III. Otras disposiciones. MINISTERIO DE CULTURA. Patrimonio cultural inmaterial. (BOE-A-2024-264)
Resolución de 26 de diciembre de 2023, de la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, por la que se incoa expediente de declaración de "La Acogida Tradicional Jacobea" como manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Jueves 4 de enero de 2024

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milenaria. Aunque la mayoría de ellos son peregrinos, no es estrictamente necesaria tal
condición, pues hospitaleros son también los eclesiásticos que hoy en día les acogen.
Les define la vocación y el altruismo, ya que el trabajo del hospitalero pertenece al
ámbito del voluntariado, y cuentan con diversos canales de formación y organización.
Aunque existen diversos grupos que gestionan la comunidad de hospitaleros, debe
destacarse la asociación Hospitaleros Voluntarios, grupo creado en 1990 y dependiente
de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago. La
saludable renovación generacional de los hospitaleros voluntarios es un reto esencial
para el mantenimiento de la ATJ. Con este fin diferentes asociaciones han estado
desarrollando proyectos en los que involucrar a las nuevas generaciones con la práctica
de la ATJ.
– La Iglesia. Las parroquias y monasterios del Camino de Santiago constituyen las
referencias espirituales y materiales de la acogida. Recientemente, la Fundación Acogida
Cristiana en los Caminos (ACC), creada en 2009 bajo los auspicios del cabildo
compostelano, trabaja en contacto con el resto de agentes jacobeos. Aunque el grado de
implicación de las diócesis del camino es dispar, algunas congregaciones religiosas,
parroquias, comunidades parroquiales y cofradías mantienen albergues señeros en la
aplicación de la ATJ.
– Las asociaciones y fraternidades jacobeas. Herederas modernas de las
confraternidades de origen medieval hoy se reparten por todo el mundo. En algunos
casos, como Santo Domingo de la Calzada o Rionegro del Puente, la asistencia al
peregrino ha dado nuevos bríos a cofradías nacidas en el Medievo, mientras en otros las
asociaciones han sido creadas como fruto del renacer del espíritu jacobeo. En conjunto,
estas mantienen entre sus fines y acciones el apoyo a la hospitalidad jacobea, formando
y enviando hospitaleros voluntarios a los albergues de acogida, sosteniendo éstos,
informando al peregrino y, en algunos casos, apoyando económicamente a los
establecimientos de ATJ que lo precisan. Fuera de España algunas trasladan la acogida
a los propios domicilios de sus socios, e incluso tutelan y protagonizan la hospitalidad en
algunos albergues de peregrinos del Camino de Santiago en España. La mayoría de
estas asociaciones fuera de España mantienen la cohesión de la comunidad jacobea de
sus países celebrando encuentros periódicos entre peregrinos, tanto de forma previa
como posterior a la realización del camino.
6.

Percepción social

Se han realizado encuestas en los últimos años, por parte de asociaciones como
la Asociación de Municipios del Camino de Santiago, que demuestran que la
percepción social de la ATJ que tiene su público objetivo, los peregrinos, es en
términos generales bastante bien entendida. En este sentido, los albergues de
peregrinos son considerados como infraestructuras esenciales de la peregrinación
compostelana, en un nivel similar al del propio trazado del camino y la señalización
que permite al peregrino recorrerlo. Así la gran mayoría de peregrinos prefiere
albergarse en alojamientos de acogida tradicional frente a las opciones turísticas
tradicionales que han surgido a lo largo de los últimos años.
La ATJ es entendida por sus beneficiarios como aquel sistema fraterno de
hospitalidad y albergue del peregrino a Santiago, caracterizado por la austeridad y la
preservación del carácter espiritual de la peregrinación, en el que los servicios se ofrecen
entre peregrinos de forma desinteresada y sin ánimo de lucro, mediante el trabajo
voluntario de los hospitaleros y la creación de un ambiente acogedor. Si bien, la ATJ es
también percibida como una práctica en peligro que debe de recibir un mayor apoyo en
lo normativo y económico por parte de las administraciones públicas y una mayor
implicación de la propia comunidad peregrina, reforzando la idea de que la protección
debe emanar tanto del marco institucional como del reforzamiento del sentimiento
identitario y del compromiso de los propios peregrinos. Por tal motivo, entre otros, resulta
relevante la necesidad de identificar claramente y diferenciar a los albergues «de

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