I. Disposiciones generales. COMUNIDAD AUTÓNOMA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS. Demografía. (BOE-A-2024-11191)
Ley 2/2024, de 30 de abril, de Impulso Demográfico.
46 páginas totales
Página
Zahoribo únicamente muestra información pública que han sido publicada previamente por organismos oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
Cualquier dato, sea personal o no, ya está disponible en internet y con acceso público antes de estar en Zahoribo. Si lo ves aquí primero es simple casualidad.
No ocultamos, cambiamos o tergiversamos la información, simplemente somos un altavoz organizado de los boletines oficiales de España.
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 3 de junio de 2024
Sec. I. Pág. 64041
están relacionadas con la orografía esencialmente montañosa y la dispersión de los
pequeños núcleos de población, que dificultan extraordinariamente y encarecen la
prestación de los servicios públicos y la construcción y el mantenimiento de
infraestructuras y, asimismo, condicionan el desarrollo de las actividades
socioeconómicas de la población. Baste pensar que el 71,13 % de las entidades
singulares de población tiene entre 1 y 50 habitantes y representa tan solo el 7,27 % de
la población (SADEI, 2021).
11. Con respecto a la distribución de la población se dan en Asturias dos
situaciones claramente contrapuestas, con diferentes problemáticas: una polarización
entre un área central urbana, donde se concentra el 80 % de la población regional, que
también comienza a dar síntomas de pérdida demográfica y en la que tiene una gran
incidencia el fenómeno de la «ciudad difusa», y una zona rural, en la que se produce un
intenso proceso de despoblamiento, envejecimiento y masculinización de la población.
12. Desde el punto de vista territorial, los mayores problemas se sitúan en la zona
rural y de ellos se deriva el riesgo de pobreza y exclusión social: la situación demográfica
–escasez de población, éxodo de habitantes, masculinización y envejecimiento de la
población–, la lejanía al centro de la región y las zonas económicamente más activas, las
carencias de infraestructuras y servicios, las dificultades de conexiones de transporte o
los problemas relativos al mercado laboral –tasas de empleo más bajas y desempleo de
larga duración–, la necesidad de enormes inversiones para iniciarse en los sectores
tradicionales de la agricultura, la ganadería y la pesca –que dificultan mucho la entrada
de nuevos activos, más allá del relevo familiar– y la percepción de estos sectores por
amplia parte de la población joven –no se ven como una opción de empleo o profesión
atractiva– generan un cúmulo de circunstancias adversas para sus economías locales y
estructuras sociales que conducen a su fragilidad y a niveles de renta inferiores a la
media regional.
13. No obstante, el medio rural y el tamaño medio de las ciudades asturianas
ofrecen también importantes atractivos para la generación de nuevas actividades
económicas y formas de vida. En los últimos años se detectan un ligero incremento de la
población de algunos concejos rurales y una mayor diversidad de actividades
económicas que abren una puerta a cambios de interés que conectan con las nuevas
economías locales. Será necesario, por tanto, trabajar los aspectos relacionados con las
nuevas posibilidades y funciones ecológicas y económicas de los distintos territorios
rurales de Asturias y, asimismo, reforzar el acceso a determinadas infraestructuras y
servicios, así como un mayor aprovechamiento ecosistémico de nuestros recursos, en
línea con lo establecido en la Ley 45/2007, de 13 de diciembre, para el Desarrollo
Sostenible del Medio Rural.
14. Las tecnologías de banda ancha, el acceso a la red, la digitalización, el turismo
y las distintas escalas y formas de producción agropecuaria y forestal –que van desde
las agriculturas de proximidad a las que propician la gestión paisajística del medio hasta
las de exportación– ofrecen nuevas oportunidades que permitirían fomentar la
prosperidad económica de las zonas rurales. Lo mismo puede decirse de los
aprovechamientos de las energías renovables a través de comunidades energéticas
locales o la creación de entornos propicios para la diversificación productiva y el
desarrollo del teletrabajo, la creación artística, artesanal o industrial, las empresas de
prestación de servicios y el asentamiento de personas emprendedoras que contribuirán
decididamente a la consolidación de unas nuevas economías rurales y a mejorar la
cohesión social y territorial entre el medio rural y el urbano.
II
15. El impulso demográfico trasciende los ámbitos local, autonómico y estatal y se
manifiesta en la Unión Europea como una cuestión clave que preocupa tanto en su
dimensión estructural, con los desequilibrios en la composición de la pirámide poblacional o
los movimientos migratorios, por citar solo dos aspectos, como por la concentración
cve: BOE-A-2024-11191
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 134
Lunes 3 de junio de 2024
Sec. I. Pág. 64041
están relacionadas con la orografía esencialmente montañosa y la dispersión de los
pequeños núcleos de población, que dificultan extraordinariamente y encarecen la
prestación de los servicios públicos y la construcción y el mantenimiento de
infraestructuras y, asimismo, condicionan el desarrollo de las actividades
socioeconómicas de la población. Baste pensar que el 71,13 % de las entidades
singulares de población tiene entre 1 y 50 habitantes y representa tan solo el 7,27 % de
la población (SADEI, 2021).
11. Con respecto a la distribución de la población se dan en Asturias dos
situaciones claramente contrapuestas, con diferentes problemáticas: una polarización
entre un área central urbana, donde se concentra el 80 % de la población regional, que
también comienza a dar síntomas de pérdida demográfica y en la que tiene una gran
incidencia el fenómeno de la «ciudad difusa», y una zona rural, en la que se produce un
intenso proceso de despoblamiento, envejecimiento y masculinización de la población.
12. Desde el punto de vista territorial, los mayores problemas se sitúan en la zona
rural y de ellos se deriva el riesgo de pobreza y exclusión social: la situación demográfica
–escasez de población, éxodo de habitantes, masculinización y envejecimiento de la
población–, la lejanía al centro de la región y las zonas económicamente más activas, las
carencias de infraestructuras y servicios, las dificultades de conexiones de transporte o
los problemas relativos al mercado laboral –tasas de empleo más bajas y desempleo de
larga duración–, la necesidad de enormes inversiones para iniciarse en los sectores
tradicionales de la agricultura, la ganadería y la pesca –que dificultan mucho la entrada
de nuevos activos, más allá del relevo familiar– y la percepción de estos sectores por
amplia parte de la población joven –no se ven como una opción de empleo o profesión
atractiva– generan un cúmulo de circunstancias adversas para sus economías locales y
estructuras sociales que conducen a su fragilidad y a niveles de renta inferiores a la
media regional.
13. No obstante, el medio rural y el tamaño medio de las ciudades asturianas
ofrecen también importantes atractivos para la generación de nuevas actividades
económicas y formas de vida. En los últimos años se detectan un ligero incremento de la
población de algunos concejos rurales y una mayor diversidad de actividades
económicas que abren una puerta a cambios de interés que conectan con las nuevas
economías locales. Será necesario, por tanto, trabajar los aspectos relacionados con las
nuevas posibilidades y funciones ecológicas y económicas de los distintos territorios
rurales de Asturias y, asimismo, reforzar el acceso a determinadas infraestructuras y
servicios, así como un mayor aprovechamiento ecosistémico de nuestros recursos, en
línea con lo establecido en la Ley 45/2007, de 13 de diciembre, para el Desarrollo
Sostenible del Medio Rural.
14. Las tecnologías de banda ancha, el acceso a la red, la digitalización, el turismo
y las distintas escalas y formas de producción agropecuaria y forestal –que van desde
las agriculturas de proximidad a las que propician la gestión paisajística del medio hasta
las de exportación– ofrecen nuevas oportunidades que permitirían fomentar la
prosperidad económica de las zonas rurales. Lo mismo puede decirse de los
aprovechamientos de las energías renovables a través de comunidades energéticas
locales o la creación de entornos propicios para la diversificación productiva y el
desarrollo del teletrabajo, la creación artística, artesanal o industrial, las empresas de
prestación de servicios y el asentamiento de personas emprendedoras que contribuirán
decididamente a la consolidación de unas nuevas economías rurales y a mejorar la
cohesión social y territorial entre el medio rural y el urbano.
II
15. El impulso demográfico trasciende los ámbitos local, autonómico y estatal y se
manifiesta en la Unión Europea como una cuestión clave que preocupa tanto en su
dimensión estructural, con los desequilibrios en la composición de la pirámide poblacional o
los movimientos migratorios, por citar solo dos aspectos, como por la concentración
cve: BOE-A-2024-11191
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 134