III. Otras disposiciones. COMUNITAT VALENCIANA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2024-2764)
Resolución de 22 de noviembre de 2023, de la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte, por la que se incoa expediente para complementar la declaración de bien de interés cultural, con la categoría de bien inmaterial, de la «Romeria de les Canyes de Castelló», con la que se incorpora la Procesión de las Gaiatas y su simbolismo como seña identitaria de la ciudad de Castelló de la Plana.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Martes 13 de febrero de 2024
3.

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La romería propiamente dicha con sus dos partes:

3.1 La ida: que incluye la salida desde la concatedral de Santa María hasta el
eremitorio de la Magdalena, situado en el cerro del castillo Viejo.
El volteo de la campana Vicent anuncia que el día de la Magdalena ha llegado.
Alrededor de las 07.30 horas se efectúan los toques de coro, que convocaban al clero y
las autoridades de la ciudad. Además del volteo de esta campana, se hacen una
despertada y desfiles de bandas de música y collas de dulzaineros por las calles de
Castelló. La despertada marcará el inicio del reparto de cañas en el Mercado Central.
También acostumbran los romeros a llevar un pañuelo atado al cuello.
La Romeria de les Canyes empieza a las 08.00 horas con la misa de romeros o misa
de las cañas, que oficia el presbítero y es en valenciano. Acabada la misa, se coloca el
relicario sobre el altar mayor. Todos los miembros del clero que participan en la romería
salen hacia las 08.30 horas de la sacristía y se sitúan ante el altar mayor, y es
normalmente el sacristán de Santa María el que lleva la cruz. Además, un niño o
monaguillo, vestido de dominico y con un sombrero de ala ancha, lleva un farolillo
encendido en la mano, a quien se denomina «Rata Grossa». El presbítero lleva capa
pluvial morada como corresponde al tiempo de Cuaresma. Antes de que se acabe la
misa, empieza a voltear la campana Ángel. Las autoridades empiezan a situarse en el
porche del Ayuntamiento para dirigirse hacia el templo.
El protocolo es el siguiente: en primer lugar, la policía municipal con el uniforme de
gala; a continuación, la colla de dulzaineros y tamborileros, los siguen los guardas de
campo con el traje de pana de color verde con chaleco y chaqueta, además de sombrero
de ala ancha y escopeta al hombro para hacer las salvas tradicionales. A estos los
siguen los famosos heraldos desde 1852, cuya indumentaria consiste en calzón corto,
jubón verde, alpargatas de esparto, dalmática de color rojo y boina. Las mazas que
llevan se exponen el resto del año en el Museo Etnológico Municipal, situado en la ermita
de San Jaime de Fadrell.
Después de este momento, se incorporan a la romería las gaiatas con las damas, las
madrinas, las reinas de las fiestas y los miembros de la Junta de Fiestas. De modo que,
una vez dentro de la concatedral, se forman dos filas en el pasillo central del templo, las
autoridades ocupan el primer lugar, mientras que el alcalde y el obispo de la diócesis se
sitúan a ambos lados del portador de la cruz. Cierra esta comitiva la banda municipal de
música con el Rotllo i canya.
Durante la misa se cantan los cánticos llamados Exsurge Domine, antiguo canto
gregoriano, común en las romerías para implorar protección a lo largo del camino. Una
vez acabado el cántico, empiezan las letanías de los santos y, cuando finalizan, el
presidente de la Romería se levanta y, cogiendo el relicario, inicia la Romería con la frase
Procedamus in pace. En este momento los cantores invocan el O vere Deus, antiguo
canto gregoriano que es interpretado muchas veces, a través del cual se pide salud, paz
y gracia.
Llega el momento de abandonar el templo y organizarse en procesión, de modo que
la romería se inicia con la Policía Municipal, seguida por la colla de dulzaineros y
tamborileros, guardas rurales y heraldos, y detrás de ellos se sitúan los cantores, el
clero, el presidente de la Romería y, finalmente, el sacristán de Santa María con el niño
vestido de dominico.
La romería sale desde la plaza Mayor por la puerta principal y se dirige hacia la calle
Mayor. En el momento en que la reliquia sale del templo, empiezan a sonar las
campanas y se inicia una traca que acaba arriba del Fadrí después de dar la vuelta a
toda la plaza. Los romeros se desplazan por la calle Mayor hasta la plaza de María
Agustina. A lo largo de este recorrido las campanas no dejan de voltear, además de
sonar tracas en todas las calles que desembocan a lo largo de la calle Mayor. En el
momento que se llega a esta plaza, el Toll, donde antiguamente estaban las puertas de
la muralla, los guardas de campo disparan salvas que continuarán a lo largo de la
avenida de los Capuchinos, para indicar que ya no pueden protegernos, puesto que
después de las murallas la responsabilidad de la romería va a cargo de los romeros.

cve: BOE-A-2024-2764
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Núm. 38