III. Otras disposiciones. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE GALICIA. Bienes de interés cultural. (BOE-A-2023-14597)
Resolución de 9 de mayo de 2023, de la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consejería de Cultura, Educación, Formación Profesional y Universidades, por la que se incoa el procedimiento para declarar bien de interés cultural el Pazo de Lourizán, situado en el término municipal de Pontevedra.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Lunes 19 de junio de 2023
Sec. III. Pág. 86800
También es necesario destacar las obras de la cripta bajo la capilla de Lourizán y el
uso que hace Joaquín Luque Roselló cuando pasa el verano en esta finca con el fin de
pintar una serie de panneaux que decorarían el salón principal, o la pintura mural de un
Cristo crucificado sin cruz, a modo de cabecero del dormitorio de Eugenio Montero Ríos
y de su esposa Avelina Villegas Rubiño. Entre 1909 a 1911 se producen de nuevo obras,
en este momento de construcción del Pazo de Lourizán con proyecto de Jenaro de la
Fuente y como contratista Juan Bouzón Figueroa. Poco después, en 1914, muere
Montero Ríos en Madrid, y sus restos son trasladados a Lourizán para ser enterrado en
la Cripta, en la misma que se enterró a Avelina Villegas Rubinos cuando fallece el 31 de
enero de 1923.
El 21 de junio de 1943 se celebra una sesión extraordinaria de la Diputación
Provincial de Pontevedra para la adquisición de una finca en la que instalar el Centro
Regional de Enseñanzas, Investigaciones y Experiencias Forestales y el 8 de octubre de
ese mismo año, realiza la compra de la finca de Lourizán.
Posteriormente, en 1944, la Diputación hace un inventario del mobiliario existente en
la propiedad y en 1945 los restos mortales de Eugenio Montero Ríos y Avelina Villegas
son trasladados a la iglesia de San Andrés de Lourizán. No fue hasta 1949 cuando se
creó el «Arboreto» de Lourizán.
En 1991 la Diputación Provincial de Pontevedra cede a la Xunta de Galicia los
derechos de gestión por un plazo de treinta años y en el que continúa la actividad del
Centro de Investigación Forestal (CIF), que mantiene la tradición ligada al conocimiento y
capacitación en la materia.
3.2 Descripción general: el pazo tal y como lo conocemos hoy en día es fruto de la
reforma llevada a cabo por Jenaro de la Fuente a comienzos del s. XX, con Eugenio
Montero Ríos como propietario. Esta última reforma de la residencia tenía la clara
voluntad de convertir la quinta en un pazo, imitando y superando en tamaño a tipología
de los hôtels o palacetes residenciales a la moda del estilo Segundo Imperio Francés,
que tan buena acogida habían tenido en España desde la etapa de la Restauración de
Alfonso XII. El pabellón adelantado, que acoge la entrada, está presidido por el balcón
principal y finaliza con el frontón y reloj en la esbelta cubierta de sección piramidal.
Acompañan a este pabellón central dos pabellones más estrechos en los extremos del
cuerpo principal de la vivienda, en los que se repiten las altas ventanas, pilastras,
balcones, buhardillas y cúpulas forradas de escamas de zinc del tipo dôme à l’imperiale,
que refuerzan la ambición y elegancia de la nueva fachada ecléctica.
En Lourizán la preexistencia de los muros del viejo pazo aprovechados como
basamento condicionó un desarrollo como construcción alargada y de corto fondo, en la
que el cuerpo central sí que recuerda nítidamente los modelos franceses, pero no así los
cuerpos laterales, resueltos con galerías vidriadas y terrazas que le dan al pazo un
aspecto más ligero, abierto y alegre.
En cuanto a las escaleras que completan la fachada occidental de Lourizán, el
evidente papel para la conexión con el primero jardín y parque se confirma en la misma
obra de Jenaro de la Fuente, ampliando el efecto de derrame y apertura de los primeros
escalones y añadiendo el cuerpo central rotondo para cubrir la gruta que ya se había
instalado en las reformas de 1897 a 1898. El tipo de escalera con formato rotondo para
generar un mirador desde el que contemplar las vistas (a imitación del barroco francés).
Además, las escaleras y terrazas abiertas protagonizando una fachada principal
reaparecen en otros proyectos de Jenaro de la Fuente, en especial en el Gran Hotel de
Mondariz, lo que confirma la relación antes apuntada entre Lourizán y las arquitecturas
del ocio más cosmopolitas del siglo XIX. El complemento de la gruta y de las estatuas
que se reparten desde la base hasta el mirador superior contribuye a darle una categoría
de pieza artística con personalidad y presencia diferenciada con respeto al resto del
pazo.
La distribución interior del Pazo de Lourizán como resultado de las reformas
abordadas entre 1893 a 1897 y 1909 a 1911 se organiza alrededor de los tres pisos en
altura visibles desde el exterior, en los que la planta baja y el primer piso contienen
cve: BOE-A-2023-14597
Verificable en https://www.boe.es
Núm. 145
Lunes 19 de junio de 2023
Sec. III. Pág. 86800
También es necesario destacar las obras de la cripta bajo la capilla de Lourizán y el
uso que hace Joaquín Luque Roselló cuando pasa el verano en esta finca con el fin de
pintar una serie de panneaux que decorarían el salón principal, o la pintura mural de un
Cristo crucificado sin cruz, a modo de cabecero del dormitorio de Eugenio Montero Ríos
y de su esposa Avelina Villegas Rubiño. Entre 1909 a 1911 se producen de nuevo obras,
en este momento de construcción del Pazo de Lourizán con proyecto de Jenaro de la
Fuente y como contratista Juan Bouzón Figueroa. Poco después, en 1914, muere
Montero Ríos en Madrid, y sus restos son trasladados a Lourizán para ser enterrado en
la Cripta, en la misma que se enterró a Avelina Villegas Rubinos cuando fallece el 31 de
enero de 1923.
El 21 de junio de 1943 se celebra una sesión extraordinaria de la Diputación
Provincial de Pontevedra para la adquisición de una finca en la que instalar el Centro
Regional de Enseñanzas, Investigaciones y Experiencias Forestales y el 8 de octubre de
ese mismo año, realiza la compra de la finca de Lourizán.
Posteriormente, en 1944, la Diputación hace un inventario del mobiliario existente en
la propiedad y en 1945 los restos mortales de Eugenio Montero Ríos y Avelina Villegas
son trasladados a la iglesia de San Andrés de Lourizán. No fue hasta 1949 cuando se
creó el «Arboreto» de Lourizán.
En 1991 la Diputación Provincial de Pontevedra cede a la Xunta de Galicia los
derechos de gestión por un plazo de treinta años y en el que continúa la actividad del
Centro de Investigación Forestal (CIF), que mantiene la tradición ligada al conocimiento y
capacitación en la materia.
3.2 Descripción general: el pazo tal y como lo conocemos hoy en día es fruto de la
reforma llevada a cabo por Jenaro de la Fuente a comienzos del s. XX, con Eugenio
Montero Ríos como propietario. Esta última reforma de la residencia tenía la clara
voluntad de convertir la quinta en un pazo, imitando y superando en tamaño a tipología
de los hôtels o palacetes residenciales a la moda del estilo Segundo Imperio Francés,
que tan buena acogida habían tenido en España desde la etapa de la Restauración de
Alfonso XII. El pabellón adelantado, que acoge la entrada, está presidido por el balcón
principal y finaliza con el frontón y reloj en la esbelta cubierta de sección piramidal.
Acompañan a este pabellón central dos pabellones más estrechos en los extremos del
cuerpo principal de la vivienda, en los que se repiten las altas ventanas, pilastras,
balcones, buhardillas y cúpulas forradas de escamas de zinc del tipo dôme à l’imperiale,
que refuerzan la ambición y elegancia de la nueva fachada ecléctica.
En Lourizán la preexistencia de los muros del viejo pazo aprovechados como
basamento condicionó un desarrollo como construcción alargada y de corto fondo, en la
que el cuerpo central sí que recuerda nítidamente los modelos franceses, pero no así los
cuerpos laterales, resueltos con galerías vidriadas y terrazas que le dan al pazo un
aspecto más ligero, abierto y alegre.
En cuanto a las escaleras que completan la fachada occidental de Lourizán, el
evidente papel para la conexión con el primero jardín y parque se confirma en la misma
obra de Jenaro de la Fuente, ampliando el efecto de derrame y apertura de los primeros
escalones y añadiendo el cuerpo central rotondo para cubrir la gruta que ya se había
instalado en las reformas de 1897 a 1898. El tipo de escalera con formato rotondo para
generar un mirador desde el que contemplar las vistas (a imitación del barroco francés).
Además, las escaleras y terrazas abiertas protagonizando una fachada principal
reaparecen en otros proyectos de Jenaro de la Fuente, en especial en el Gran Hotel de
Mondariz, lo que confirma la relación antes apuntada entre Lourizán y las arquitecturas
del ocio más cosmopolitas del siglo XIX. El complemento de la gruta y de las estatuas
que se reparten desde la base hasta el mirador superior contribuye a darle una categoría
de pieza artística con personalidad y presencia diferenciada con respeto al resto del
pazo.
La distribución interior del Pazo de Lourizán como resultado de las reformas
abordadas entre 1893 a 1897 y 1909 a 1911 se organiza alrededor de los tres pisos en
altura visibles desde el exterior, en los que la planta baja y el primer piso contienen
cve: BOE-A-2023-14597
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Núm. 145