III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE GALICIA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-21409)
Resolución de 1 de agosto de 2023, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consellería de Cultura, Educación, Formación Profesional y Universidades, por la que se incoa el procedimiento para declarar bien de interés cultural el edificio del Museo Gallego de Arte Contemporáneo Sargadelos-Carlos Maside, en el término municipal de Sada (A Coruña) y su colección de arte.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 16 de octubre de 2023
Sec. III. Pág. 138464
Mazas, la colección cuenta con dos obras importantes realizadas en 1930, como son
Rapaza y Moza, además del cartel para Retablo de Fantoches de las Misiones
Pedagógicas (1934). Esta planta concluye con la obra de Arturo Souto y varios de sus
trabajos de los años 30, destacando su Maternidade de 1928, así como algunos dibujos
realizados sobre la Guerra Civil, en los que representó el drama del conflicto,
representados en la colección con sus Dúas estampas de guerra.
El recorrido continúa en la primera planta, dedicada a la vanguardia gallega y donde,
además de Álvaro Cebreiro o Manuel Torres, destaca la obra de Manuel Colmeiro, autor
que asentó las bases de la pintura gallega contemporánea junto a Arturo Souto y Carlos
Maside. En su caso, cabe mencionar la obra As Panadeiras (1964). La tradición, la
historia de Galicia y el arte popular también fueron analizados y representados desde el
exilio por otro de los integrantes de Los Renovadores, José Otero Abeledo, Laxeiro,
representado en la colección con obras como Debuxo Simbólico, un pastel de grandes
dimensiones realizado en 1948.
El surrealismo gallego también ocupa su lugar en la colección y, además de las
citadas Máscaras de Maruja Mallo, cabría destacar el inquietante collage de Urbano
Lugrís, Pegamento da primavera da morte, así como el óleo de Eugenio Granell
Lembrando a Rafael Dieste (1964).
La musealización del Movimiento Renovador se completa con la figura de Luís
Seoane, autor al que se dedican tres salas. En ellas se realiza una aproximación a su
obra como ceramista, su actividad editorialista, su obra pictórica y su obra gráfica. Unas
de las piezas que se muestran en las sala y que más claramente identifican la
vinculación de Seoane con la cerámica de Sargadelos son las jarras homenaje que
diseñó a partir de 1968 para representar a las personalidades gallega más reconocidas.
Además de sus diseños para tapices, la representación más importante y abundante de
Luís Seoane en el museo es su colección de grabados, la técnica artística que más
utilizó y con la que obtuvo los resultados más innovadores. En cuanto a la obra pictórica,
cabe destacar, entre otros, O Meco, un óleo de 1963 donde hace referencia a una
tradición gallega y cuyo tema llevó también al grabado.
Esta primera planta finaliza con las salas dedicadas a artistas contemporáneos, con
el objetivo de exponer el carácter internacional que adquiere el arte gallego a mediados
del siglo XX. Así, encontramos autores como Jorge Castillo o Alfonso Costa, así como
los artistas vinculados con la abstracción geométrica, como Labra, Luís Caruncho y Bea
Rey, con su serie Home na súa noite. El grupo de los Artistiñas, nacido en Ourense en
la segunda mitad del siglo XX para renovar el arte a través de la vanguardia, está
representado por artistas como Acisclo Manzano, Xaime Quesada o Xosé Luís de Dios.
Mención especial merece la figura de Reimundo Patiño, cuya obra tiene una presencia
muy importante y abundante dentro de la colección, ya sea a través de la estampa o con
óleos como Testa o Torre de Outono, y sobre el cual el museo realizó una exposición
homenaje en 1985, inaugurando para la ocasión el auditorio proyectado por Andrés
Fernández-Albalat e Isaac Díaz Pardo.
Las generaciones más recientes están representadas a través de colectivos como
A Galga, que realizó una de sus exposiciones en las instalación del museo y que aquí se
representa con obras de Xavier Correa Correodoira o Mon Vasco, así como Atlántica,
representada por Ánxel Huete, Antón Lamazares, Menchu Lamas, Carlos Crego o
Francisco Leiro, autor de O Madaleno, una pieza monumental de madera de pino teñida
que recibe al visitante en el vestíbulo del museo. Esta última obra nos introduciría en la
sección de escultura, que también posee una cierta relevancia dentro de la colección.
Podemos destacar ejemplos como Maternidade de Cristino Mallo, sendas piezas de
Xosé Eiroa y Antonio Faílde y varias obras de las últimas generaciones de artistas como
Mon Vasco, Silverio Rivas, Acislclo Manzano o Xavier Toubes.
4.
Estado de conservación.
Algunas de las obras que integran la colección requieren que se programen y se
ejecuten medidas de conservación y restauración de diferente nivel de prioridad.
cve: BOE-A-2023-21409
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 247
Lunes 16 de octubre de 2023
Sec. III. Pág. 138464
Mazas, la colección cuenta con dos obras importantes realizadas en 1930, como son
Rapaza y Moza, además del cartel para Retablo de Fantoches de las Misiones
Pedagógicas (1934). Esta planta concluye con la obra de Arturo Souto y varios de sus
trabajos de los años 30, destacando su Maternidade de 1928, así como algunos dibujos
realizados sobre la Guerra Civil, en los que representó el drama del conflicto,
representados en la colección con sus Dúas estampas de guerra.
El recorrido continúa en la primera planta, dedicada a la vanguardia gallega y donde,
además de Álvaro Cebreiro o Manuel Torres, destaca la obra de Manuel Colmeiro, autor
que asentó las bases de la pintura gallega contemporánea junto a Arturo Souto y Carlos
Maside. En su caso, cabe mencionar la obra As Panadeiras (1964). La tradición, la
historia de Galicia y el arte popular también fueron analizados y representados desde el
exilio por otro de los integrantes de Los Renovadores, José Otero Abeledo, Laxeiro,
representado en la colección con obras como Debuxo Simbólico, un pastel de grandes
dimensiones realizado en 1948.
El surrealismo gallego también ocupa su lugar en la colección y, además de las
citadas Máscaras de Maruja Mallo, cabría destacar el inquietante collage de Urbano
Lugrís, Pegamento da primavera da morte, así como el óleo de Eugenio Granell
Lembrando a Rafael Dieste (1964).
La musealización del Movimiento Renovador se completa con la figura de Luís
Seoane, autor al que se dedican tres salas. En ellas se realiza una aproximación a su
obra como ceramista, su actividad editorialista, su obra pictórica y su obra gráfica. Unas
de las piezas que se muestran en las sala y que más claramente identifican la
vinculación de Seoane con la cerámica de Sargadelos son las jarras homenaje que
diseñó a partir de 1968 para representar a las personalidades gallega más reconocidas.
Además de sus diseños para tapices, la representación más importante y abundante de
Luís Seoane en el museo es su colección de grabados, la técnica artística que más
utilizó y con la que obtuvo los resultados más innovadores. En cuanto a la obra pictórica,
cabe destacar, entre otros, O Meco, un óleo de 1963 donde hace referencia a una
tradición gallega y cuyo tema llevó también al grabado.
Esta primera planta finaliza con las salas dedicadas a artistas contemporáneos, con
el objetivo de exponer el carácter internacional que adquiere el arte gallego a mediados
del siglo XX. Así, encontramos autores como Jorge Castillo o Alfonso Costa, así como
los artistas vinculados con la abstracción geométrica, como Labra, Luís Caruncho y Bea
Rey, con su serie Home na súa noite. El grupo de los Artistiñas, nacido en Ourense en
la segunda mitad del siglo XX para renovar el arte a través de la vanguardia, está
representado por artistas como Acisclo Manzano, Xaime Quesada o Xosé Luís de Dios.
Mención especial merece la figura de Reimundo Patiño, cuya obra tiene una presencia
muy importante y abundante dentro de la colección, ya sea a través de la estampa o con
óleos como Testa o Torre de Outono, y sobre el cual el museo realizó una exposición
homenaje en 1985, inaugurando para la ocasión el auditorio proyectado por Andrés
Fernández-Albalat e Isaac Díaz Pardo.
Las generaciones más recientes están representadas a través de colectivos como
A Galga, que realizó una de sus exposiciones en las instalación del museo y que aquí se
representa con obras de Xavier Correa Correodoira o Mon Vasco, así como Atlántica,
representada por Ánxel Huete, Antón Lamazares, Menchu Lamas, Carlos Crego o
Francisco Leiro, autor de O Madaleno, una pieza monumental de madera de pino teñida
que recibe al visitante en el vestíbulo del museo. Esta última obra nos introduciría en la
sección de escultura, que también posee una cierta relevancia dentro de la colección.
Podemos destacar ejemplos como Maternidade de Cristino Mallo, sendas piezas de
Xosé Eiroa y Antonio Faílde y varias obras de las últimas generaciones de artistas como
Mon Vasco, Silverio Rivas, Acislclo Manzano o Xavier Toubes.
4.
Estado de conservación.
Algunas de las obras que integran la colección requieren que se programen y se
ejecuten medidas de conservación y restauración de diferente nivel de prioridad.
cve: BOE-A-2023-21409
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 247