III. Otras disposiciones. ADMINISTRACIÓN LOCAL. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-24758)
Resolución de 2 de noviembre de 2023, del Consejo Insular de Menorca (Illes Balears), referente a la declaración del baile menorquín de jota y fandango como bien de interés cultural inmaterial.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 289

Lunes 4 de diciembre de 2023

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quinta por debajo del tono de orquesta o diapasón, mientras que en el resto de la isla lo
hacen a tono de orquesta o de diapasón.
Esta primera parte instrumental o introducción de la jota consta de doce compases,
después de los cuales sigue otra frase de doce compases más, que es en realidad el
primer estribillo o paseo. Con ella, entra también de forma anacrúsica el tema principal
con la bandurria. Después de la introducción y el primer estribillo, entra ya la copla. En la
jota de abajo, una vez terminada la copla comienza una frase instrumental de ocho
compases a modo de vuelta con el acompañamiento de las castañuelas que nos
conduce de nuevo al estribillo instrumental inicial de doce compases, en que las
castañuelas se detienen hasta que entra la segunda copla. Así se va repitiendo la misma
estructura hasta que termina la sexta copla, con la que, una vez finalizada la última frase,
la jota acaba en seco.
Cabe destacar que el guitarrillo y el tiple, los instrumentos considerados autóctonos
de Menorca, tienen una afinación muy particular y son, sin duda, los que dan al fandango
y a las jotas menorquinas el cariz arcaico y único que los caracteriza. El guitarrillo se toca
en todos los pueblos de la isla; en cambio, el tiple sólo se halla en Ciutadella. Cabe decir
que el tiple se fue abandonando a lo largo del XX a favor del guitarrillo y la guitarra, hasta
el punto de que, entrada la década de 1990, sólo había un sonador, Joan Moll, que sabía
tocar este instrumento. Gracias a este portador, la estudiosa María Antonia Moll (1994)
escribió por primera vez las partituras de la música del fandango, las jotas y el bolero
que, hasta entonces, habían sido transmitidas de forma oral, permitiendo así recuperar
las canciones y melodías con la participación de todos los instrumentos, incluido el tiple,
y salvarlas del olvido. Sin embargo, fue necesario animar a algunos maestros artesanos
constructores de guitarrillos para que construyeran tiples, ya que prácticamente ya no
quedaban ejemplares.
La copla.

A la música, como se ha dicho, se añade la voz humana, que durante la copla tiene
el papel principal en el grupo de músicos (sonadors). En la zona occidental suele haber
un único solista, mientras que en el resto de la isla hay un grupo de solistas que cantan
al unísono. Actualmente, la mayoría de grupos folclóricos optan por el canto de mujer en
lugar del de hombre, como era común en el pasado.
Tanto en el fandango como en la jota se suelen cantar sólo hasta seis coplas, que
corresponden a seis pasos de baile diferentes (uno por cada nueva copla), mientras que
el estribillo instrumental se hace al mismo paso, llamado paseo, y en alguna vuelta,
como se ha visto, con el paso llamado arronsa. Las coplas del fandango y la jota son
casi siempre una cuarta heptasílaba de rima consonante. La del fandango consta de seis
frases, mientras que la de la jota tiene siete. Por tanto, al ser una cuarteta, en el
fandango la estructura más habitual es el esquema A-A-B-C-D-A; en cambio, en la jota,
el esquema habitual es A-A-B-C-D-D-A, aunque puede variar según el cantador. Por lo
tanto, al tener la copla siete frases, habrá que repetir tres versos para ejecutar la copla
entera: se repite dos veces la primera frase al principio, después se repite la cuarta frase
y al final la primera.
Así, la copla del fandango se estructura en seis frases. La primera, la tercera y la
quinta frase se conducen siempre a la cadencia de tónica mayor; la segunda frase
conduce a la cadencia de subdominante; la cuarta nos lleva a la cadencia de dominante;
la sexta y última frase, en la primera mitad nos lleva a la cadencia de subdominante (dos
compases) y en la segunda mitad nos devolverá (dos compases más) a la cadencia de
dominante del modo menor para entrar de nuevo con el estribillo.
La estructura de la jota, en cambio, son siete frases o versos de cuatro compases
simples cada una. La segunda, cuarta y sexta se desarrollan bajo la función de tónica
para conducirnos a la cadencia de dominante; mientras que la primera, la tercera, la
quinta y la séptima nos conducen a la cadencia de tónica. La melodía vocal de estas
frases de la copla está sujeta a la alternancia armónica entre los acordes de tónica y

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