III. Otras disposiciones. COMUNIDAD DE CASTILLA Y LEÓN. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-24838)
Acuerdo 95/2023, de 23 de noviembre, de la Junta de Castilla y León, por el que se adecua en la categoría de zona arqueológica, el bien de interés cultural denominado Arroyo de las Almas, en la Fregeneda (Salamanca).
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Martes 5 de diciembre de 2023

Sec. III. Pág. 161948

ANEXO
Arroyo de las Almas en La Fregeneda (Salamanca)
El sitio arqueológico conocido como Arroyo de las Almas en el término municipal de
La Fregeneda (Salamanca), se corresponde con un conjunto de grabados al aire libre
localizados en diversas afloraciones rocosas más o menos agrupadas en la margen
derecha de dicho arroyo y en varias de sus pequeñas y adyacentes riberas. Este arroyo
es un pequeño afluente del río Águeda que desemboca a un kilómetro en el río Duero.
El conjunto se conoce desde el año 2015, cuando sus descubridores realizaron
trabajos de prospección e identificación de cuatro grupos de grabados, con 24 rocas y
unos 600 motivos grabados en una amplia secuencia temporal que abarca desde el
Paleolítico superior hasta época contemporánea, destacando entre los de épocas
intermedias los correspondientes a la Edad del Hierro.
El conjunto de la etapa paleolítica se concreta en cinco rocas en las que se han
identificado 21 representaciones figuradas (13 zoomorfos –cérvidos, équidos y
caprinos–, 7 signos y 1 motivo indeterminado), además de un variado grupo no
figurativo, compuesto por trazos aislados o conjuntos inconexos. Todos ellos están
ejecutados mediante la técnica de grabado inciso de línea fina, lo que, con las
características de las figuras representadas, lleva a los autores a plantear una cronología
Magdaleniense.
El conjunto paleolítico se completaría además con algunas figuras –dos caprinos–
que por sus características técnicas –incisión de trazo múltiple y repetitivo– y de diseño,
con cabezas triangulares y muy escasas dimensiones, se equipararían al denominado
Estilo V o Finiglacial de Siega Verde o fase Aziliense del grupo del Côa, ya en la
transición al Epipaleolítico.
Otro conjunto de 137 grabados se adscriben al ámbito esquemático de la prehistoria
reciente, desde el Neolítico a la Edad del Bronce. Destacan la representación de un
típico antropomorfo y un motivo zoomorfo indeterminado que se realizaron con técnica
piqueteada, además de un centenar largo de figuras lineales profundamente grabadas
por abrasión e incisión, técnica que denominan «uñadas del diablo» por asociación a las
reconocidas en la zona portuguesa con esta técnica, y que se adscriben a esta etapa.
Un tercer grupo de 120 motivos grabados corresponde a los adscritos a la Edad del
Hierro, mayoritariamente agrupados en los núcleos II y III; se caracterizan por
representaciones abstractas –reticulados, zigzags o trazos paralelos– y zoomorfas –
ciervos y jinetes armados–, todos incisos, estando ausente la figura humana, que es una
de las singularidades de la temática de dicho periodo.
Finalmente, el último grupo diferenciado estaría representado con más de 300
motivos que por su tipología se adscriben, genéricamente, a época moderna y
contemporánea, mayoritariamente concentrados en las rocas de los grupos I y II. Para
los investigadores del conjunto, a los que seguimos para esta descripción, sus
características temáticas se centran en el predominio de los motivos abstractos, con
numerosos reticulados y algunos pentalfas, aunque también se han detectado figuras
humanas y sobre todo zoomorfas, como ciervos o aves, preferentemente gallináceas de
pequeñas dimensiones y pormenorizados detalles como tarsos con dedos y múltiples
coberteras, al igual que representaciones de otros posibles animales domésticos
(carneros) o silvestres (ciervos) y armas (lanzas y ballestas), e incluso con una posible
escena de cariz venatorio. Técnicamente se realizan con una técnica incisa muy similar a
las figuras de la Edad del Hierro, ofreciendo una pátina muy parecida que no siempre
facilita la catalogación de los motivos más simples en uno u otro grupo, máxime cuando
aparecen, como en ocasiones, abigarradamente superpuestos.
En resumen, se trata de uno de los más destacados enclaves de arte rupestre del
sector de la Raya hispano-portuguesa, compartiendo los valores y características tanto
del conjunto de Siega Verde como de los hallazgos del Parque del Côa, sobre todo, de
estos últimos. Es indudable que las semejanzas con Siega Verde radican en la
concentración de grabados (unos 600) en un espacio limitado (las diferentes rocas

cve: BOE-A-2023-24838
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Núm. 290