III. Otras disposiciones. MINISTERIO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y EL RETO DEMOGRÁFICO. Impacto ambiental. (BOE-A-2024-22636)
Resolución de 21 de octubre de 2024, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, por la que se formula declaración de impacto ambiental del proyecto «Construcción de la segunda fase del Canal de Navarra (en Pitillas, Ujué, Santacara, Mélida, Valtierra, Arguedas, Tudela, Corella, Cintruénigo, Cascante y Tulebras y el territorio de Bardenas Reales de Navarra)».
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 264
Viernes 1 de noviembre de 2024
Sec. III. Pág. 139531
Por otra parte, las zonas de acopio temporal de tierras ocuparán un total de 10,491
ha, pero todas se localizarán sobre parcelas agrícolas y se someterán a tratamientos que
permitan que, una vez finalizadas las obras, queden en situación similar a la que
presentan en la actualidad.
En cuanto a la ejecución de las balsas de Mostrakas y de Tudela, será necesaria la
ocupación, de 3,38 ha de superficie, para la primera, y de 32,48 ha, para la segunda.
Las afecciones sobre la geología, geomorfología y suelos son más importantes en
fase de obras, si bien todas las conducciones son subterráneas y el proyecto cuenta con
un plan de restauración e integración paisajística, que permiten prever que dichos
impactos serán debidamente minimizados.
Según indica el estudio de impacto ambiental (en adelante, EsIA), las tierras que se
extraigan en la fase de construcción serán reutilizadas para la restauración de la zona.
Los excedentes se acopiarán en zonas de relleno, que serán debidamente
acondicionadas.
La Dirección General de Medio Ambiente del Departamento de Desarrollo Rural y
Medio Ambiente del Gobierno de Navarra considera viable el proyecto, siempre y cuando
se acepten determinadas condiciones, como la eliminación del depósito de excedentes
n.º 15 del proyecto o la limitación de la altura de las zonas de excedentes n.º 9, 10 y 11 a
su paso por Bardenas Reales. Estas condiciones son aceptadas por el promotor durante
la tramitación ambiental.
La Sección de Minas del Departamento de Desarrollo Económico y Empresarial del
Gobierno de Navarra solicita que, en caso de que existan excedentes, se destinen
prioritariamente a restaurar explotaciones existentes, antes que a crear nuevos
vertederos.
El promotor rechaza dicha propuesta, manteniendo la de emplear parcelas
separadas entre sí, una distancia de 2,5 Km y que tenga poco valor para su depósito, lo
que permite distancias medias de transporte de 1,2 Km. No obstante, la observación de
la Sección de Minas se incluye en el condicionado de la presente resolución, para su
aplicación siempre que sea técnica y económicamente viable.
Hidrología superficial y subterránea.
El proyecto del Canal de Navarra se encuentra dentro de la cuenca hidrográfica del
Ebro. En particular, el trazado de la segunda fase del Canal de Navarra atraviesa las
subcuencas de los ríos Aragón, Alhama, Queiles y Ebro, siendo las tres primeras
tributarias de la última.
El área de estudio se sitúa sobre el dominio hidrogeológico de la Depresión del Ebro,
dentro de este dominio nos encontramos con dos masas de agua subterránea: «Aluvial
del Ebro-Aragón: Lodosa-Tudela» y «Aluvial del Ebro: Tudela-Alagón». Según los datos
hidrogeológicos, indicados en el EsIA, el entorno de la actuación se trata de una
superficie de permeabilidad media excepto en la zona de los ríos Aragón y Ebro, donde
la permeabilidad es alta.
Respecto al paso de los ríos de mayor envergadura, río Aragón y río Ebro, para
minimizar afecciones a los mismos y a la vegetación de ribera, los pasos de las
conducciones se realizarán mediante hincas de 153 y 500 m, respectivamente, por lo
que no se prevé afección a su régimen fluvial. En el caso de ríos de menor envergadura
y de pequeños barrancos, arroyos, acequias, canales de riego y cursos de agua de
carácter estacional, el cruce se realizará mediante zanja abierta. De estos últimos, el
más importante es el río Queiles.
El impacto del proyecto sobre las aguas superficiales, en fase de ejecución, deriva
del cruce de los grandes cauces, aunque se realice mediante hinca. Se producen un total
de 149 cruces. En el caso de los cruces de pequeña entidad, relativos a arroyos, cauces
no permanentes, acequias y otros similares, el promotor indica que quedarán en las
mismas condiciones que tenían con anterioridad al inicio de los trabajos.
El EsIA recoge que los impactos que generarán el cruce del río Ebro y del río Aragón
se deben a que los movimientos de tierras afectarán directamente a la calidad de las
cve: BOE-A-2024-22636
Verificable en https://www.boe.es
b.3
Núm. 264
Viernes 1 de noviembre de 2024
Sec. III. Pág. 139531
Por otra parte, las zonas de acopio temporal de tierras ocuparán un total de 10,491
ha, pero todas se localizarán sobre parcelas agrícolas y se someterán a tratamientos que
permitan que, una vez finalizadas las obras, queden en situación similar a la que
presentan en la actualidad.
En cuanto a la ejecución de las balsas de Mostrakas y de Tudela, será necesaria la
ocupación, de 3,38 ha de superficie, para la primera, y de 32,48 ha, para la segunda.
Las afecciones sobre la geología, geomorfología y suelos son más importantes en
fase de obras, si bien todas las conducciones son subterráneas y el proyecto cuenta con
un plan de restauración e integración paisajística, que permiten prever que dichos
impactos serán debidamente minimizados.
Según indica el estudio de impacto ambiental (en adelante, EsIA), las tierras que se
extraigan en la fase de construcción serán reutilizadas para la restauración de la zona.
Los excedentes se acopiarán en zonas de relleno, que serán debidamente
acondicionadas.
La Dirección General de Medio Ambiente del Departamento de Desarrollo Rural y
Medio Ambiente del Gobierno de Navarra considera viable el proyecto, siempre y cuando
se acepten determinadas condiciones, como la eliminación del depósito de excedentes
n.º 15 del proyecto o la limitación de la altura de las zonas de excedentes n.º 9, 10 y 11 a
su paso por Bardenas Reales. Estas condiciones son aceptadas por el promotor durante
la tramitación ambiental.
La Sección de Minas del Departamento de Desarrollo Económico y Empresarial del
Gobierno de Navarra solicita que, en caso de que existan excedentes, se destinen
prioritariamente a restaurar explotaciones existentes, antes que a crear nuevos
vertederos.
El promotor rechaza dicha propuesta, manteniendo la de emplear parcelas
separadas entre sí, una distancia de 2,5 Km y que tenga poco valor para su depósito, lo
que permite distancias medias de transporte de 1,2 Km. No obstante, la observación de
la Sección de Minas se incluye en el condicionado de la presente resolución, para su
aplicación siempre que sea técnica y económicamente viable.
Hidrología superficial y subterránea.
El proyecto del Canal de Navarra se encuentra dentro de la cuenca hidrográfica del
Ebro. En particular, el trazado de la segunda fase del Canal de Navarra atraviesa las
subcuencas de los ríos Aragón, Alhama, Queiles y Ebro, siendo las tres primeras
tributarias de la última.
El área de estudio se sitúa sobre el dominio hidrogeológico de la Depresión del Ebro,
dentro de este dominio nos encontramos con dos masas de agua subterránea: «Aluvial
del Ebro-Aragón: Lodosa-Tudela» y «Aluvial del Ebro: Tudela-Alagón». Según los datos
hidrogeológicos, indicados en el EsIA, el entorno de la actuación se trata de una
superficie de permeabilidad media excepto en la zona de los ríos Aragón y Ebro, donde
la permeabilidad es alta.
Respecto al paso de los ríos de mayor envergadura, río Aragón y río Ebro, para
minimizar afecciones a los mismos y a la vegetación de ribera, los pasos de las
conducciones se realizarán mediante hincas de 153 y 500 m, respectivamente, por lo
que no se prevé afección a su régimen fluvial. En el caso de ríos de menor envergadura
y de pequeños barrancos, arroyos, acequias, canales de riego y cursos de agua de
carácter estacional, el cruce se realizará mediante zanja abierta. De estos últimos, el
más importante es el río Queiles.
El impacto del proyecto sobre las aguas superficiales, en fase de ejecución, deriva
del cruce de los grandes cauces, aunque se realice mediante hinca. Se producen un total
de 149 cruces. En el caso de los cruces de pequeña entidad, relativos a arroyos, cauces
no permanentes, acequias y otros similares, el promotor indica que quedarán en las
mismas condiciones que tenían con anterioridad al inicio de los trabajos.
El EsIA recoge que los impactos que generarán el cruce del río Ebro y del río Aragón
se deben a que los movimientos de tierras afectarán directamente a la calidad de las
cve: BOE-A-2024-22636
Verificable en https://www.boe.es
b.3