I. Disposiciones generales. MINISTERIO DE SANIDAD. Covid-19. (BOE-A-2023-15552)
Orden SND/726/2023, de 4 de julio, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 4 de julio de 2023, por el que se declara la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Miércoles 5 de julio de 2023
Sec. I. Pág. 93381
Fruto precisamente de esa gobernanza compartida, ha sido la utilización del
instrumento previsto en el artículo 65 de la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y
calidad del Sistema Nacional de Salud, como son las citadas declaraciones de
actuaciones coordinadas (DACs).
De hecho, entre agosto de 2020 y junio de 2021, se adoptaron un total de diez DACs
(de fechas 14 de agosto de 2020, 27 de agosto de 2020, 9 de septiembre de 2020, 30 de
septiembre de 2020, 28 de octubre de 2020, 10 de marzo de 2021, 4 de junio de 2021
y 9 de junio de 2021), que contenían medidas relativas a asuntos tan diversos como
cierres de locales de ocio con horario mayoritariamente nocturno (discotecas, salas de
baile y bares de copas); garantía de distancia mínima en establecimientos de hostelería,
restauración y terrazas; evaluación de riesgos en eventos multitudinarios; limitación del
consumo de alcohol y tabaco en la vía pública; desarrollo de la actividad lectiva
presencial en las distintas etapas del sistema educativo; limitación de la movilidad
territorial y del derecho de reunión en municipios de más de 100.000 habitantes con una
incidencia de 500 casos o más; prohibición de presencia del público en acontecimientos
deportivos; aportación por las comunidades autónomas de información al Registro
Estatal de Vacunación (REGVACU); cribados poblacionales y realización de pruebas
diagnósticas; entre otras. Todas ellas han demostrado su eficacia en el control de la
pandemia.
Igualmente, además de a través del CISNS, el Ministerio de Sanidad y las
comunidades autónomas han trabajado en el establecimiento de marcos comunes,
algunos de tanta importancia como el que dio lugar a la Declaración de Zaragoza,
aprobada por unanimidad por los consejeros y consejeras de salud de las comunidades
y ciudades autónomas el 10 de marzo de 2022 y que ha sentado las bases para
desarrollar el Sistema de Vigilancia en Salud Pública.
Esta Declaración persigue fortalecer la vigilancia en salud pública y el desarrollo
coordinado en todo el SNS, con estructuras públicas dotadas de los recursos humanos,
tecnológicos y presupuestarios necesarios, incluyendo enfermedades transmisibles, no
transmisibles y otros aspectos como son la salud animal, la seguridad alimentaria y la
sanidad ambiental, bajo la visión de «Una sola salud». La Declaración también incluye
las bases para incorporar la COVID-19 en el sistema de vigilancia de infecciones
respiratorias agudas.
Desde el punto de vista epidemiológico, la evolución de la pandemia ha requerido la
adaptación de las estrategias de vigilancia y control a las diferentes situaciones en
función de los datos epidemiológicos. La última adaptación se realizó en marzo en 2022
y fue actualizada en noviembre del mismo año, una vez estabilizada la tendencia de la
epidemia en España desde el mes de septiembre, priorizando la vigilancia exhaustiva en
las personas vulnerables con edad igual o mayor a 60 años y en casos graves.
La vacunación ha jugado un papel clave y fundamental en la evolución de la
pandemia. Avanzado el verano de 2020, ya se estaban desarrollando vacunas y era
urgente planificar una adecuada estrategia de vacunación como medida efectiva de
contención de la propagación del virus para cuando estuvieran autorizadas y disponibles.
En septiembre de 2020, el CISNS acordó que en España la campaña de vacunación
iba a responder a una Estrategia única para todo el país. Finalmente, el 2 de diciembre
se publicó la primera versión de la estrategia consensuada en la Ponencia de Programa
y Registro de Vacunaciones y aprobada por la Comisión de Salud Pública, que
posteriormente se ha actualizado en once ocasiones para adecuarse a la disponibilidad
de los nuevos tipos de vacunas, la evidencia científica y la evolución de la epidemia.
Implementar la Estrategia supuso un desafío sin precedentes. De hecho, la urgencia
y magnitud de la situación, la conveniencia de vacunar a todo un país lo antes posible,
unido a la incertidumbre del proceso de llegada de las vacunas, su complejidad logística
(en términos de conservación, monitorización y distribución) y la necesidad de contar con
información correcta y actualizada sobre la evolución de la campaña de vacunación,
constituían los principales retos para el despliegue de una campaña que debía
desarrollarse en un tiempo récord.
cve: BOE-A-2023-15552
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 159
Miércoles 5 de julio de 2023
Sec. I. Pág. 93381
Fruto precisamente de esa gobernanza compartida, ha sido la utilización del
instrumento previsto en el artículo 65 de la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y
calidad del Sistema Nacional de Salud, como son las citadas declaraciones de
actuaciones coordinadas (DACs).
De hecho, entre agosto de 2020 y junio de 2021, se adoptaron un total de diez DACs
(de fechas 14 de agosto de 2020, 27 de agosto de 2020, 9 de septiembre de 2020, 30 de
septiembre de 2020, 28 de octubre de 2020, 10 de marzo de 2021, 4 de junio de 2021
y 9 de junio de 2021), que contenían medidas relativas a asuntos tan diversos como
cierres de locales de ocio con horario mayoritariamente nocturno (discotecas, salas de
baile y bares de copas); garantía de distancia mínima en establecimientos de hostelería,
restauración y terrazas; evaluación de riesgos en eventos multitudinarios; limitación del
consumo de alcohol y tabaco en la vía pública; desarrollo de la actividad lectiva
presencial en las distintas etapas del sistema educativo; limitación de la movilidad
territorial y del derecho de reunión en municipios de más de 100.000 habitantes con una
incidencia de 500 casos o más; prohibición de presencia del público en acontecimientos
deportivos; aportación por las comunidades autónomas de información al Registro
Estatal de Vacunación (REGVACU); cribados poblacionales y realización de pruebas
diagnósticas; entre otras. Todas ellas han demostrado su eficacia en el control de la
pandemia.
Igualmente, además de a través del CISNS, el Ministerio de Sanidad y las
comunidades autónomas han trabajado en el establecimiento de marcos comunes,
algunos de tanta importancia como el que dio lugar a la Declaración de Zaragoza,
aprobada por unanimidad por los consejeros y consejeras de salud de las comunidades
y ciudades autónomas el 10 de marzo de 2022 y que ha sentado las bases para
desarrollar el Sistema de Vigilancia en Salud Pública.
Esta Declaración persigue fortalecer la vigilancia en salud pública y el desarrollo
coordinado en todo el SNS, con estructuras públicas dotadas de los recursos humanos,
tecnológicos y presupuestarios necesarios, incluyendo enfermedades transmisibles, no
transmisibles y otros aspectos como son la salud animal, la seguridad alimentaria y la
sanidad ambiental, bajo la visión de «Una sola salud». La Declaración también incluye
las bases para incorporar la COVID-19 en el sistema de vigilancia de infecciones
respiratorias agudas.
Desde el punto de vista epidemiológico, la evolución de la pandemia ha requerido la
adaptación de las estrategias de vigilancia y control a las diferentes situaciones en
función de los datos epidemiológicos. La última adaptación se realizó en marzo en 2022
y fue actualizada en noviembre del mismo año, una vez estabilizada la tendencia de la
epidemia en España desde el mes de septiembre, priorizando la vigilancia exhaustiva en
las personas vulnerables con edad igual o mayor a 60 años y en casos graves.
La vacunación ha jugado un papel clave y fundamental en la evolución de la
pandemia. Avanzado el verano de 2020, ya se estaban desarrollando vacunas y era
urgente planificar una adecuada estrategia de vacunación como medida efectiva de
contención de la propagación del virus para cuando estuvieran autorizadas y disponibles.
En septiembre de 2020, el CISNS acordó que en España la campaña de vacunación
iba a responder a una Estrategia única para todo el país. Finalmente, el 2 de diciembre
se publicó la primera versión de la estrategia consensuada en la Ponencia de Programa
y Registro de Vacunaciones y aprobada por la Comisión de Salud Pública, que
posteriormente se ha actualizado en once ocasiones para adecuarse a la disponibilidad
de los nuevos tipos de vacunas, la evidencia científica y la evolución de la epidemia.
Implementar la Estrategia supuso un desafío sin precedentes. De hecho, la urgencia
y magnitud de la situación, la conveniencia de vacunar a todo un país lo antes posible,
unido a la incertidumbre del proceso de llegada de las vacunas, su complejidad logística
(en términos de conservación, monitorización y distribución) y la necesidad de contar con
información correcta y actualizada sobre la evolución de la campaña de vacunación,
constituían los principales retos para el despliegue de una campaña que debía
desarrollarse en un tiempo récord.
cve: BOE-A-2023-15552
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 159