III. Otras disposiciones. MINISTERIO PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA Y EL RETO DEMOGRÁFICO. Impacto ambiental. (BOE-A-2024-15084)
Resolución de 11 de julio de 2024, de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, por la que se formula informe de impacto ambiental del proyecto "Ampliación de la planta desaladora Campo de Dalías (Almería)".
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No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 22 de julio de 2024
Sec. III. Pág. 93487
impacto ambiental y de la autorización de vertido vigente y que incluye, desde el
año 2016, un seguimiento periódico para la evaluación del estado de las praderas de
Posidonia oceanica. Considera que el PVA debe contemplar además los siguientes
aspectos, que han sido aceptados por el promotor y serán incorporados al PVA:
– Control en el efluente de los siguientes parámetros: pH, oxígeno disuelto, turbidez
y nitratos. Estas mediciones se harán al menos una vez a la semana y siempre que se
produzca alguna variación significativa respecto al funcionamiento normal de la planta
(por ejemplo, durante las operaciones de limpieza de filtros). Los valores medidos
deberán cumplir los niveles de emisión que fijen las normativas estatal o autonómica.
– Control de las variables de flujo. Con el objeto de poder comprender las causas de
eventuales anomalías detectadas en los resultados de las medidas de salinidad y
también para estudiar una posible reducción posterior del número de medidas a realizar
en el mar durante el seguimiento, se medirán a intervalos no superiores a tres horas las
siguientes variables:
• Salinidad del agua de la toma (st) y del vertido (sv).
• Caudal producto (Qp).
• Caudal de rechazo (Qe).
• Caudales de toma para la planta (Qt) y, en su caso, para prediluir el rechazo (Qd).
• Como complemento de dicha información y con objeto de contrastar la calidad de
ésta, se medirá también la salinidad del rechazo (se) y la del agua de mar no afectada
por el vertido (sa).
• Control de la dispersión del efluente. Con objeto de comprobar las predicciones
realizadas sobre dicha dispersión del efluente, dentro de las primeras semanas de
funcionamiento de la planta y coincidiendo con unos días de calma (altura de ola
significante inferior a 0,2 m) se realizará una campaña de medidas para determinar el
campo de salinidades en el entorno de la zona de vertido. Las medidas se orientarán a
determinar: a) Los límites superiores y laterales de la zona afectada por el incremento de
salinidad en las proximidades del dispositivo de vertido. Se entenderá como tal todo
punto situado a menos de 100 m de cualquier punto del tramo difusor. b) La salinidad
existente en el punto de impacto con el fondo del chorro que sale por la boca de
descarga situada más próxima al centro del tramo difusor, para el caso de vertidos a
través de emisario submarino con tramo difusor. c) Los perfiles verticales de salinidad
existentes en tres puntos situados a distancias de 100 m, 300 m y 1.000 m del centro del
dispositivo de vertido, medidas a lo largo del eje de la capa hiperdensa en el sentido de
avance de ésta, con especial detalle en la interfaz que separa la capa hipersalina que
discurre por el fondo y el agua de mar situado sobre ésta.
– Control de la salinidad en el medio receptor mediante medidores autónomos de
suficiente precisión. Se determinarán una serie de estaciones fijas de muestreo donde se
instalarán los medidores cuyos resultados se analizarán semanalmente para comprobar
que se cumplen los criterios de calidad establecidos (dependiendo de la importancia de
la zona a proteger, los medidores autónomos pueden ser de lectura continua). La
localización de estas estaciones vendrá determinada, en principio, por el borde de las
praderas de fanerógamas más próximo al punto de vertido, si bien hay que tener en
cuenta la tendencia del efluente a producir una corriente hiperdensa que se desplaza por
el fondo hacia zonas más profundas en la dirección de la máxima pendiente. Se instalará
también en alguna de las estaciones de muestreo un correntímetro autónomo que mida
la corriente a 1 m del fondo.
– Control estructural de emisario submarino y del tramo difusor, comprobando entre
otros aspectos la inexistencia de fugas, y el buen estado y funcionamiento de las bocas
difusoras. Dependiendo de la importancia del vertido y, sobre todo, de la existencia de
comunidades sensibles a proteger, la frecuencia del control estructural podrá oscilar
entre 6 meses o 1 año.
cve: BOE-A-2024-15084
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 176
Lunes 22 de julio de 2024
Sec. III. Pág. 93487
impacto ambiental y de la autorización de vertido vigente y que incluye, desde el
año 2016, un seguimiento periódico para la evaluación del estado de las praderas de
Posidonia oceanica. Considera que el PVA debe contemplar además los siguientes
aspectos, que han sido aceptados por el promotor y serán incorporados al PVA:
– Control en el efluente de los siguientes parámetros: pH, oxígeno disuelto, turbidez
y nitratos. Estas mediciones se harán al menos una vez a la semana y siempre que se
produzca alguna variación significativa respecto al funcionamiento normal de la planta
(por ejemplo, durante las operaciones de limpieza de filtros). Los valores medidos
deberán cumplir los niveles de emisión que fijen las normativas estatal o autonómica.
– Control de las variables de flujo. Con el objeto de poder comprender las causas de
eventuales anomalías detectadas en los resultados de las medidas de salinidad y
también para estudiar una posible reducción posterior del número de medidas a realizar
en el mar durante el seguimiento, se medirán a intervalos no superiores a tres horas las
siguientes variables:
• Salinidad del agua de la toma (st) y del vertido (sv).
• Caudal producto (Qp).
• Caudal de rechazo (Qe).
• Caudales de toma para la planta (Qt) y, en su caso, para prediluir el rechazo (Qd).
• Como complemento de dicha información y con objeto de contrastar la calidad de
ésta, se medirá también la salinidad del rechazo (se) y la del agua de mar no afectada
por el vertido (sa).
• Control de la dispersión del efluente. Con objeto de comprobar las predicciones
realizadas sobre dicha dispersión del efluente, dentro de las primeras semanas de
funcionamiento de la planta y coincidiendo con unos días de calma (altura de ola
significante inferior a 0,2 m) se realizará una campaña de medidas para determinar el
campo de salinidades en el entorno de la zona de vertido. Las medidas se orientarán a
determinar: a) Los límites superiores y laterales de la zona afectada por el incremento de
salinidad en las proximidades del dispositivo de vertido. Se entenderá como tal todo
punto situado a menos de 100 m de cualquier punto del tramo difusor. b) La salinidad
existente en el punto de impacto con el fondo del chorro que sale por la boca de
descarga situada más próxima al centro del tramo difusor, para el caso de vertidos a
través de emisario submarino con tramo difusor. c) Los perfiles verticales de salinidad
existentes en tres puntos situados a distancias de 100 m, 300 m y 1.000 m del centro del
dispositivo de vertido, medidas a lo largo del eje de la capa hiperdensa en el sentido de
avance de ésta, con especial detalle en la interfaz que separa la capa hipersalina que
discurre por el fondo y el agua de mar situado sobre ésta.
– Control de la salinidad en el medio receptor mediante medidores autónomos de
suficiente precisión. Se determinarán una serie de estaciones fijas de muestreo donde se
instalarán los medidores cuyos resultados se analizarán semanalmente para comprobar
que se cumplen los criterios de calidad establecidos (dependiendo de la importancia de
la zona a proteger, los medidores autónomos pueden ser de lectura continua). La
localización de estas estaciones vendrá determinada, en principio, por el borde de las
praderas de fanerógamas más próximo al punto de vertido, si bien hay que tener en
cuenta la tendencia del efluente a producir una corriente hiperdensa que se desplaza por
el fondo hacia zonas más profundas en la dirección de la máxima pendiente. Se instalará
también en alguna de las estaciones de muestreo un correntímetro autónomo que mida
la corriente a 1 m del fondo.
– Control estructural de emisario submarino y del tramo difusor, comprobando entre
otros aspectos la inexistencia de fugas, y el buen estado y funcionamiento de las bocas
difusoras. Dependiendo de la importancia del vertido y, sobre todo, de la existencia de
comunidades sensibles a proteger, la frecuencia del control estructural podrá oscilar
entre 6 meses o 1 año.
cve: BOE-A-2024-15084
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Núm. 176