III. Otras disposiciones. MINISTERIO DE ASUNTOS ECONÓMICOS Y TRANSFORMACIÓN DIGITAL. Telecomunicaciones. (BOE-A-2023-14422)
Orden ETD/625/2023, de 12 de junio, por la que se modifica la Orden ETD/1449/2021, de 16 de diciembre, por la que se aprueba el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias.
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BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO
Viernes 16 de junio de 2023

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global de datos móviles, publicado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones,
para 2027 podría alcanzar casi 1300 exabytes, y más de 4.000 exabytes en 2030.
Las previsiones del consumo medio de datos por smartphone indican que se
superará los 19 gigabytes mensuales en 2023. De acuerdo con las estimaciones, el
vídeo supondrá el 80 % del tráfico mundial de las redes móviles en 2028.
Asimismo, las nuevas previsiones confirman la rápida aceleración de los despliegues
de la Internet de las Cosas (IoT) masivo en los próximos años, con casos de uso de
telemedicina, seguimiento de activos logísticos, monitorización medioambiental y
contadores inteligentes, así como equipos de seguimiento y monitorización para la
fabricación inteligente. Se prevé que los despliegues masivos de IoT representen el 51 %
de todas las conexiones móviles de IoT para 2027.
Según datos del Informe Económico Sectorial sobre Telecomunicaciones y
Audiovisual de 2021 elaborado por la CNMC, en dicho año, el mercado español de
banda ancha fija ascendía a 16,7 millones de conexiones activas (+3,2 % sobre 2020).
El 89 % de estas conexiones se comercializaron con una velocidad de descarga de datos
igual o superior a 100 Mb/s. Estas mejores prestaciones contribuyeron a un notable
incremento del tráfico fijo, un 17 % superior al registrado en 2020.
El mercado móvil, por su parte, alcanzó a finales de 2021 los 56,9 millones de líneas,
de las cuales el 87 % contaba tanto con servicios de voz como de banda ancha móvil. El
tráfico de datos móviles creció incluso más que en redes fijas, registrando un aumento
de más del 40 % con respecto al año anterior. El tráfico total de banda ancha originado
en redes 5G fue de un total de 4,3 millones de terabytes, cifra que representó un
crecimiento del 43,1 % respecto del año anterior.
En el centro de este proceso de transformación digital se encuentra el sector de las
comunicaciones electrónicas, cuyos operadores son los encargados de proveer
conectividad a todo el sistema, lo que les exige realizar inversiones cada vez mayores y
cada vez más rápido y, en particular, en relación con la tecnología móvil, hacerse con
cada vez mayores cantidades de espectro radioeléctrico.
En particular, la tecnología 5G, exige, además, una mayor cantidad de frecuencias en
distintas bandas radioeléctricas, ya que cada una de ellas cubre distintas necesidades.
El rango por debajo de 1 GHz permite una cobertura amplia en zonas urbanas,
suburbanas y rurales, y contribuye al soporte de los servicios de la IoT.
El rango entre 1-6 GHz ofrece una buena combinación de beneficios de cobertura y
capacidad, convirtiéndose el rango de 3,4-3,8 GHz, en la base de muchos servicios 5G
iniciales. En este rango también se incluyen bandas como las de 1.800 MHz, 2,1 GHz,
2,3 GHz y 2,6 GHz que pueden ser asignadas o reorganizadas por los operadores
para 5G.
El rango por encima de 6 GHz, por último, es necesario para lograr las velocidades
de banda ancha ultra-altas previstas para 5G, siendo la banda de frecuencias
de 24,25-27,5 GHz otra de las bandas armonizadas para servicios de comunicaciones
electrónicas de banda ancha inalámbrica en toda la Unión Europea.
A esta creciente necesidad de contar con suficientes frecuencias en las distintas
bandas radioeléctricas, se unen unos plazos de amortización cada vez más reducidos
(sin haberse completado aún el despliegue comercial 5G comienza ya a hablarse de la
estandarización de la 6G para 2028) y múltiples incertidumbres, que aún rodean a esta
tecnología.
En primer lugar, para lograr una drástica reducción de la latencia, desde los 40 o 50
milisegundos de las redes 4G a menos de 5 milisegundos o incluso un milisegundo,
como exigirían algunos casos de uso 5G –típicamente la factoría automatizada o el
coche conectado– será necesaria una adopción masiva del Edge Computing, llevando el
contenido, la aplicación o la función hasta muy cerca de donde se usan los datos para
que el recorrido que realice la señal en la ida y la vuelta por la red, sea el menor posible.
La arquitectura de las comunicaciones móviles 5G es, además, muy diferente de la
que se ha empleado en las generaciones anteriores. Inicialmente, la mayoría de los
operadores han construido sus primeros servicios 5G en torno a macroceldas Massive

cve: BOE-A-2023-14422
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Núm. 143