I. Disposiciones generales. MINISTERIO DE EDUCACIÓN, FORMACIÓN PROFESIONAL Y DEPORTES. Educación Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria. Bachillerato. Currículo. (BOE-A-2024-6716)
Resolución de 3 de abril de 2024, de la Secretaría de Estado de Educación, por la que se publican los currículos de la enseñanza de Religión Evangélica correspondientes a Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Viernes 5 de abril de 2024

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objeto de evaluación, no se pueden evaluar del mismo modo que el cognitivo y
procedimental. En la evaluación de las actitudes ha de esperarse respuestas voluntarias,
no sistematizadas, y representativas: indicios de la actitud o actitudes que se pretende
que el alumnado aprenda. Para ello es imprescindible que el profesorado, en su
metodología, cuente con registros adecuados de recogida de información basados en los
propios elementos del currículo, y que cuente también con estrategias de autoevaluación
por el propio alumnado y de comunicación fluida con las familias. Esta participación del
alumnado y de las familias facilita que puedan contribuir, de manera coherente, al
desarrollo personal, espiritual y social del alumnado.
ANEXO III
Religión Evangélica en Educación Secundaria Obligatoria
El diseño del currículo de la materia de Religión Evangélica se ha realizado
considerando los elementos curriculares previstos en el Real Decreto 217/2022, de 29 de
marzo, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de la
Educación Secundaria Obligatoria.
En términos generales, y de acuerdo con los elementos curriculares de la etapa de
Educación Secundaria Obligatoria, la enseñanza religiosa evangélica tiene la finalidad de
capacitar al alumnado para que conozca la fe evangélica desde una perspectiva bíblica,
la comunique en su vida cotidiana en situaciones de convivencia religiosa y cultural, y
participe activa y responsablemente en la sociedad de la que forma parte. Con este
enfoque, la enseñanza religiosa evangélica supera el marco de la instrucción y adquiere
una nueva dimensión, donde no todo se restringe a lo tangible y temporal, sino que se
abre un camino hacia la trascendencia y la eternidad. Las respuestas que el alumnado,
en esta etapa, comience a darse respecto a interrogantes trascendentes, influyen
poderosamente sobre una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de su
personalidad, identificada en cuerpo, alma y espíritu.
El currículo de la enseñanza religiosa evangélica para la etapa de Educación
Secundaria Obligatoria ha sido elaborado ajustado a varias fuentes: epistemológica,
social, teológica y psicopedagógica. Tiene la Biblia, Sagradas Escrituras, como fuente de
autoridad e inspiración de los elementos curriculares.
Considera el contexto sociocultural europeo e internacional, y la Ley 24/1992, de 10
de noviembre, que aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Federación de
Entidades Religiosas Evangélicas de España, y recoge en el artículo 10.3 que los
contenidos serán señalados por las iglesias evangélicas.
Todas las ciencias de la educación aportan y enriquecen las consideraciones sobre el
diseño y el desarrollo del currículo de la materia, especialmente los valores cristianos
que se pueden aprender de las enseñanzas de las Sagradas Escrituras y del ejemplo de
los personajes bíblicos.
La enseñanza religiosa evangélica en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria
plantea el desarrollo de seis competencias específicas, que pueden tener una pauta de
progresividad con respecto a la etapa de Educación Primaria, si el alumnado hubiera
estado matriculado con anterioridad.
Los criterios de evaluación se han formulado en relación directa con cada una de las
seis competencias específicas, y han de entenderse como herramientas de diagnóstico y
mejora en relación con el nivel de desempeño que se espera de la adquisición de
aquellas. Los criterios de evaluación tienen un claro enfoque competencial y atienden
tanto a los procesos como a los productos del aprendizaje, lo cual exige el uso de
instrumentos de evaluación variados y ajustables a los distintos contextos y situaciones
de aprendizaje.
Los saberes básicos emanan de las Sagradas Escrituras, presentados como
conocimientos, destrezas y actitudes que constituyen los contenidos propios del área
cuyo aprendizaje es necesario para la adquisición de las competencias específicas;
destacando las actitudes y valores, que son muy requeridas en las intenciones

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Núm. 84