III. Otras disposiciones. ADMINISTRACIÓN LOCAL. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2024-1686)
Resolución de 18 de enero de 2024, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración como bien de interés cultural, con categoría de monumento, de la Casa Huarte, en el término municipal de Pollença.
11 páginas totales
Página
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 29 de enero de 2024

Sec. III. Pág. 11091

horizontal (y diagonal a los testeros) de sección rectangular pintadas en blanco
(originalmente de madera y ahora sustituidas por unos tubos de aluminio pintado). Este
elemento unifica los tres volúmenes construidos y genera un conjunto, un único volumen
formado por distintos espacios interiores y exteriores que se entrelazan. La potencia
visual de esta cornisa logra unificar los volúmenes originales y el nuevo pabellón.
El objetivo de Oíza al visitar el solar era construir la casa sin tener que cortar los
pinos existentes, que formaron parte del proyecto desde el inicio. Los árboles se integran
en la arquitectura: tres frente a la vivienda original, dos en el porche cubierto que articula
los volúmenes existentes y el nuevo pabellón, dos árboles en la sala, uno en el
dormitorio y uno en el patio. Las losas de planta baja y el forjado de cubierta se abren
puntualmente para dejar paso a los troncos, generando una superficie ligeramente curva.
Oíza diseña unos lucernarios para cubrir las aberturas en el forjado, garantizado la
estanqueidad de la cubrición y el libre movimiento del tronco.
Los árboles determinan dos tipos de relaciones con lo construido; debajo de la
cubierta, los árboles ocupan el interior y se integran con naturalidad en los espacios de la
vivienda, como si se tratara de pilares. Sobre la cubierta, los árboles se abren como
sombrillas que se extienden de forma ininterrumpida construyendo un techo natural.
La nueva cubierta, que unifica los tres edificios, interrumpida por el paso de los
árboles y con la visera de lamas como barandilla, se convierte en un nuevo espacio
habitable, un nuevo patio, añadiendo una nueva planta al edificio que integra la
vegetación existente. A través de una escalera ligera de caracol, situada en el espacio
vacío entre los dos edificios originales, se accede a este elevado jardín, bajo la sombra
de los árboles, con vistas sobre la bahía.
El acceso al conjunto se produce a través de una gran valla que se abre al camino de
Formentor. En el recibimiento, un pavimento tramado de losetas circulares de hormigón
intercaladas con el suelo vegetal (en la zona cercana a la valla los espacios intersticiales
están llenos con hormigón) conducen hacia una escalera al porche de acceso. Este
espacio se concibió como un atrio, un espacio intermedio con vistas transversales, que
pudiera alojar diferentes usos y que se convierte en el corazón de la casa, el punto de
encuentro de la vida familiar.
En la entrada de este espacio encontramos unos paneles pivotantes, a modo de
vallas, que hacen de filtro hacia el porche. La naturaleza que rodea la casa se filtra en su
interior a través de estos elementos de madera blanca situados en el porche, pero
también a través de unos paneles de madera natural barnizada con un óculo, que
recuerdan a la arquitectura náutica, situados perpendiculares a la fachada a mar de la
vivienda existente. Actúan como bambalinas, camuflando el edificio y dando privacidad al
interior, pero también extendiendo el edificio más allá de sus límites construidos.
La ampliación del edificio más allá de su envolvente se consigue trabajando la
topografía de la parcela, a partir de una serie de bancales que descienden desde la casa
hacia la costa y que se adentran en el mar a través de un embarcadero de madera y de
una plataforma de baño, una pequeña península de hormigón de geometría curva,
empleada como solarium y que dispone de unas estructuras metálicas para colgar un
toldo. Esta plataforma dota al proyecto de una dimensión espacial aún más extensa,
abriendo las visuales hacia la bahía, pero también hacia la casa, generando un punto de
observación alejado de los límites de la parcela que permite tener una imagen global del
conjunto construido por Oíza.
En la zona exterior de Casa Huarte destacan también algunas esculturas de Oteiza
que se entienden como parte del conjunto. En el patio delantero de la casa se
encuentra Reloj de luz (1956), una escultura conformada por troncos puestos de forma
desordenada, sobre una peana de piedra y dos bloques de madera. En el patio trasero
frente al varadero y la terraza-solarium hay una segunda escultura de piedra que se
conforma por bloques de piedra irregulares en cuanto a tamaño y forma y agujereados,
situados a diferentes alturas. En su interior hay dos esculturas de hierro y dimensiones
y forma indeterminada.

cve: BOE-A-2024-1686
Verificable en https://www.boe.es

Núm. 25