I. Disposiciones generales. MINISTERIO DE EDUCACIÓN, FORMACIÓN PROFESIONAL Y DEPORTES. Educación Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria. Bachillerato. Currículo. (BOE-A-2024-6716)
Resolución de 3 de abril de 2024, de la Secretaría de Estado de Educación, por la que se publican los currículos de la enseñanza de Religión Evangélica correspondientes a Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.
38 páginas totales
Página
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Viernes 5 de abril de 2024

Sec. I. Pág. 38428

La conciencia de eternidad de las personas, que trasciende a lo temporal y material,
ha llevado a lo largo de la historia de la humanidad a divagar o distorsionar la idea de
Dios, y llegando a realizar acciones indebidas en nombre del propio Dios. Es por ello,
muy pertinente, en el hecho educativo integral, enseñar sobre las cuestiones prioritarias
de la vida de las personas: Dios, su espiritualidad, la vida eterna, etc. Especial relevancia
tiene el concepto de cristianismo, y de ser cristiano como una manifestación de vida
espiritual en fe, y no una mera acumulación de ideologías.
Desde la enseñanza religiosa evangélica se plantea un aprendizaje activo del
alumnado de manera que participe en las situaciones que se plantean en el aula y en
otras análogas propias del contexto en el que vive. Afianzar la fe, incluso en situaciones
en que esta le diferencia del grupo, con la comunicación en convivencia de los valores
cristianos a otros.
De igual modo es fundamental que el alumnado identifique situaciones en que pueda
contribuir en la ayuda de las personas y del entorno adoptando actitudes que faciliten
dicha mejora, con una dinámica de toma de decisiones e iniciativas colectivas, la
construcción de consensos, el trabajo en equipo y la resolución compartida de
problemas.
Esta competencia específica se conecta con los siguientes descriptores: CCL5,
STEM5, CD3, CPSAA2, CPSAA5, CC4, CE3, CCEC3.1.
4. Analizar y contrastar los valores predominantes en la sociedad actual desde la
perspectiva de la ética cristiana; considerando las actitudes en las relaciones con su
entorno social, para confirmar la formación de un sistema de valores propio que sustente
su vida personal y en la sociedad.
La defensa del medio ambiente, la dignidad del ser humano, el respeto por lo que
nos rodea, son valores que encontramos en la Biblia que forjan unos hábitos de vida, de
desarrollo sostenible y armonía social. Desde esta competencia se refuerza esta idea,
añadiendo al valor natural de todas las cosas, el valor espiritual que tienen, al ser
creación de Dios; el ser humano como creación especial tiene el privilegio y
responsabilidad de enseñorear y sojuzgar sobre todas las cosas. Es pertinente acercarse
a la ciencia desde una perspectiva cristiana, con voluntad de conocer el mundo y de
participar de manera activa en su cuidado.
Con su familia, y después con la sociedad y en ambos entornos sociales, va
adquiriendo valores y normas que van a ir conformando su carácter, actitudes y aptitudes
dentro de su libertad, voluntad y elección. Se refuerza el valor del ser humano, creado
por Dios a su imagen y semejanza, para que entienda su dimensión temporal y eterna,
en relación con otras personas y en relación con Dios.
A través de la práctica educativa, al relacionarse el alumnado entre sí, se pondrán en
práctica las actitudes y valores interpersonales: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza, ayudándoles a madurar como personas, con los
valores cristianos, como dinamizadores de mejora social.
Esta competencia específica se conecta con los siguientes descriptores: CCL1,
STEM5, CD1, CPSAA2, CC2, CC3, CE3, CCEC3.1.
5. Comprender y valorar la historia del pueblo de Israel, analizando las causas e
implicaciones del plan de Dios en el devenir histórico, para comprender el desarrollo del
plan de salvación en favor de la humanidad.
El desarrollo de la competencia manifiesta cómo toda la Biblia es útil para enseñar, y
tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, reflejan muchas experiencias que
sucedieron y que sirven como ejemplos para advertirnos, amonestarnos y enseñarnos a
lo largo de los tiempos.
Es pertinente considerar la dimensión histórica y las vivencias del pueblo de Dios en
el Antiguo y Nuevo Testamento, donde se aprecia y se percibe constantemente el poder
de Dios para con su pueblo, para que se pueda confiar en Él, que es bueno y grande en
misericordia, lo cual es evidente al realizar el estudio de los distintos periodos y
personajes del Antiguo Testamento.

cve: BOE-A-2024-6716
Verificable en https://www.boe.es

Núm. 84