BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Viernes 22 de diciembre de 2023

Sec. III. Pág. 170136

Durante la fase de consultas, el IGME informa que los principales efectos negativos
que puede provocar el bombeo a esta escala en el acuífero son la modificación del
esquema de flujo subterráneo, el descenso de los niveles piezométricos, cambios
relevantes en la zona de descarga del manantial del Gorgotón y la modificación de la
relación río-acuífero. Así mismo, el balance hídrico se desequilibra y se consumen
reservas, aunque los antecedentes no parecen indicar que se puedan producir cambios
relevantes. La relación del acuífero con el río Segura y la localización de los sondeos de
explotación sugieren cambios asumibles y afección a las aguas del río Segura
posiblemente imperceptibles por la dilución de caudales. También informa que la
caracterización hidroquímica se basa en la información de la red de control de calidad de
agua subterránea, compuesta por 3 puntos antes de 2019 y por 1 punto desde este año,
red que considera de baja densidad e insuficiente.
Respecto a la disminución de la recarga del acuífero por infiltración de la
precipitación considerada en el actual Plan Hidrológico en relación con el anterior, el
IGME considera que no está justificada y que cualquier reducción en las aportaciones de
recursos en la demarcación debería afectar no solo a la recarga del acuífero sino
también a los recursos superficiales, por lo que las hipótesis que se plantean sobre la
«compensación» por entrada de agua del río al acuífero tendrían que ser contrastadas.
Ese organismo considera que debido a la proximidad del pozo Almadenes II al manantial
del Gorgotón, es fundamental el control del caudal de bombeo, el conocimiento del radio
de influencia del pozo y el control del manantial (caudal de salida y tiempo de respuesta)
para anticiparse a los posibles efectos y aportar confianza de cara a una posible
afección. Se recomienda analizar e interpretar la evolución hidrodinámica del pozo
Almadenes II (periodos de bombeo anteriores y ensayo de bombeo realizado) con el fin
de aportar mayor seguridad con respecto a las afecciones locales derivadas de su
explotación. Por último, respecto a los resultados de la simulación, la explotación genera
un umbral piezométrico que se justifica exclusivamente como efecto del bombeo, sin
valorar el papel que puede jugar la estructura hidrogeológica. Se destaca este resultado
por su importancia en la posible sectorización del acuífero en periodos de bombeo, cuyo
origen y consecuencias tendrían que ser investigados. En cualquier caso, según el
modelo, la evolución piezométrica durante la explotación debería reproducir esta
situación y confirmar este resultado. Por otro lado, según el modelo, gracias a la
presencia del umbral piezométrico entre el sector oeste y este del acuífero, el manantial
del Gorgotón no se llegará a inactivar, aunque los descensos en su caudal serán
significativos. El IGME considera que este escenario debería ser explicado con mayor
detalle, por las implicaciones en el funcionamiento del acuífero.
En respuesta al IGME, el promotor indica que para caracterizar la calidad del agua
del acuífero en la vigilancia ambiental del anterior ciclo de explotación se han tomado
como referencia los muestreos realizados en los puntos de muestreo de la Red de
Calidad de Aguas Subterráneas, completados con las analíticas realizadas en los pozos
de sequía de la Confederación y con muestras tomadas en el río Segura; y que la
caracterización hidroquímica del agua subterránea y del agua superficial en contacto con
el acuífero se considera suficiente, dados los objetivos del proyecto y la no apreciación
en anteriores periodos de explotación de impactos negativos sobre los ecosistemas del
río por los vertidos realizados desde los pozos de sequía.
Respecto a la recomendación del IGME de analizar e interpretar la evolución
hidrodinámica del pozo Almadenes II, los datos disponibles de aforos realizados en los
pozos de la margen derecha del río Segura indican que existe una zona de menor
transmisividad entre el pozo Almadenes II y el manantial Gorgotón. Un ensayo realizado
con una captación de riego situada entre los pozos Almadenes I y Almadenes II ha
ocasionado una afección de 0,03 cm sobre el nivel del piezómetro el Gorgotón para una
distancia de 700 m, por lo que se espera una afección todavía menor del bombeo del
pozo Almadenes II al alejarse 900 m del piezómetro. No obstante, y siguiendo con las
recomendaciones del IGME, previa a la puesta en explotación de los pozos de sequía se
realizará un aforo del pozo Almadenes II con toma de medida simultánea en los

cve: BOE-A-2023-26085
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Núm. 305