I. Disposiciones generales. MINISTERIO DE LA PRESIDENCIA, JUSTICIA Y RELACIONES CON LAS CORTES. Seguridad nacional. (BOE-A-2024-10762)
Orden PJC/501/2024, de 27 de mayo, por la que se publica la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima 2024, aprobada por el Consejo de Seguridad Nacional.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Miércoles 29 de mayo de 2024

Sec. I. Pág. 61930

Específicamente en el ámbito marítimo, las estrategias híbridas incluirían todas
aquellas acciones cometidas en la mar y áreas portuarias, y parte de las cometidas en el
litoral. Pueden ser actos relacionados con cualquiera de las amenazas referidos en esta
estrategia. El hecho diferencial es la voluntad que un actor estatal o no estatal le imprime
a los hechos. Las acciones de sabotaje en el mar Báltico de los gasoductos Nord Stream I
y II, sucedidas en septiembre de 2022, o determinadas acciones asertivas que afectan a
las flotas mercante y de pesca, constituyen un claro ejemplo de acciones híbridas.
El papel de España, como receptor de buques gaseros con gas licuado para su
regasificación y distribución a Europa, y como punto de entrada de gasoductos y cables
submarinos, significa que las estrategias híbridas representan una amenaza muy
tangible. Dentro de las estrategias híbridas también se encuentran sabotajes y
ciberataques contra buques (incluyendo su carga y pasajeros), o su toma de control
remota. Podrían también darse otros casos como contaminaciones marinas provocadas,
explotación no autorizada de recursos naturales, o incluso actividades que favorezcan
olas incontroladas de inmigración irregular.
Amenazas contra los intereses nacionales en el ámbito marítimo
En un contexto de creciente competición geopolítica y de rearme de las principales
potencias, la libre navegación y el cumplimiento del Derecho Marítimo Internacional se
ven amenazados en diferentes regiones geográficas y rutas marítimas. La riqueza
proporcionada por los recursos del fondo marítimo, o la explotación del recurso eólico o
solar en el medio marino, es asimismo motivo de competición por el acceso a los
mismos. Las limitaciones a la explotación de ciertos recursos terrestres, así como el
mayor conocimiento de las posibilidades que ofrece el medio marino motivan una
búsqueda creciente de alternativas en la mar.
La estabilidad en áreas como el Mediterráneo y el mar Negro se ve seriamente
afectada por la invasión ilegal y no provocada de Ucrania por la Federación Rusa. El
riesgo para el tráfico marítimo que navega por las aguas del mar Rojo, el estrecho de
Bab el Mandeb y el Golfo Pérsico se ve intensificado debido a la espiral de violencia en
la franja de Gaza, la inestabilidad en Yemen, así como a las fricciones entre potencias
regionales en Oriente Medio.
La piratería y el robo a mano armada siguen siendo una preocupante amenaza para
la flota internacional mercante, pesquera y de recreo, así como para sus tripulantes y
pasajeros. Son tres las áreas que destacan por su peligrosidad: el Cuerno de África, el
golfo de Guinea y el sudeste asiático (en particular, los estrechos de Malaca y Singapur).
Las características del medio marino hacen que sea un espacio particularmente
favorable para la comisión de atentados terroristas contra barcos e infraestructuras
marítimas (como, por ejemplo, plataformas de extracción de hidrocarburos, parques
eólicos marinos o cables submarinos de comunicaciones que, además, podrían ser
utilizados para acceder a las redes de comunicación y efectuar ciberataques a través de
ellos, o contra infraestructuras críticas anexas).
El ámbito marítimo es altamente dependiente de la tecnología. Cualquier disrupción
de las radiocomunicaciones marítimas y las ayudas a la navegación tendría serias
consecuencias para la seguridad. Esta vulnerabilidad incrementa el riesgo de que los
sistemas de vigilancia y control, las infraestructuras marítimas críticas o de interés para
la seguridad y los sistemas de navegación y comunicación sean objeto de ciberataques.
Asimismo, el uso de vehículos autónomos marinos (aéreos, de superficie o submarinos),
como vector para llevar a cabo actos ilícitos deliberados, se ha convertido en una
amenaza potenciada por su polivalencia, así como por la facilidad de adquisición y uso.
La fuerte interrelación entre la seguridad marítima y la economía internacional
provoca que situaciones de crisis, como las derivadas de la pandemia o la invasión de
Ucrania, tengan notables repercusiones para la cadena de suministro global y la
estabilidad económica y financiera.

cve: BOE-A-2024-10762
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Núm. 130