a esta fuente de alteraciones habrá que hacer un examen
individualizado de los muebles y marcos con el fin de detectar ataques de xilófagos
activos. Igualmente, los problemas de humedad hacen que sea imprescindible
cve: BOE-A-2025-796
Verificable en https://www.boe.es
Factores ambientales:
Núm. 15
Viernes 17 de enero de 2025
6.3.1
6.3.1.1
Sec. III. Pág. 7373
Directivos de conservación preventiva.
Criterios generales.
La aplicación de estrategias preventivas tiene que ser la línea fundamental en la
conservación del conjunto de bienes que se incluyen en la declaración de BIC de Montisión. De esta manera, se eliminará o se reducirá la necesidad de abordar futuros
tratamientos más drásticos y costosos.
En este apartado se definirán, de forma general, las medidas y acciones que se
tienen que tener en cuenta a la hora de evitar o minimizar los daños. Para conseguirlo se
tiene que actuar sobre el origen de los problemas, generalmente localizados en factores
externos en los bienes. Por lo tanto, la conservación de este conjunto de bienes muebles
se verá condicionada en gran parte por las condiciones del inmueble que los contiene y
los usos a que se destine.
En este sentido se tendrán que establecer necesidades y prioridades y tomar
decisiones que tienen que contemplar la preservación conjunta de los bienes y del
inmueble, dado que hablamos de unos elementos que en algunos casos son inalienables
de unos espacios concretos, lo cual obliga a ajustar todas las consideraciones respecto
de la conservación preventiva a las limitaciones y posibilidades de los diferentes
espacios.
La conservación preventiva involucrará a todas las personas implicadas, de manera
que ninguna de ellas trabaje de forma aislada, ajena a la planificación y definición de
prioridades.
Estos aspectos tienen que quedar perfectamente definidos en un plan de
conservación preventiva pero hay una serie de líneas generales que se tendrán que
tener en cuenta en función de los diferentes factores de alteración(2):
(2)
Obviaremos aquí las patologías estructurales, ya explicadas en otro apartado.
6.3.1.2
Recomendaciones frente a los factores de alteración.
El mal estado de las cubiertas genera filtraciones de agua en el interior. A estas
humedades se tienen que añadir la provocada por la ascensión de agua por capilaridad
en los muros y la condensación creada por la humedad ambiental.
Los bienes ubicados en la iglesia son los principales afectados por este factor que no
sólo perjudica las pinturas murales y los elementos ornamentales o escultóricos, sino
también las pinturas colgadas en los muros y los retablos. Con respecto a los cuadros,
se tienen que embalar y retirar a un lugar seguro mientras se enmiendan los problemas
de humedad. En el caso de los retablos se tendrá que considerar cada caso
individualmente.
Una vez resueltos los problemas más evidentes de filtraciones y humedades por
capilaridad, se tendrán que buscar vías para el control de los parámetros
medioambientales (humedad y temperatura) o al menos templar las fluctuaciones para
disminuir el riesgo de deterioro.
La luz es otro de los agentes de deterioro a tener en cuenta y en general hay que
evitar la incidencia directa sobre las obras, ya sea de luz natural o artificial. Sin olvidar
que también las pinturas sobre tela y la madera en general pueden verse perjudicados,
los tejidos y documentos gráficos son especialmente sensibles a la fotodegradación.
Factores biológicos:
Con respecto a esta fuente de alteraciones habrá que hacer un examen
individualizado de los muebles y marcos con el fin de detectar ataques de xilófagos
activos. Igualmente, los problemas de humedad hacen que sea imprescindible
cve: BOE-A-2025-796
Verificable en https://www.boe.es
Factores ambientales: