III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE GALICIA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-21409)
Resolución de 1 de agosto de 2023, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consellería de Cultura, Educación, Formación Profesional y Universidades, por la que se incoa el procedimiento para declarar bien de interés cultural el edificio del Museo Gallego de Arte Contemporáneo Sargadelos-Carlos Maside, en el término municipal de Sada (A Coruña) y su colección de arte.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Núm. 247
Lunes 16 de octubre de 2023
Sec. III. Pág. 138452
cultural. Con el tiempo estas actividades incorporaron más intelectuales gallegos, entre
los que figuró el arquitecto Andrés Fernández-Albalat, autor del proyecto del edificio
construido de nueva planta para albergar las obras artísticas y la actividad cultural que
ya se exhibían en las salas del edificio de Cerámicas do Castro.
El edificio del museo, que comenzó a proyectarse en 1974, fue inaugurado el 18 de
mayo de 1978, si bien no se concluiría su espacio definitivo hasta 1982, como resultado
de un proceso continuo de revisión tanto en el constructivo como en el diseño del propio
Isaac Díaz Pardo, adaptándose a las circunstancias y recursos económicos que
proporcionó la actividad industrial de las fábricas de cerámica. Esta vocación de
flexibilidad y obligada adaptación a las diferentes limitaciones y necesidades de cada
momento histórico, así como el propio paso del tiempo en el que mudaron el tipo de
actividades y los requerimientos funcionales de conservación y protección, derivaron
hacia un uso más convencional del edificio como contenedor de un conjunto de obras de
arte, evidenciando ciertas carencias constructivas (humedades), de instalaciones
(iluminación, ventilación, seguridad, etc.) y funcionales (accesibilidad, circulaciones,
servicios, etc.), que condicionan su uso, si bien mantiene sus características singulares y
el conjunto de partes integrantes que muestran su autenticidad y en los que reside su
valor cultural.
Descripción formal y partes integrantes.
El autor del edificio del museo, el arquitecto coruñés Andrés Fernández-Albalat, fue
uno de los pioneros de la arquitectura moderna española de la segunda mitad el siglo XX
y concibió un edificio marcadamente moderno que desarrolló en planta una trama
hexagonal que emparentó con la estructura del Pabellón de España en la Exposición de
Bruselas de 1958, obra de José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún, diseñado
con una cubierta ligera resuelta en módulos repetitivos y una planta a base de elementos
hexagonales que facilitan la fluidez de la comunicación.
Pero en este proyecto museístico Fernández-Albalat también consiguió fusionar otras
influencias y elementos innovadores, sintetizando las nuevas reflexiones arquitectónicas
creadas en Italia para nuevos modelos de teatro, incorporando postulados de la Bauhaus
y asimilando salas de espectáculo polivalentes de morfologías hexagonales creadas en
Francia.
El resultado es una arquitectura de carácter funcional y racional cuya protagonista es
la yuxtaposición de formas geométricas, con un predominio de la línea y de los planos
que, con un patrón repetitivo, componen el espacio del edificio, permitiendo separar las
funciones y definir un recorrido en el que el material de las estructuras que definen los
espacios queda a la vista.
Con todo, el edificio realizado para el museo no tiene una autoría única, contó con la
colaboración de Isaac Díaz Pardo y Luís Seoane, conocedores directos de las
experiencias más innovadoras procedentes de la arquitectura moderna europea de los
años 40 y 50 y de los postulados promulgados por la Bauhaus de integración de arte y
arquitectura bajo una concepción de diseño integral.
De hecho, el edificio presenta paralelismos con las Maisons de la Cultura francesas,
lugares culturales con espacios pluridisciplinares, flexibles y polivalentes concebidos
para democratizar la cultura y garantizar el acceso de un público amplio y diverso,
principal destinatario del hecho cultural. Al mismo tiempo, recoge las influencias de las
teorías de la Bauhaus en materia de diseño y compromiso social.
El proyecto inicial contaba con tres salas de exposición para las obras de arte gallego
contemporáneo, pero a los pocos meses hubo que ampliar una de las salas del piso
superior y más tarde se añadió a la sala de exposiciones temporales otra nueva
dependencia, que estaba situada en la cuarta planta del Laboratorio de Industria y
Comunicación, en el edificio colindante con el museo, cuya escalera con forma de
caracol fue diseñada por Díaz Pardo.
cve: BOE-A-2023-21409
Verificable en https://www.boe.es
3.2
Núm. 247
Lunes 16 de octubre de 2023
Sec. III. Pág. 138452
cultural. Con el tiempo estas actividades incorporaron más intelectuales gallegos, entre
los que figuró el arquitecto Andrés Fernández-Albalat, autor del proyecto del edificio
construido de nueva planta para albergar las obras artísticas y la actividad cultural que
ya se exhibían en las salas del edificio de Cerámicas do Castro.
El edificio del museo, que comenzó a proyectarse en 1974, fue inaugurado el 18 de
mayo de 1978, si bien no se concluiría su espacio definitivo hasta 1982, como resultado
de un proceso continuo de revisión tanto en el constructivo como en el diseño del propio
Isaac Díaz Pardo, adaptándose a las circunstancias y recursos económicos que
proporcionó la actividad industrial de las fábricas de cerámica. Esta vocación de
flexibilidad y obligada adaptación a las diferentes limitaciones y necesidades de cada
momento histórico, así como el propio paso del tiempo en el que mudaron el tipo de
actividades y los requerimientos funcionales de conservación y protección, derivaron
hacia un uso más convencional del edificio como contenedor de un conjunto de obras de
arte, evidenciando ciertas carencias constructivas (humedades), de instalaciones
(iluminación, ventilación, seguridad, etc.) y funcionales (accesibilidad, circulaciones,
servicios, etc.), que condicionan su uso, si bien mantiene sus características singulares y
el conjunto de partes integrantes que muestran su autenticidad y en los que reside su
valor cultural.
Descripción formal y partes integrantes.
El autor del edificio del museo, el arquitecto coruñés Andrés Fernández-Albalat, fue
uno de los pioneros de la arquitectura moderna española de la segunda mitad el siglo XX
y concibió un edificio marcadamente moderno que desarrolló en planta una trama
hexagonal que emparentó con la estructura del Pabellón de España en la Exposición de
Bruselas de 1958, obra de José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún, diseñado
con una cubierta ligera resuelta en módulos repetitivos y una planta a base de elementos
hexagonales que facilitan la fluidez de la comunicación.
Pero en este proyecto museístico Fernández-Albalat también consiguió fusionar otras
influencias y elementos innovadores, sintetizando las nuevas reflexiones arquitectónicas
creadas en Italia para nuevos modelos de teatro, incorporando postulados de la Bauhaus
y asimilando salas de espectáculo polivalentes de morfologías hexagonales creadas en
Francia.
El resultado es una arquitectura de carácter funcional y racional cuya protagonista es
la yuxtaposición de formas geométricas, con un predominio de la línea y de los planos
que, con un patrón repetitivo, componen el espacio del edificio, permitiendo separar las
funciones y definir un recorrido en el que el material de las estructuras que definen los
espacios queda a la vista.
Con todo, el edificio realizado para el museo no tiene una autoría única, contó con la
colaboración de Isaac Díaz Pardo y Luís Seoane, conocedores directos de las
experiencias más innovadoras procedentes de la arquitectura moderna europea de los
años 40 y 50 y de los postulados promulgados por la Bauhaus de integración de arte y
arquitectura bajo una concepción de diseño integral.
De hecho, el edificio presenta paralelismos con las Maisons de la Cultura francesas,
lugares culturales con espacios pluridisciplinares, flexibles y polivalentes concebidos
para democratizar la cultura y garantizar el acceso de un público amplio y diverso,
principal destinatario del hecho cultural. Al mismo tiempo, recoge las influencias de las
teorías de la Bauhaus en materia de diseño y compromiso social.
El proyecto inicial contaba con tres salas de exposición para las obras de arte gallego
contemporáneo, pero a los pocos meses hubo que ampliar una de las salas del piso
superior y más tarde se añadió a la sala de exposiciones temporales otra nueva
dependencia, que estaba situada en la cuarta planta del Laboratorio de Industria y
Comunicación, en el edificio colindante con el museo, cuya escalera con forma de
caracol fue diseñada por Díaz Pardo.
cve: BOE-A-2023-21409
Verificable en https://www.boe.es
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