III. Otras disposiciones. COMUNITAT VALENCIANA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-23116)
Resolución de 6 de octubre de 2023, de la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte, por la que se incoa expediente para declarar bien de interés cultural inmaterial, las Fiestas de la Mare de Déu del Castell de Cullera.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Martes 14 de noviembre de 2023

Sec. III. Pág. 151979

Subida. Como punto y final a los actos litúrgicos y rituales de las Fiestas Mayores de
Cullera, tiene lugar la Subida, con la comitiva que llevará la imagen de la Virgen María de
retorno a su santuario. En la hora indicada, y por última vez, el trono de la Virgen María
bajará, y en manos del Custodio, será dada al Clero, y pasa a las andas, grandes,
elegidas. Como siempre, el órgano y el rogle de campanas, suenan entre los aplausos y
vítols.
El séquito tiene el siguiente orden: SCUDAMM de cornetas y tambores, Cruz mayor
alzada, Pueblo, Milicia y Custodia, Andas de la Virgen María con las Cuatro Partes del
mundo, llevada por el conjunto de portadores, de todos los grupos, Clero, presidiendo el
cura de los Santos Juanes, Camareras, con acompañantes, Tauleters, con acompañante,
Junta del Patronato, Corporación municipal, presidida por el Alcalde/Alcaldesa, con la
Policía Local y Ordenanzas, Banda de música, con musa.
El itinerario empieza en el Patio de la Iglesia, plaza de la Virgen María, Jardines del
Mercado, calle Calvario y revoltes del Castell. Al cruzar el Mercado, en los Jardines, la
Virgen María es cambiada de las andas grandes a unas pequeñas, para iniciar el camino
de subida al santuario. La llegada de la Virgen María al santuario se hace entre el vuelo
de campanas y los últimos vítols, aplausos y emociones del pueblo de Cullera que arriba
la ha esperado. Al entrar al santuario, con las andas en alto, suena la Marcha Real y, de
nuevo, es recibida por el rogle de campanas. El Custodio saca la imagen y el cura la
deposita al Altar Mayor, donde empieza un besamanos. Desde el Altar, será el Custodio
quien guarda la imagen peregrina, y en ese momento, se volverá a descubrir la imagen
original en su camerín. Las autoridades y séquito bajan, y se dispara el último castillo de
fuegos artificiales, dando por acabadas las Fiestas Mayores de Cullera.
Entrada de bandas. Según los diversos estudios, basados en las partes de danzas
rituales, y de los programas de fiestas antiguos, hemos comentado anteriormente, que la
cabalgata de danzas que se realizaba a mediodía del día de la Bajada (la Degolla), y a
mediodía del día de San Vicente. Estas cabalgatas ya no se realizan (aunque si se
mantienen ciertas o algunas danzas, pero no insertadas en ningún séquito u organizadas
en cabalgata, en dos momentos, el día de la Bajada a mediodía, y mientras dura la
procesión que baja del santuario al Mercado) y en su lugar, el día de San Vicente y el
último domingo de las fiestas se realiza un desfile-entrada de las dos bandas sinfónicas
de la ciudad. Es un acto de unión fraterna en esta villa centenaria. La música es unión,
hermandad y tradición. Y tanto es así, que, a raíz del arraigo musical del pueblo, se
generó su Certamen de Bandas, el segundo más antiguo del estado español. También
hay otra entrada, el último sábado de fiestas, de diferentes bandas de cornetas y
tambores, por las calles de la Vila, hasta los Jardines del Mercado, donde se desarrolla
un certamen. Estos dos desfiles suponen la evolución de aquellas cabalgatas con las
danzas rituales como protagonistas, y no hacen más que reforzar los vínculos sociales
entre las diferentes entidades musicales y el público.
Cabalgata, disfraces. Aun así como la existencia de los desfiles de bandas,
destacamos la realización de una gran cabalgata de disfraces, herencia de aquella
cabalgata alegórica de las danzas rituales que se realizaba de nuevo el jueves de la
semana festiva, con la participación otros elementos como carrozas, grupas, etc. Esta
repetición, se debería al interés del pueblo por las danzas que solo podían disfrutar en
contadas ocasiones. Y, de forma más popular, dotándola otros elementos que invitan a la
participación de más personas, que no tenían por qué formar parte de las danzas. Así
aparecen las carrozas o bailes que hacen más participativa una cabalgata con un aire
menos ritualizado, incluso con reconocimientos o premios por parte de las autoridades.
Esta cabalgata se deja de hacer, y es, hace unas décadas, cuando el mundo fallero toma
el testigo. Este hecho hace que se desarrolle una cabalgata con grupos formados por
miembros del asociacionismo fallero, y tenga una organización estética y musical
altamente interesante. En la actualidad las mejores comparsas son reconocidas con
premios por el Ayuntamiento.

cve: BOE-A-2023-23116
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Núm. 272