III. Otras disposiciones. ADMINISTRACIÓN LOCAL. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2024-1686)
Resolución de 18 de enero de 2024, del Consejo Insular de Mallorca (Illes Balears), referente a la incoación del expediente de declaración como bien de interés cultural, con categoría de monumento, de la Casa Huarte, en el término municipal de Pollença.
11 páginas totales
Página
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 29 de enero de 2024

Sec. III. Pág. 11090

dos cuerpos de una sola planta, situados paralelos a la línea de costa y desplazados uno
respecto a otro, generando un patio que separaba el cuerpo donde se encontraban las
estancias principales (sala, comedor, dormitorios y baños), más cercano a la costa, del
cuerpo donde se encontraban las dependencias de servicio.
En 1968 Huarte encarga a Sáenz de Oíza el proyecto de ampliación de la casa. El
autor se instaló en Mallorca durante unos meses y estudió en profundidad el solar,
documentando cada elemento, dibujando cuidadosamente todas las preexistencias:
topografía, árboles, vegetación, línea de costa, rocas, etc. Un exhaustivo reconocimiento
del entorno que fue decisivo para el desarrollo del proyecto y que queda recogido en
numerosos croquis y dibujos que reflejan la línea de trabajo sobre el sitio y sus
relaciones con el objeto arquitectónico. Los dibujos de Oíza ponen al mismo nivel lo
construido, los dos edificios de García Paredes y Carvajal, con lo que lo rodea, la
abundante vegetación y la costa. El nuevo pabellón, objeto del encargo, se convierte en
el tercer ingrediente, que lo vincula, generando un todo.
El nuevo pabellón se sitúa perpendicular a los volúmenes existentes, siguiendo la
alineación del volumen más cercano a la costa. Se extiende la cubierta original, que ata
los tres edificios, articulando diferentes espacios vacíos cubiertos y descubiertos, que
generan estancias habitables al aire libre y dejan entrar la vegetación en el interior.
El nuevo pabellón está formado por dos cuerpos anejos prácticamente cuadrados y
de diferente tamaño. Forman un único volumen en planta baja, con estructura de
pilares de geometría elíptica y cubierta ligeramente inclinada hacia el mar, a fin de abrir
las vistas hacia la bahía. La fachada está acristalada prácticamente en su totalidad, lo
que permite la entrada del entorno dentro de la casa, disolviendo los límites entre
dentro y fuera.
Las dependencias interiores se sitúan a distintos niveles, conectadas por tramos de
escaleras de pocos escalones. En el cuerpo superior se sitúan los dormitorios y baños,
organizados a partir de un eje central perpendicular a la línea de costa, una franja donde
se ubica uno de los baños y un tramo de escaleras, delimitados ambos por armarios. En
la zona inferior encontramos la sala, escalonada también en varios niveles, abierta hacia
el mar y vinculada al porche de acceso.
Las divisiones entre espacios se realizan a través del propio programa; baños,
armarios, estanterías constituyen los tabiques interiores. Los baños son de formas
orgánicas y recuerdan al «aseo cápsula» que Oíza diseñó en 1970 para la casa Roca.
El pavimento interior, de mármol con tonalidades rosas, destaca sobre el blanco que
abarca la totalidad de la intervención. Paredes, techo, pilares, carpinterías interiores y
exteriores, todo en color blanco, sólo interrumpido por algunos elementos de madera
natural como los marcos de las puertas de acceso al baño o el interior de los armarios o
el baño de la señora, todo revestido de madera.
Buena parte del mobiliario del nuevo pabellón fue diseñado a medida durante el
proyecto, se trata de mobiliario fijo, como los armarios, las camas, el banco de la sala o
los muebles de baño, que son parte indivisible de la composición del espacio. En el
pabellón cada geometría responde a una voluntad y el continente y contenido son casi
indivisibles. El techo se interrumpe en el perímetro, generando una superficie curva para
recoger las cortinas que cubren las vidrieras, el techo se interrumpe para dejar paso a
los troncos de los árboles, a las claraboyas o a las luminarias. De hecho, toda la
iluminación fija es también diseñada a medida.
En cuanto a la relación con la edificación existente, la extensión de la cubierta
original se extiende sobre los tres volúmenes, aglutinándolos debajo y configurando un
conjunto. La conexión entre el nuevo pabellón y los volúmenes originales se realiza a
través de un espacio porchado que cubre parte del espacio vacío entre los cuerpos,
interrumpido por una trama de pilares de sección circular y unos pinos.
Siguiendo el perímetro de las edificaciones, discurre un alero, una especie de visera
que forma una superficie curva de cuarto de circunferencia en las fachadas paralelas a la
costa y llana a los testeros. Está construido a partir de unas costillas de tubo de acero
que salen del forjado de cubierta y que sujetan unas lamas de madera en sentido

cve: BOE-A-2024-1686
Verificable en https://www.boe.es

Núm. 25