Ministerio Para La Transición Ecológica y El Reto Demográfico. III. Otras disposiciones. Impacto ambiental. (BOE-A-2024-27478)
Resolución de 16 de diciembre de 2024, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, por la que se formula declaración de impacto ambiental del proyecto «Dragado de mantenimiento de calados en aguas interiores del puerto de Huelva».
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 30 de diciembre de 2024
Sec. III. Pág. 186860
En lo que se refiere a la dinámica litoral, la zona de estuario en la que se plantean las
actuaciones se caracteriza por la interacción entre los aportes de aguas continentales de
los ríos Tinto y Odiel y las aguas marinas que penetran en la zona por la acción de las
mareas. El promotor señala que la marea, junto con el oleaje, constituyen los principales
agentes implicados en la dinámica de la zona y en la distribución de partículas,
sedimentos o materiales en suspensión. Asimismo, la corriente de reflujo mareal o
vaciante moviliza parte de estos sedimentos, transportándolos hacia la zona final de la
ría, lugar donde confluyen los ríos Tinto y Odiel en el denominado Canal del Padre
Santo, donde se mezcla con agua y sedimentos de origen marino durante la corriente de
flujo o llenado.
El Canal del Padre Santo se extiende hasta el extremo del dique Juan Carlos I, y es
en este tramo final de la desembocadura donde las corrientes de marea suelen propiciar
el acúmulo de arenas (barreras arenosas). Una vez traspasado este lugar, tanto las
aguas como los sedimentos se ven afectados, principalmente, por la corriente de deriva
litoral que provoca un transporte de materiales (arenas) longitudinalmente a la costa.
Según el EsIA, en la zona próxima al tramo final del Canal del Padre Santo, la presencia
del dique Juan Carlos I provoca una modificación en la orientación de los trenes de olas
que se aproximan a la costa al refractar sobre su extremo rocoso, dando lugar a que en
la cara interna del espigón (en contacto con el estuario) la dirección de los trenes de olas
sea sureste, invirtiéndose el sentido general de arena a lo largo de la costa por deriva
litoral.
La intensidad de la marea y la escasa pendiente de la zona propician que la onda de
marea desplace un gran volumen de agua hacia el interior, existiendo una amplia
superficie bajo su influencia. En el tramo final de la desembocadura es donde se
registran las mayores velocidades de desplazamiento de la onda de marea al existir un
único canal de mayor profundidad y amplitud. Dichas velocidades disminuyen a medida
que la onda se desplaza hacia el interior del estuario y marismas puesto que disminuye
la profundidad de los canales aumentando la fricción con el fondo y se incrementa la
ramificación de los canales mareales lo que provoca una deformación progresiva de la
onda mareal.
Debido a la orografía relativamente plana de la desembocadura, el sistema cuenta
con una energía baja y constituye un sistema sedimentario. Por tanto, los fondos están
conformados, mayoritariamente, por sedimentos que varían desde limos y arcillas,
transportados por las aguas continentales y que suelen depositarse en las zonas con
menor hidrodinamismo como los márgenes de la ría, canales mareales y marisma, hasta
arenas aportadas por el medio marino que se acumulan en zonas más hidrodinámicas
como la zona central y de mayor profundidad del estuario (canal de navegación). El
promotor indica que, con base en las campañas de campo previamente ejecutadas en la
zona, se considera que los sólidos del fondo marino en el estuario de los ríos Tinto y
Odiel, están compuestos por arenas y fangos con un diámetro representativo de 960
y 50 μm, respectivamente.
El EsIA señala que las actuaciones de dragado y posterior almacenamiento de los
materiales extraídos contribuyen a disminuir el aporte de contaminantes metálicos de los
ríos Tinto y el Odiel al medio marino. Según las recomendaciones del Centro de Estudios
y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) y los estudios y caracterización de los
sedimentos de la ría de Huelva realizados en el pasado, aproximadamente el 70 % de los
sedimentos dragados por el Puerto de Huelva deben ser confinados en recintos de
almacenamiento para garantizar una correcta gestión medioambiental.
El promotor indica que la variabilidad de los parámetros fundamentales que rigen el
proceso sedimentario (siguiendo unas tendencias) hace que las actuaciones de
transporte sean variables, ya que, si bien el punto de destino es fijo, el de origen es
variable dependiendo de las diferentes zonas aterradas que resulten del análisis de las
batimetrías.
En cuanto a los impactos, durante los procesos de dragado tendrá lugar la extracción
de materiales del fondo, retirándose una capa de sedimentos que variará entre la cota de
cve: BOE-A-2024-27478
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 314
Lunes 30 de diciembre de 2024
Sec. III. Pág. 186860
En lo que se refiere a la dinámica litoral, la zona de estuario en la que se plantean las
actuaciones se caracteriza por la interacción entre los aportes de aguas continentales de
los ríos Tinto y Odiel y las aguas marinas que penetran en la zona por la acción de las
mareas. El promotor señala que la marea, junto con el oleaje, constituyen los principales
agentes implicados en la dinámica de la zona y en la distribución de partículas,
sedimentos o materiales en suspensión. Asimismo, la corriente de reflujo mareal o
vaciante moviliza parte de estos sedimentos, transportándolos hacia la zona final de la
ría, lugar donde confluyen los ríos Tinto y Odiel en el denominado Canal del Padre
Santo, donde se mezcla con agua y sedimentos de origen marino durante la corriente de
flujo o llenado.
El Canal del Padre Santo se extiende hasta el extremo del dique Juan Carlos I, y es
en este tramo final de la desembocadura donde las corrientes de marea suelen propiciar
el acúmulo de arenas (barreras arenosas). Una vez traspasado este lugar, tanto las
aguas como los sedimentos se ven afectados, principalmente, por la corriente de deriva
litoral que provoca un transporte de materiales (arenas) longitudinalmente a la costa.
Según el EsIA, en la zona próxima al tramo final del Canal del Padre Santo, la presencia
del dique Juan Carlos I provoca una modificación en la orientación de los trenes de olas
que se aproximan a la costa al refractar sobre su extremo rocoso, dando lugar a que en
la cara interna del espigón (en contacto con el estuario) la dirección de los trenes de olas
sea sureste, invirtiéndose el sentido general de arena a lo largo de la costa por deriva
litoral.
La intensidad de la marea y la escasa pendiente de la zona propician que la onda de
marea desplace un gran volumen de agua hacia el interior, existiendo una amplia
superficie bajo su influencia. En el tramo final de la desembocadura es donde se
registran las mayores velocidades de desplazamiento de la onda de marea al existir un
único canal de mayor profundidad y amplitud. Dichas velocidades disminuyen a medida
que la onda se desplaza hacia el interior del estuario y marismas puesto que disminuye
la profundidad de los canales aumentando la fricción con el fondo y se incrementa la
ramificación de los canales mareales lo que provoca una deformación progresiva de la
onda mareal.
Debido a la orografía relativamente plana de la desembocadura, el sistema cuenta
con una energía baja y constituye un sistema sedimentario. Por tanto, los fondos están
conformados, mayoritariamente, por sedimentos que varían desde limos y arcillas,
transportados por las aguas continentales y que suelen depositarse en las zonas con
menor hidrodinamismo como los márgenes de la ría, canales mareales y marisma, hasta
arenas aportadas por el medio marino que se acumulan en zonas más hidrodinámicas
como la zona central y de mayor profundidad del estuario (canal de navegación). El
promotor indica que, con base en las campañas de campo previamente ejecutadas en la
zona, se considera que los sólidos del fondo marino en el estuario de los ríos Tinto y
Odiel, están compuestos por arenas y fangos con un diámetro representativo de 960
y 50 μm, respectivamente.
El EsIA señala que las actuaciones de dragado y posterior almacenamiento de los
materiales extraídos contribuyen a disminuir el aporte de contaminantes metálicos de los
ríos Tinto y el Odiel al medio marino. Según las recomendaciones del Centro de Estudios
y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) y los estudios y caracterización de los
sedimentos de la ría de Huelva realizados en el pasado, aproximadamente el 70 % de los
sedimentos dragados por el Puerto de Huelva deben ser confinados en recintos de
almacenamiento para garantizar una correcta gestión medioambiental.
El promotor indica que la variabilidad de los parámetros fundamentales que rigen el
proceso sedimentario (siguiendo unas tendencias) hace que las actuaciones de
transporte sean variables, ya que, si bien el punto de destino es fijo, el de origen es
variable dependiendo de las diferentes zonas aterradas que resulten del análisis de las
batimetrías.
En cuanto a los impactos, durante los procesos de dragado tendrá lugar la extracción
de materiales del fondo, retirándose una capa de sedimentos que variará entre la cota de
cve: BOE-A-2024-27478
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 314