III. Otras disposiciones. ADMINISTRACIÓN LOCAL. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-24758)
Resolución de 2 de noviembre de 2023, del Consejo Insular de Menorca (Illes Balears), referente a la declaración del baile menorquín de jota y fandango como bien de interés cultural inmaterial.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 289

Lunes 4 de diciembre de 2023

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menorquín, el de Es Migjorn, el de Sant Climent, el de la somereta y la rodella. Estos
tienen un aire más mallorquín y se ejecutan más de una veintena de pasos entre los de
Ferreries y los pasos de Es Migjorn Gran, algunos de los cuales tienen mucha similitud
con los pasos de fandango de Ciutadella y otros con pasos de Mallorca.
En el caso de la jota, en Ciutadella se han conservado seis pasos y siempre se
ejecutan en el mismo orden preestablecido. La característica principal de la jota de
Ciutadella es que, mientras se ejecuta el paso, los bailadores o bailadoras se
intercambian la posición con su pareja de baile. Es decir, con el paso, el bailador se
desplaza a la posición de la bailadora y la bailadora se desplaza a la del bailador. Este
intercambio de posición se hace en todos los pasos menos en el sexto, que se ejecuta
en círculo, ya sea con la pareja o con todo el grupo de baile. Otra característica es que,
dichos cambios de posición, cada bailador los inicia hacia su derecha buscando la
izquierda de la pareja en el sentido contrario a las agujas del reloj. De esta forma se
evitan encontronazos. En cambio, el segundo paso se da en el sentido horario. Los
pasos se ejecutan con juegos de pie que permiten el desplazamiento, algunas veces a
contrabote y otras a pie de arrastre. Los pasos cuarto y quinto incorporan idas y venidas
como si se quisiera engañar a la pareja del cambio de posición y, finalmente, terminan
con un giro antes de ocupar la posición de la pareja. En el paso cuarto el giro se da con
la pareja mientras se dan la espalda. En cambio, en el quinto, el giro es sobre sí mismo.
Las jotas que se bailan en Ciutadella son la jota de arriba, la jota de abajo, la jota rayada
y el ReSiMi.
En otras zonas de Menorca también encontramos pasos mínimamente
coreografiados, pero de cada vez se otorga mayor libertad a los bailadores o bailadoras
para elegir el paso de baile que quieren ejecutar. Hasta hace pocos años los pasos eran
muy afandangados y en algunos casos incluso se daban los mismos pasos del
fandango. En los últimos años se han incorporado algunas estructuras mallorquinas que
permiten ensanchar el repertorio de pasos para bailar la jota; aunque el punto liso, tan
característico de las jotas mallorquinas, queda relegado al llamado arronsa del fandango
menorquín, lo que sustenta más la teoría del afandangamiento de las jotas menorquinas.
Así, tenemos la jota de Es Mercadal, la de Ferreries (estructuralmente idéntica a la jota
de Ansó, Huesca), la de Es Migjorn y la fandanguera en la parte de levante.
El tercer movimiento, el arronsa, es un movimiento similar al paso de vals (1, 2, 3... 1,
2, 3) en el que el primer paso es más largo y se avanza con un desplazamiento lateral,
mientras que el segundo y el tercero se marcan en el mismo sitio y en el centro de la
estructura del vals. Tras el arronsa, con un giro sobre sí mismo y acompasado con la
música, se enlaza con el paseo que ya se ha descrito. Algunos de los fandangos del
resto de la isla no utilizan el arronsa y los bailadores pasan de los pasos de baile al
paseo con dos giros (a ambos lados) sobre sí mismo.
La música.

Por otra parte, los músicos o sonadors se agrupan junto a la zona de baile. Pueden
estar de pie o sentados, y entre ellos hay uno o más solistas, que tocan su instrumento e
intervienen con su canto en el momento oportuno. Las rondallas o grupos de música
generalmente se componen de músicos de guitarras y castañuelas, y de guitarrillos y
tiples. Habitualmente, cuando interpretan la jota suenan la guitarra, el guitarrillo y el tiple,
a los que se confía la base armónica del grupo, y sobre este soporte se suelen añadir
instrumentos de plectro como la bandurria y el laúd, que hacen el contrapunto y la
melodía. Tampoco faltan los instrumentos de percusión como las castañuelas y, a veces,
se añaden la pandereta y el triángulo. En Ciutadella, los instrumentos que suenan
habitualmente son una bandurria, dos o tres guitarras, uno o dos guitarrillos, un tiple y
castañuelas. En las zonas de levante y centro de la isla a veces suelen añadir el laúd, la
flauta, el violín, y algunos instrumentos de percusión como el triángulo y la pandereta,
entre otros. El uso de la zambomba o la dulzaina, completamente vivos en Mallorca, se
ha perdido en Menorca.

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